El objetivo de este artículo es presentar una familia noble catalana del siglo XIII que proporcionó importantes personajes a la orden del Temple, al tiempo que recorrer los parentescos que ella estableció con otras familias también nobles, entre cuyos miembros se cuentan importantes dignatarios de la Orden. La familia Queralt-Timor y su relación con el Temple será el tema principal de este trabajo.
Muchos estudios han tratado de la relación de los linajes nobles con el Temple1. Sin embargo, resulta difícil generalizar, ya que las valoraciones pueden variar según el territorio y la época2 (Fig. 1).
Por lo que respecta a la corona catalano-aragonesa, Forey constata que el cargo de Maestre Provincial estuvo casi siempre ocupado por miembros de familias de la alta nobleza: Torroja, Cardona, Castellnou, Rovira, hecho que muestra hasta qué punto el linaje y la posición social eran determinantes en los cargos3. Sin embargo, otras familias nobles cuyos miembros desempeñaron importantes carreras en la orden resultan prácticamente desconocidas. Un ejemplo paradigmático lo constituye la familia Queralt4 y sus diferentes ramas ̶ Timor, Oluja.
Hemos tratado el linaje de los Queralt desde tres enfoques: por un lado, como benefactores en la creación de las encomiendas, en segundo lugar como miembros de la familia templaria, ya sea como donados o frailes, y, en tercer lugar, y no menos importante, como una aristocracia guerrera al servicio de la Orden y de la Corona.
Las encomiendas del Temple en la primera Marca
Es de sobras conocido que la primera donación al Temple en territorio catalán es la donación del castillo de Granyena realizada el 1130 o 11315 por Ramon Berenguer III, conde de Barcelona, quien también profesó en la Orden. Siguiendo su ejemplo, el conde de Urgell, Ermengol IV, un año después donaba al Temple el castillo de Barberà (de la Conca). Esta donación se vería completada cuando en 1133 el joven Ramon Berenguer IV les cedió su parte de dominio sobre Barberà6. La donación temprana de estas tierras por parte de los condes de Barcelona y Urgell muestra la inequívoca decisión de involucrar al Temple en la conquista. Por lo tanto, a pesar de ser donaciones tempranas, las encomiendas catalanas (excepto la del Masdéu7, en el Rosselló) no se constituyeron como tales hasta la conquista y consolidación de las principales plazas y castillos de frontera: Tortosa - Miravet (1148-1153) en el Ebro, y Lleida - Gardeny (1149), en el Segre8 (Fig. 2).
La Conca de Barberà constituía un territorio de gran valor estratégico en la retaguardia de la frontera. Es esperable que la encomienda que se asentó en el castillo de Barberà fuera una de las más importantes del Temple del Principado. Los preceptores y benefactores de la encomienda de Barberà y sus sub-encomiendas ̶ Vallfogona, el Rourell y la Espluga de Francolí ̶ pertenecieron a la nobleza de la zona, principalmente con los Queralt-Timor, los Su, los Oluja y los Cervera-Torroja. Por otra parte, es obligado relacionar la consolidación de este territorio templario con la figura del Maestre Provincial y después Gran Maestre, Arnau de Torroja9, emparentado, además, con estos linajes.
De los Gurb10 a los Queralt
Los orígenes del linaje Queralt11 se remontan a los Gurb, una familia cuyos antecedentes se encuentran en la conquista de la zona de Santa Coloma (Baixa Segarra y Conca de Barberà, en la Catalunya Nova). Los Gurb tenían importantes propiedades territoriales en la plana de Vic (Osona, Barcelona, Catalunya Nova) y se expandieron en tiempos de los condes catalanes por las tierras de la Marca. Una vez ampliado el patrimonio en el territorio de Gurb, emprendieron tareas de repoblación y aprissio por los condes catalanes en las nuevas tierras fronterizas: en los términos de Queralt, Figuerola, Rauric, Montargull (en las comarcas del Anoia, la Segarra y la Conca de Barberà).
