INTRODUCCIÓN
Desde la aparición del 2,4-D y el MCPA en el año 1944 el manejo de las malas hierbas ha estado centrado en las aplicaciones de herbicidas. El elevado consumo de estos productos y la gran dependencia en los mismos ha creado una creciente preocupación social. Como respuesta a dicha inquietud se ha propuesto el uso de sistemas agrarios basados en los conocimientos que nos aporta la agroecología. Paralelamente, los desarrollos tecnológicos aparecidos en estos últimos años han posibilitado un manejo de malas hierbas más eficiente y con un menor impacto ambiental mediante estrategias de gestión localizada. En la actualidad nos encontramos con dos paradigmas divergentes para el control de malas hierbas: los sistemas basados en la agroecología y los basados en las tecnologías derivadas de la agricultura de precisión. Parece oportuno explorar las posibilidades de unir estos dos paradigmas (Duff et al., 2022).
Los drones constituyen una herramienta muy valiosa para explorar la variabilidad espacial presente en las parcelas de cultivo, obteniendo informaciones de gran utilidad en la gestión de dichas parcelas (de Castro et al., 2021; Fernández-Quintanilla et al., 2022). Sin embargo, su uso se ha limitado exclusivamente a los sistemas con una orientación tecnológica. No existen antecedentes enfocados a su uso dentro de los sistemas de orientación ecológica. El objetivo de este trabajo es explorar algunas de las potencialidades de los drones para contribuir a un mejor manejo agroecológico de las malas hierbas.
TRANSICIÓN AGROECOLÓGICA
El esquema conceptual para la transición de una agricultura convencional a una basada en principios agroecológicos, consta de tres pasos: 1) una mejora de la eficiencia de los insumos; 2) la substitución de los insumos; 3) el rediseño de los sistemas (Hill & McRae, 1996). A continuación, mostraremos algunos ejemplos concretos del posible uso de drones en este proceso (Figura 1).
Mejora de la eficiencia de los insumos. Con objeto de mejorar la eficiencia de los insumos, la información derivada de vuelos en momentos tempranos del desarrollo del cultivo nos puede permitir minimizar en uso de estos insumos. Estudios llevados a cabo con drones volando a 30 m de altura sobre parcelas comerciales de maíz en Huesca y Lérida permitieron confeccionar mapas de tratamiento de dos especies de malas hierbas, reduciendo substancialmente el uso de herbicidas (Peña et al., 2020). Por otra parte, la información obtenida en vuelos con drones realizados poco antes de la cosecha de parcelas de trigo permitió localizar las infestaciones residuales de Cirsium arvense (Rasmussen et al., 2019). Este tipo de información nos puede facilitar la evaluación de la eficacia de las medidas tomadas y detectar la aparición de escapes o de poblaciones resistentes (Kutugata et al., 2021).
2. Substitución de insumos. La substitución de los herbicidas por otros tipos de medidas de control puede verse facilitada de varias formas. Una de ellas podría ser el fenotipado digital en la mejora de variedades de cultivos supresoras de malas hierbas. Estudios previos han mostrado la posibilidad de mejorar la tolerancia de los cultivos frente a las malas hierbas incorporándoles caracteres tales como vigor temprano, mayor altura, componentes alelopáticos (Worthington & Reberg-Horton, 2013). Aunque todavía no se ha llevado a cabo ningún estudio enfocado específicamente al empleo de imágenes de dron con este fin, el fenotipado aéreo de variedades de cereal ha dado resultados muy prometedores (Peña et al., 2019). Dado que las cubiertas vegetales constituyen una valiosa herramienta para el control de malas hierbas (Osipitan et al., 2019) es necesario desarrollar tipos de cubiertas para diferentes situaciones y estudiar su manejo. El empleo de imágenes de dron puede simplificar la realización de este tipo de estúdios (Yuan et al., 2019). La evaluación de todas estas prácticas debería realizarse en condiciones reales, en parcelas comerciales de agricultores involucrados en proyectos de investigación. La facilidad del uso de drones permitiría a los mismos agricultores implicarse activamente en la búsqueda de soluciones (investigación participativa) obteniendo gran parte de la información necesaria (Luschei et al., 2001).
3. Rediseño de sistemas. Para ello sería necesario integrar los conocimientos ecológicos con el uso de una diversidad de herramientas de control (MacLaren et al., 2020). En los sistemas con una gestón agroecológica no se pretende la eliminación completa de las malas hierbas, se busca regular sus poblaciones con objeto de mitigar sus efectos adversos. Se trata en definitiva de fomentar la conservación de la biodiversidad y la preservación de los servicios ecosistémicos vinculados a estas especies arvenses (MacLaren et al., 2020). El uso de drones facilitaría comprender el impacto de diversas prácticas de manejo en la composición y diversidad de las comunidades arvenses, y cómo éstas pueden proporcionar servicios (o diservicios) ecosistémicos basados en esta composición y diversidad. El empleo de drones a escala paisaje nos podría permitir monitorizar y realizar un seguimiento espacial y temporal de dichos aspectos (Gonzales et al., 2022). Estas ventajas ofrecen la oportunidad de obtener información detallada sobre los recursos florales que sustentan a los polinizadores. Esto permite ampliar el conocimiento sobre el comportamiento de estos insectos beneficiosos en agrosistemas y su capacidad de adaptación al cambio climático (Barnsley et al., 2022; Gallman et al., 2022).