INTRODUCCIÓN
La gestión de áreas protegidas busca asegurar el cumplimiento de los objetivos para los cuales fueron creadas, así como garantizar su permanencia. Esto depende de factores intrínsecos del área, pero también externos, por lo tanto, se requiere tener el apoyo de instrumentos de planificación. Una herramienta para la evaluación de la gobernanza de los espacios naturales es el análisis de sus Servicios Ecosistémicos.
Daily et al. (1997) describen las principales conexiones entre los ecosistemas y el bienestar humano y define los Servicios Ecosistémicos (SE) como una amplia gama de condiciones y procesos a través de los cuales los ecosistemas, y las especies que forman parte de ellos, contribuyen a sostener y satisfacer la vida humana, a mantener la biodiversidad y a la producción de bienes.
El cambio climático, como variaciones en la frecuencia y/o distribución de fenómenos meteorológicos, tiene un amplio efecto sobre los ecosistemas, máxime en latitudes meridionales, como es el caso de la península Ibérica.
La producción vegetal es una de las funciones del suelo, y una de las herramientas para su estudio, es el análisis de índices de vegetación. Estos se calculan combinando bandas espectrales relacionadas con parámetros de las coberturas vegetales. El NDVI (Normalized Difference Vegetation Index) es el más común.
En este trabajo hemos utilizado el NDVI y parámetros climáticos -precipitación y evapotranspiración (ETo)- como herramientas para el estudio de los SE, y estos a su vez como indicadores de la gestión de un área protegida, un Parque Periurbano de Conservación y Ocio, cuya principal actividad es la caza y en el que se localiza un área de minería metálica abandonada desde hace más de 100 años.
MATERIAL Y MÉTODOS
Situado al suroeste de la provincia de Badajoz, en el municipio de Azuaga (Figura 1), el Parque Periurbano de Conservación y Ocio La Sierra (DOE, 2002) ocupa una superficie de 2684 ha. En su entorno alberga una población aproximada de 11000 habitantes, resultando un territorio de baja densidad de población, 4 hab km-2, cuyos recursos naturales (EEA, 2018) se centran en la agricultura, la ganadería y la caza. La región tiene un clima mediterráneo con influencia atlántica, escasas precipitaciones y una fuerte oscilación térmica entre el invierno y el verano.
Domina una litología de pizarra. El relieve es de escarpado a accidentado.
La vegetación predominante es un bosque esclerófilo, acompañado de pequeños parches de coníferas, matorrales y pastizales (EEA, 2018). Los principales suelos desarrollados son Regosoles (EC, 2005). Es el hábitat de fauna incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas (DOE, 2001): aves como Aquila aldaberti, A. chrysaetos, Aegypius monachus, o mamíferos, Felis silvestris.
Durante más de 50 años se mantuvo en actividad una mina de Pb-Zn. A inicios del siglo XX cesó la extracción y beneficio del mineral y se abandonaron instalaciones y escombreras.
Se han analizado las variables climáticas Evapotranspiración (ETo) y Precipitación media mensual (P) de los últimos 60 años (1961-2021) y se ha calculado el índice de aridez (IA), para identificar si la zona de estudio tiende o no la desertificación (Cherlet, 2018).
Para calcular el NDVI en 1990 y 2021, se utilizaron las imágenes satelitales del landsat 5 y 8, respectivamente (USGS GloVis, 2022).
Resultados y discusión
Analizando las variables climáticas (Quadro 1), se comprueba que en los últimos 60 años se ha producido una disminución del 18% en la precipitación anual y un incremento en la ETo próximo al 5%. Estas variaciones han supuesto que el índice de aridez (P/ETo) pase de Subhúmedo húmedo a Subhúmedo seco y posibilita que la degradación de los suelos del parque pueda conducir al desencadenamiento de procesos de desertificación.
Periodo | P | ETo | IA |
1961/1990 | 584 | 846 | 0.69 |
1971/2000 | 543 | 856 | 0.63 |
1981/2010 | 514 | 883 | 0.58 |
1991/2020 | 479 | 885 | 0.54 |
En cuanto al índice NDVI, Figuras 2 y 3, observamos una ligera disminución de las zonas de vegetación a pesar de que han tenido lugar campañas de reforestación.
El Parque Periurbano de Conservación y Ocio La Sierra se caracteriza por dos fuerzas motrices: (i) la conservación de un espacio natural y (ii) los ingresos económicos derivados de la explotación cinegética. Esas fuerzas socioeconómicas deben ser motivo de reflexión para la toma de decisiones que ajusten la gestión del territorio.
La actividad minera desarrollada en este territorio y la carente gestión de los residuos tras el cese de las actividades ha provocado la contaminación de los suelos (Oropesa et al., 2019). Esa contaminación se ha extendido, en mayor o menor medida, por todo el Parque por un proceso continuo de contaminación difusa, ya sea por la alteración del mineral (Vanek et al., 2015) o por emisiones en la combustión del carbón en las centrales eléctricas (Vanek et al., 2016). Las escombreras y lodos de relave presentes, así como el funcionamiento de una central térmica de carbón hasta mediados de 2020 ubicada a 50 km del parque, pueden ser los responsables de esa contaminación.
La actividad cinegética en la zona estudiada es intensa y proporciona importantes beneficios económicos, estimados en torno al 1% del PIB de este territorio (Fedexcaza, 2018). Oropesa et al. (2019) destacaron el riesgo que suponen los residuos mineros para la fauna. Además, la munición de Pb puede entrar fácilmente en la red trófica a través de la ingestión de la caza (Bellinger et al., 2013).
CONCLUSIONES
La conservación del territorio y los objetivos que se pretenden conseguir deben ser motivo de reflexión, ya que en un entorno cambiante es necesario la modernización de la gobernanza ambiental.
Aunque la presión ejercida sobre el territorio no es elevada, las características fisiográficas y ambientales del Parque, sus actividades previas y los impactos derivados de las variaciones climáticas, han provocado que la producción vegetal se vea afectada y como consecuencia el estado de los Servicios Ecosistémicos, afectando a la condición, la capacidad y el capital del suelo. Las variaciones detectadas en las variables analizadas, así como la contaminación de los suelos de la zona, puesta de manifiesto por otros autores, pueden ser la causa de afectación de los Servicios Ecosistémicos. Por tanto, deberían tomarse medidas para proteger la salud del ecosistema y la seguridad del suelo, así como ampliar el estudio de los impactos ejercidos sobre la vegetación y fauna del parque.