Sendred de Gurb (fines del siglo X) fue un personaje muy vinculado a los condes de Barcelona y probablemente el primero de la familia que poseyó el castillo de Queralt (en Bellprat, Anoia), no sabemos si por compra o por usurpación, pero no fue hasta la cuarta generación, con su nieto Guillem Bernat, que los Gurb adoptaron el nombre Queralt12. Uno de sus hijos segundones fue Berenguer Guillem de Queralt, quien recibió de su padre los castillos de Santa Coloma y Figuerola en alodio, es decir, en plena propiedad13.
Con Berenguer Guillem comienza una rama secundaria de los Gurb-Queralt que poseyó un importante patrimonio en la zona de Santa Coloma. La rama principal empezó a decaer a causa de deudas, que originaron ventas y alienaciones, al tiempo que desmembraba sus posesiones en la zona de la Catalunya Nova y centraba su poder en la zona de Vic.
Berenguer Guillem figura entre los nobles de la Assemblea de Pau i Treva (Paz y Tregua de Dios) de 1134 en la que Ramon Berenguer IV, junto con el arzobispo Oleguer de Tarragona y otros magnates, concedía protección a la orden del Temple y acordaban las condiciones de su establecimiento en el país14.
Su hijo, Pere I de Queralt, fue un personaje notable15 que ayudó al conde-príncipe Ramon Berenguer IV en la conquista del Camp de Tarragona y las montañas de Prades16. Pere I poseía muchos castillos y territorios en la zona e intervino en muchos hechos importantes junto a los condes catalanes. En 1157 peregrinó a Jerusalén17 y diez años más tarde hizo testamento y se retiró al monasterio de Poblet donde profesó como monje y seguramente allí murió poco después. La figura de este personaje marca una constante en los nobles de su familia: la profesión de las armas, el servicio a los condes / reyes y la vocación religiosa.
El testamento de Pere I de Queralt dictado antes de profesar dejó como herederos a sus cuatro nepoti, Gombau de Oluja, Guillem de Timor, Ramon de Timor y Pere de Banyeres. El más favorecido fue Gombau de Oluja, a quien además de otros territorios le correspondieron los castillos de Queralt y Santa Coloma (este en alodio) y los de Rauric y Montclar, entre otros18. También heredó ciertos derechos que Pere I tenía en Conesa y en la Espluga de Francolí.
Gombau y Ermengarda de Oluja y las sub-encomiendas de Vallfogona y la Mesó del Rourell
El personaje de Gombau de Oluja y su esposa Ermergarda resultan interesantes para la historia del Temple de la encomienda de Barberà, así como la familia Su (también apelados Mont o Montargull), emparentados con ellos.
Ambas familias se habían establecido desde el siglo XII en la Conca de Barberà y la baja Segarra (en la Catalunya Nova), y controlaban la mayor parte de los castillos: los primeros eran señores de Vallfogona y los segundos tenían diversos derechos en Montargull y Albió, algunos compartidos con los Oluja. Desde el inicio de la conquista de la Conca de Barberà, en el siglo XII, Gombau de Oluja aparece como uno de los magnates de la zona19.
En virtud del testamento de Pere I de Queralt (1167), Gombau se convertía en uno de los nobles más poderosos de la Conca de Barberà. Sin embargo, el testamento conllevaba aceptar la herencia de las deudas del Queralt, unas deudas importantes reclamadas por los acreedores, quienes inmediatamente movieron causas contra Poblet, que tuvo que zanjar el rey Alfonso el Trovador. Esta situación llevó a Gombau en 1196 a empeñar al Temple el castillo y villa de Santa Coloma, junto con Savallà, Llorac (Conca de Barberà) y les Oluges (la Segarra), de modo que los citados lugares fueron propiedad de la Orden desde 1196 hasta 1213. El Temple ayudó a Gombau a sostener sus necesidades económicas y, a cambio, éste se convirtió en uno de los principales benefactores de la encomienda de Barberà (Fig. 3).
