INTRODUCCIÓN
Uno de los principales desafíos en los campos ecológicos es el manejo de las malas hierbas (Teasdale & Cavigelli, 2017). En ausencia de herbicidas sintéticos, el principal método para el control de las malas hierbas es el laboreo. A pesar de su efectividad, la labranza también es la causa de diversos problemas, como el aumento de la erosión del suelo, pérdida de materia orgánica (Smith et al., 2015) y el uso de combustibles fósiles. Por lo tanto, hay una necesidad de encontrar soluciones basadas en la naturaleza para abordar la problemática de las malas hierbas sin comprometer la salud del suelo. Una estrategia de labranza reducida, basada en cubiertas vegetales, puede garantizar un adecuado manejo de las malas hierbas sin comprometer la salud del suelo.
Las cubiertas vegetales no se siembran para ser cosechadas, sino para proporcionar otros servicios ecosistémicos como retención de nitrógeno, reducción de la erosión, mejor infiltración del agua, manejo de malas hierbas o aumento de la materia orgánica, entre otros (Schipanski et al., 2014). Estas cubiertas vegetales pueden desempeñar diversas funciones según la especie utilizada. Las gramíneas y las brasicáceas son excelentes extractores de nutrientes con fuertes sistemas radiculares, reduciendo la compactación y la erosión mientras cubren rápidamente el suelo y proporcionan un buen control de las arvenses (Baraibar et al., 2018). Por otro lado, las leguminosas destacan en la fijación de nitrógeno, pero crecen más lentamente y, por lo tanto, no son tan competitivas contra las malas hierbas.
En viñedos, las cubiertas vegetales se siembran a mediados de otoño y se permiten crecer hasta finales de primavera o principios de verano, cuando empiezan a competir con el viñedo. Al final del ciclo, las cubiertas suelen ser terminadas para reducir la competencia con las vides durante los períodos secos. Esta operación puede realizarse incorporando la cubierta al suelo como abono verde mediante laboreo, manteniendo sus restos en superficie mediante picadora o aplastándola con un rolo-faca, que es un rodillo con cuchillas de gran peso que presiona el material vegetal, pero sin romperlo. En este último método, las cubiertas vegetales crean un mantillo que cubre el suelo y puede limitar la germinación de las malas hierbas, aunque su efectividad es variable. Uno de los principales desafíos de este método es seleccionar las especies apropiadas para el paso del rolo-faca. La implementación de esta estrategia es relativamente nueva y no se ha estudiado extensamente, pero puede proporcionar una buena supresión de las malas hierbas en las filas de viñedos orgánicos durante el verano. Cubiertas de cebada y Phacelia tanacetifolia fueron testadas previamente en condiciones agronómicas similares como control de la grama, Cynodon dactylon (Cabrera-Pérez et al., 2023). Sin embargo, todavía hay información muy limitada sobre su efecto sobre otras especies de malas hierbas. Por lo tanto, el objetivo de este estudio es probar dos especies diferentes de cubiertas vegetales y dos métodos de terminación (rolo-faca y picadora) para ver que opción proporciona un mejor control de malas hierbas. Generar nueva información para las condiciones del Valle del Ebro podría promover la adopción de las cubiertas vegetales en viñedos ecológicos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se estableció un experimento en dos campos, Alrasa y Sat Raimat, de viñedos (Vitis vinifera L.) ecológicos comerciales en Raimat (Lleida) durante una campaña (2022-23). Las particularidades de cada campo se encuentran en la Tabla 1. Ambos viñedos se regaron regularmente por goteo durante toda la campaña. El manejo tradicional del suelo en ambas fincas consiste en picar las especies que crecen espontáneamente entre las filas tres o cuatro veces por campaña y un pase mecánico de intercepa bajo las vides, igualmente, tres o cuatro veces durante la campaña.
Ensayo | Var. | Año de establ. | Marco (m) | Textura (%) | |||||||
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Calle | Fila | Arena | Limo | Arcilla | pH | MO | |||||
Alrasa | Chardonnay | 2010 | 3 | 1.5 | 30.5 | 32.7 | 36.7 | 8.3 | 2.7 | ||
Sat Raimat | Tempranillo | 2015 | 3 | 1.5 | 44.3 | 34.8 | 20.9 | 8.4 | 3.9 |
La clasificación climática del área de estudio es semiárida fría (BSk) (Kottek et al., 2006), con una precipitación anual promedio de 342 mm y una temperatura media anual de 14,1°C (mínima de 8,1 °C y máxima de 20,7 °C). Los datos climáticos se obtuvieron de una estación meteorológica automática perteneciente a la red meteorológica regional, ubicada cerca del viñedo en Raimat (www.meteocat.cat).
Se sembraron dos especies de cubiertas vegetales, ×Triticosecale (triticale) y P. tanacetifolia (Tabla 2), ocupando un ancho de 2,5 m dentro de las calles. Las fechas de siembra fueron el 24 de octubre de 2023 en Sat Raimat y el 8 de noviembre de 2023 en Alrasa. Las cubiertas vegetales se sembraron a la dosis correspondiente para cada especie (Tabla 2). También se estableció un control sin sembrar (cubierta espontánea). A principios de mayo, cuando las cubiertas estaban en floración, la mitad de las cubiertas vegetales fueron picadas y la otra mitad fue chafada con el rolo-faca. Los seis tratamientos ([2 especies + 1 control] × 2 métodos de terminación) se instalaron siguiendo un diseño de bloques completamente aleatorizado con tres repeticiones. La preparación del lecho de siembra se realizó con una fresadora montada en un tractor antes de la siembra.