Gombau se libró al Temple en 1191 en cuerpo y alma juntamente con su esposa Ermengarda y cedió a la orden el castillo de Vallfogona (Conca de Barberà) con sus habitantes, casas tierras y todas sus pertenencias20. Las donaciones al Temple de Gombau deben entenderse dentro de la práctica habitual de donaciones retribuidas entre la Orden y los donantes21. Además de ayuda material, el Temple le proporcionó probablemente también salvaguarda personal dada la situación creada por la acusación que pesaba sobre él de incitar al asesinato del arzobispo de Tarragona22. Es significativo que después de los sucesos de Tarragona la actividad de Gombau se documente exclusivamente en la Conca de Barberà. A partir de la donación de los Oluja - Gombau y Ermengarda -, la casa de Barberà estableció una sub-encomienda en Vallfogona23.
Gombau desaparece de la documentación a finales del siglo XII y su esposa, Ermengarda, que le sobrevivió, residió en la casa del Rourell, una sub-encomienda de Barberà, en tierras del Camp de Tarragona24, que se formó a partir de la donación que el 1160 realizó Berenguer de Molnells del antiguo más de Bellestar al ingresar en el Temple. Aunque tradicionalmente se ha hablado de la encomienda del Rourell, las afrontaciones de dicho mas no corresponden a esta localidad sino al cercano pueblo de la Masó25; por lo tanto resulta más exacto hablar de la sub-encomienda de “la Mesó del Rourell”26.
La casa de la Mesó del Rourell estuvo regentada entre 1162 y 1180 / 1181 desde Barberà. Entre 1181 y 1187 se organizó la sub-encomienda bajo las directrices de la casa madre y es entonces cuando se documenta el primer preceptor. En el periodo de 1187 a 1197 hay noticia de otros dos comendadores, Guillem de Paratge y Pere de Aguda; fue durante el gobierno de este último cuando se produjeron las donaciones al Temple de Gombau y Ermengarda de Oluja (diciembre de 1196), de Titborga de Santa Coloma (enero 1197) y de Berenguer Duran (diciembre 1197). Pere de Aguda cesó como comendador de Barberà en mayo de 119827. En agosto del mismo año, se repite la donación de 1197 a la casa del Rourell de Berenguer Duran, ahora en manos de Ermengarda de Oluja, quien la recibe como preceptorix de dicha casa.
El hecho de que en el documento aparezca una mujer28 como preceptorix29 regentando una casa del Temple supone una peculiaridad bastante insólita en la organización templaria que induce Sans30 a afirmar que en el Rourell existió una encomienda templaria mixta, aunque más tarde, sin justificación alguna, cambió la expresión "preceptoria mixta" por "encomienda mixta de donados”31.
Ermengarda y su esposo Gombau habían sido admitidos en el Temple como frater et soror. Aunque la admisión conjunta ya supone que se trata de fratri coniugati, es decir, donados32, la terminología utilizada en los instrumentos de donación es ambigua puesto que, soror, donata e incluso consoror son utilizados indistintamente en una misma persona33. Hay que tener también en cuenta que la donación de 1198 de Berenguer Duran a la casa del Rourell viene precedida por una de diciembre de 119734 en la que se dona en cuerpo y alma en manos del comendador fra Pere de Aguda y de otros fratres de la casa del Rourell y pide que hagan con él lo mismo que con otros donados que viven en la misma casa35.
Aunque resulta casi imposible saber el grado de afiliación al Temple de los donados o fratres y sorores de la casa del Rourell, quizá pueda resultar indicativo observar que la donación de Gombau y Ermessenda de Oluja, la de Titborgis, hija de Berenguer de Santa Coloma (pariente de los Queralt-Timor) y la primera de 1196 de Berenguer Duran estuvieron presididas por el comendador de Barberà, mientras que en la segunda de Berenguer Duran, de 1198, solamente aparece Ermengarda y otros fratres. Que la preceptorix que regía la casa del Rourell fuera Ermengarda puede ser debido a que Gombau ya había muerto en aquella fecha (diciembre de 1198) y su viuda era la persona de más categoría social de la comunidad36. En el momento de la donación, la casa madre de Barberà era sede vacante de comendador, de manera que otra persona había de asumir la representación a efectos notariales (Fig. 4).
Resulta difícil establecer el estatus de los miembros de la comunidad de la Mesó del Rourell ya que podría tratarse o bien como una comunidad mixta de fratres y sorores con votos, o bien como una comunidad de frailes con donados que vivían en la misma casa o bien como una comunidad de donados; los diferentes tipos de afiliación a la Orden y la confusa terminología que ello conlleva37 no permite saber exactamente la posición de la preceptorix del Rourell. El comendador de Barberà, Pere de Aguda volvió a regir conjuntamente esta casa en 1199; por lo tanto, la dirección de Ermengarda no debió durar más de dos años. Más tarde, en 1204, fue comendador del Rourell Guillem de Mont, emparentado con los Oluja, que había sido anteriormente comendador de Barberà38.
La encomienda del Rourell fue siempre de poca importancia. Era de carácter rural y sus tierras las cultivaban directamente los frailes, ayudados por esclavos, una situación bastante atípica en las encomiendas del Temple39. Las dificultades de la Orden por conservar sus dominios en el Camp de Tarragona los llevó a alienar la encomienda el año 1248. Aparentemente no se conserva nada de su sede, tal vez la tipología urbana y de la pequeña población es heredera de ella. Sólo conocemos por los documentos que tenía una pequeña iglesia y un cementerio40. Los edificios de la sub-encomienda constituían un pequeño núcleo, eminentemente agrícola, que debió conservarse con pocas variaciones hasta fines del siglo XVIII. Ello se deduce a partir del escaso número de habitantes “sis focs” que el pueblo de la Masó mantenía en el siglo XVI41.
La categoría social de Ermengarda y Titborga ―desconocemos la del resto de la comunidad― parece avenirse mal con un convento humilde de este tipo cuyos miembros se dedicaban al cultivo de las tierras. Por este motivo, Fuguet42 avanzó la hipótesis de que podía existir una comunidad mixta de donados de la casa del Rourell que habitasen el santuario de Paretdelgada. Paretdelgada es un santuario dedicado a la Virgen, situado a 5 Km de la encomienda, en término de la Selva del Camp y no existe ninguna documentación43 que permita probar esta hipótesis. Sin embargo, la literatura sobre el lugar recoge la tradición44 de la existencia allí de un establecimiento dependiente de la casa del Temple de Barberà. El historiador local mosén Pié45, afirma que el santuario fue habitado y cuidado por donados desde su fundación, a fines del siglo XII; el problema radica en saber la identidad y función de esta comunidad, pero dada la situación del santuario en el camino de Tarragona a Lleida bien podía ser la del culto del templo y la de acoger a peregrinos y viajeros.
El conjunto de Paretdelgada comprende una iglesia y una construcción dedicada a hospicio. La cronología y la arquitectura del templo coincide en el tiempo ―fines del siglo XII―46 con la de la supuesta comunidad de donados, y su arquitectura es la misma que la de muchas iglesias con arcos diafragma de territorios templarios47. Otro elemento a tener en cuenta para justificar esta hipótesis es el hecho de que el Pavorde de la seo tarraconense fuera el señor de la Selva del Camp, ya que la catedral de Tarragona acabó adueñándose de las antiguas propiedades de la Mesó del Rourell.
Pere II de Queralt-Timor, templario y señor de Santa Coloma de Queralt
Las posesiones de Gombau de Oluja pasaron a la familia Timor, a los también sobrinos de Pere I de Queralt. Arnau de Timor, hijo de Guillem de Timor, en 1213 recuperó los bienes que Gombau de Oluja había empeñado al Temple y se convirtió en señor eminente de Santa Coloma. En 1221, antes de partir en peregrinación a Compostela, hizo testamento en el que dejó el castillo de Queralt, Santa Coloma y Figuerola a su hijo Pere, y 1000 sueldos al santuario de Bell-lloc de Santa Coloma48. Este señorío constituyó la baronía de Queralt, nombre que Arnau adoptó i simultaneó con el de Timor. Sus descendientes alternaron los dos nombres, aunque la rama principal se llamó Queralt.