En Alrasa, no se aplicó riego ni fertilización a las cubiertas vegetales, mientras que en Sat Raimat se contó un riego de apoyo por aspersión. Durante el estudio, las malas hierbas en las hileras se controlaron mediante un intercepa mecánico.
Especie | Var. | Empresa com. | Origen | Dosis (kg/ha) |
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×Triticosecale Wittm. | Hugo | Agrusa S.A. | Spain | 210 |
Phacelia tanacetifolia Benth. | Semillas Silvestres SA | Spain | 10 |
Los muestreos se realizaron en tres plots (unidades de muestreo) en cada fila, ocupando la anchura de siembra y de largo, la separación entre tres vides. El establecimiento de las cubiertas vegetales se midió contando plántulas dentro de un cuadrado de 0,33 m de lado diez veces por fila. Posteriormente, se estimó visualmente una vez al mes a lo largo de la temporada el porcentaje de cobertura de las cubiertas y de malas hierbas en cada plot. En mayo, la biomasa de cubierta vegetal y malas hierbas se midió justo antes de su terminación, tomando muestras en tres cuadrados de 0,5 m × 0,5 m junto a cada una de los tres plots. Finalmente, en julio, la biomasa de malas hierbas de verano se midió de la misma manera que la biomasa de primavera.
Cada campo se analizó por separado utilizando un Modelo Lineal de Efectos Mixtos, con las especies de cubierta vegetal, método de terminación y su interacción como factores fijos y bloque como factor aleatorio. Si los tratamientos eran significativos, se realizaron comparaciones múltiples de los efectos utilizando la prueba HSD de Tukey (p < 0,05). Cuando fue necesario, los datos se transformaron con la raíz cuadrada para cumplir con los requisitos de normalidad (Shapiro-Wilk) y homocedasticidad (prueba de Levene). Los datos se volvieron a transformar para mayor claridad en los resultados. Los análisis se realizaron utilizando R (R Core Team, 2023).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Durante el desarrollo de las cubiertas vegetales (de noviembre de 2022 a mayo de 2023), la temperatura media (Tm) fue más alta (11,1 ºC) que el promedio histórico (9.3 ºC). El mismo patrón se encontró durante el desarrollo de las malas hierbas de verano (de mayo a septiembre de 2023), cuando la Tm fue más alta (22,1 ºC) que el promedio histórico (21 ºC). En cuanto a la precipitación, 2022-23 fue extremadamente seco durante el desarrollo de las cubiertas (101,7 mm), muy por debajo del promedio histórico (218 mm). En contraste, la precipitación durante el ciclo de vida de las malas hierbas de verano (160,5 mm) fue ligeramente mayor que el promedio histórico (120 mm).
En mayo, el triticale produjo la mayor biomasa en ambos campos, Alrasa y Raimat (Figura 1a). Sin embargo, solo en Raimat alcanzó el mínimo recomendado (6000 kg ha-1, Mirsky et al., 2013) para que el pase de rolo-faca proporcione un control adecuado de las malas hierbas de verano. No obstante, ambas cubiertas vegetales sembradas mostraron un efecto supresor sobre las malas hierbas de invierno durante la temporada de crecimiento (Figura 1b). Estadísticamente, hubo diferencias en la biomasa de malas hierbas de verano (datos no mostrados) entre las cubiertas vegetales y el método de terminación, sin interacción entre ambos factores. La menor biomasa de malas hierbas de verano fue observada en triticale, mientras que la biomasa de malas hierbas en P. tanacetifolia y en el control (cubierta espontánea) fue mayor y sin diferencias significativas entre sí. La baja biomasa producida por P. tanacetifolia (Figura 1a), debido a la sequía de este año, probablemente explique la falta de capacidad para suprimir las malas hierbas de verano. En contra de lo esperado (Cabrera-Pérez et al., 2023), la biomasa de malas hierbas de verano fue mayor en las cubiertas vegetales aplastadas con rolo-faca en comparación con las picadas en Sat Raimat. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas entre los métodos de terminación en Alrasa debido a que la producción de cubierta vegetal en este campo fue muy limitada (Figura 1a).
CONCLUSIONES
Triticale tuvo mayor biomasa en primavera que P. tanacetifolia en los campos de Alrasa y Raimat, aunque solo alcanzó el mínimo recomendado para el pase del rolo-faca en Raimat. Ambas cubiertas vegetales suprimieron eficazmente las malas hierbas de invierno, pero hubo diferencias estadísticas en la biomasa de malas hierbas de verano entre las cubiertas y los métodos de terminación. Al contrario de las expectativas, las cubiertas aplastadas con rolo-faca mostraron una mayor biomasa de malas hierbas de verano en Sat Raimat, aunque no hubo diferencias en Alrasa debido a la limitada producción de cubierta vegetal en ese campo.