Así pues, el primogénito de Arnau, Pere (¿-1275), tomó el nombre de Pere II de Queralt. Fue señor de Queralt y de Santa Coloma y se casó con Berenguera de Cervelló, hija de Ramon Alemany de Cervelló, otro noble catalán con el que había coincidido en la conquista de Mallorca (1229) junto a Jaume I. Pere II Intervino también en la conquista de Valencia y fue uno de los caballeros que firmaron los pactos de rendición de la ciudad el 123849 (Fig. 5).
Dispuso, como señor de Santa Coloma, numerosas ordenanzas de la villa, antes y después de su profesión en el Temple. En 1256 hizo testamento y legó el lugar del Codony al monasterio de Poblet, confirmó la donación de Montargull que anteriormente había hecho a los templarios y cedió a su hijo Pere III, el continuador de la estirpe y de la baronía de Queralt el resto de sus posesiones, haciendo constar que si éste moría sin descendencia lo habían de sustituir sus hermanos. Sin embargo, los castillos de Santa Coloma, Rauric y Figuerola debían regresar al Temple, si estos no tenían descendencia50.
Cuando realizó el testamento, Pere II ya era viudo51 e ingresó en la orden del Temple probablemente en 1257. No sabemos qué otras donaciones además de Montargull acompañaron su profesión. Documentación referida a transacciones y negocios de Pere II lo citan como fra a partir de 1260, indicio de su ingreso en la orden el Temple52. Sin embargo, continua en los documentos como señor temporal de Santa Coloma de Queralt y sus posesiones53.
No se conserva el documento de la profesión de Pere II de Queralt en la Orden, pero está documentado que a partir de 1260 desempeñó en ella cargos de gran importancia: en 1260-1262 fue comendador de Monzón; entre 1262-1264 comendador de Miravet, entre 1265-1267, de Gardeny, y Lugarteniente54 del Maestre Provincial en 1261, 1262 y 1266. Acudió a la campaña de Murcia (1265-1266) junto a Jaime I como representante del Maestre Provincial55.
Sorprende la carrera meteórica de Pere II56: apenas ingresado en el Temple, y ya probablemente de mediana edad, rigió las encomiendas más importantes de la provincia catalano-aragonesa y fue Lugarteniente del Maestre. Es posible que su carrera en la Orden fuera originada por su anterior carrera militar en las conquistas de la Corona y su buena relación con Jaime I. Pere II de Queralt fue un noble militar catalán qua aportó al Temple su experiencia en la lucha contra los musulmanes, una característica que compartida con otros nobles templarios catalanes, como anteriormente Arnau de Torroja57, Guillem de Mont-redon58 y sus contemporáneos los Anglesola, los Castellnou, los Rocabertí59, con los que la familia Queralt estableció relaciones de parentesco. El ingreso en la Orden les proporcionaba beneficios materiales y espirituales.
Como señor de Santa Coloma, Pere II intervino también en obras arquitectónicas importantes en la villa: la remodelación del castillo-palacio y la construcción de la portada del santuario de Santa Maria de Bell-lloc (Fig. 6).
El castillo es un edificio60 que tiene su origen probablemente en una torre del siglo XI, que un siglo más tarde fue sustituida por la actual. Una remodelación importante se debe al siglo XIII, en tiempos de Pere III, cuando se construyó una gran sala gótica rectangular con arcos diafragma de perfil apuntado que arrancaban de semi-columnas adosadas a los muros laterales. Las remodelaciones posteriores de que ha sido objeto han desfigurado parcialmente su apariencia primitiva, pero afortunadamente se ha conservado el primer tramo de la gran sala rectangular. Las semi-columnas que soportan los arcos de la sala gótica del castillo de Santa Coloma son de la misma factura que las que soportan las bóvedas de la iglesia de Santa Maria de Bell-lloc y también de las de la sala del castillo del Temple de Vallfogona61; las tres obras son contemporáneas y corresponden a la segunda mitad del siglo XIII (Fig. 7).
Un detalle interesante de la gran sala de Santa Coloma es el elemento decorativo que aparece en una de las ventanas triforas de la galería: una cruz potenzada inscrita en un círculo y otra cruz patente también inscrita en un círculo. Sin embargo, no parece ser solo un elemento puramente decorativo, ya que una cruz patente de las mismas características decora el exterior de la portezuela del lado norte de la iglesia de Bell-lloc62, un edificio también relacionado con Pere II de Queralt, y es el mismo motivo que aparece en uno de los capiteles de la galería del castillo templario de Corbera d’Ebre63.
El santuario de Santa María de Bell-lloc, situado a un km de la villa de Santa Coloma ha sido objeto de diferentes estudios desde el punto de vista histórico y artístico64. Los documentos más antiguos datan de 1260 y 1270 y se refieren a una comunidad de donados que cuidaban el santuario65. Esta comunidad tenía su propio estatuto y era regida por un mayoral elegido por la comunidad con el consentimiento del señor de Queralt. Había hombres y mujeres donados y frailes, que recibían el hábito. En 1170 los donados decidieron transferir parte de sus privilegios al párroco de Santa Coloma, hecho que refleja una decadencia de la institución que se vio aumentada cuando en 1307 cedieron el santuario a la Orden de la Merced66. Anteriormente, los Queralt se habían enterrado en los cercanos monasterios cistercienses de Poblet y Santes Creus67 mientras que Bell-lloc se convirtió en mausoleo de la familia, probablemente a partir de Pere II68 y desde fines del siglo XIII los señores de Queralt eligieron sepultura de manera permanente en Bell-lloc.
La gran puerta monumental del santuario se ha datado a mediados del siglo XIII69, en tiempos de Pere II, y constituye un importante conjunto artístico cargado de simbología. En primer lugar, muestra elementos heráldicos: la cruz70, el escudo de los Queralt - un león rampante coronado -; un ciervo, posiblemente el de la esposa de Pere II, Berenguera de Cervelló y unas fajas vibradas del linaje Anglesola. En el lado izquierdo del friso hay una escena en la que aparece un personaje arrodillado frente a un fraile la cual se ha interpretado como la obligación de orar y proteger los peregrinos propia de las órdenes militares71; sin embargo, es más plausible que aluda a la ceremonia de la imposición del hábito a los donados de la casa, puesto que la representación escultórica coincide con el hábito descrito por Segura72 (Fig. 8).
Además del león rampante, símbolo heráldico de los Queralt, aparece en otros relieves un caballero luchando con este animal. Esta escena, que se muestra en la puerta y en la clave de la bóveda de la capilla del panteón de Pere IV y Francesca de Castellnou (siglo XIV), se ha relacionado con una hazaña de Pere II de Queralt, según la cual, el caballero, luchando valientemente, fue hecho prisionero en una batalla; cuando sus enemigos conocieron su identidad, quisieron poner a prueba su valor y le prometieron la libertad si luchaba contra un terrible león, al que, naturalmente, venció. La hazaña le valió el sobrenombre “Cor de Roure” (Corazón de Roble) (Fig. 9).
Desconocemos la antigüedad de esta leyenda, fue recogida en el siglo XVIII73 , pero que debía de haberse transmitido oralmente; prueba de ello es que dio lugar a una obra de teatro romántico en el siglo XIX74. El significado de la escena parece aludir a la lucha entre el bien y el mal75, que, en el contexto guerrero de Pere de Queralt, puede tener el significado añadido de la lucha de los cristianos cruzados contra el Islam76.
No existen motivos para afirmar que Bell-lloc fuera un establecimiento templario, pero su historia y su arquitectura muestran que existió una relación directa entre el santuario y el señor de Queralt, Pere II, y, por extensión, con la Orden. Por otra parte, las características comunes entre Bell-lloc, el castillo de Santa Coloma y otros edificios contemporáneos de establecimientos del Temple - Corbera [de Ebro], Vallfogona - permiten situarlo dentro de la categoría de obras realizadas bajo los auspicios de un personaje directamente relacionado con la Orden. El “dictamen” previo a declarar el santuario monumento histórico-artístico lo consideraba una construcción templaria77.
El linaje Timor y el Temple
Pere II y sus hermanos alternaron los nombres Queralt y Timor. A partir de aquí, Pere II y sus herederos, la rama principal del linaje, adoptaron el nombre Queralt mientras que sus hermanos, Jaume y Arnau, adoptaron el de Timor. Ambos desempeñaron también cargos importantes en la Orden del Temple: Jaume fue comendador de Gardeny y Barberà y Lugarteniente del Maestre Provincial, y Arnau lo fue de Monzón, Gardeny y Huesca y también Lugarteniente del Maestre78 (Fig. 10).
En la historia del Temple catalán hay otros personajes con el apellido Timor. Aunque no podemos establecer el parentesco entre ellos y los Queralt, sí que podemos afirmar que pertenecen a una rama lateral del mismo linaje originario. Establecer el parentesco de los Queralt resulta relativamente fácil puesto que, como barones, siguieron una línea patrilineal clara. No ocurre lo mismo con los Timor cuyas relaciones de parentesco no hemos podido establecer; solamente conocemos que los descendientes de esta familia señorearon territorios en la zona, a veces compartidos con los Queralt y que su personaje más conocido - Dalmau de Timor - está relacionado con la encomienda de Barberà.
Dalmau de Timor fue en 1300 jefe de los turcoples79 en Chipre donde alcanzó un gran prestigio. Fue luego comendador de Barberà de 1305 a 130780. Cuando los templarios de la corona catalano-aragonesa, asediados por las tropas de Jaime II se replegaron en sus castillos, Dalmau marchó de Barberà a Monzón, una fortaleza más segura. Allí tuvo enfrentamientos con el comendador, Berenguer de Bellvís, y organizó algaradas en los pueblos vecinos81. Era personaje muy apreciado por Jaime II82 quien escribió al Gran Maestre, Jacques de Molay proponiendo que lo nombrara Maestre Provincial83, cargo que finalmente Molay adjudicó a Ximen de Lenda. Después del proceso Dalmau no se retiró a ningún convento sino que continuó con una activa vida militar dentro de la familiaritas del Rey y participó en la conquista de Cerdeña84.
Las relaciones de parentesco de los Queralt con los linajes Anglesola, Castellnou y Rocabertí
Ningún descendiente del templario Pere II de Queralt profesó en la Orden aunque continuaron manteniendo buenas relaciones con el Temple y la Corona. Sus miembros continuaron luchando en las guerras de los reyes: en la frustrada cruzada de Jaime I a Tierra Santa, en la conquista de Cerdeña, en las campañas de Almería y del norte de África...
Los Queralt establecieron lazos de parentesco con linajes de la nobleza catalana, principalmente por vía matrimonial, con las que compartió la participación en las campañas de los reyes. Seguir todas las relaciones tejidas con estas familias resultaría excesivo y no exento de gran dificultad. Aquí nos hemos limitado a señalar los parentescos más directos algunos de cuyos miembros también profesaron en el Temple.
Pere III de Queralt y de Cervelló, hijo de Pere II participó como caballero principal en las campañas del rey Pere II. Intervino en las Vísperas Sicilianas85. Se casó con Margelina de Anglesola.
La familia Anglesola era una de las principales familias nobles asentada en las tierras de Lleida que favorecieron las encomiendas templarias del Segre, - Barbens, Corbins y Gardeny 86. El padre de Margelina era Guillem III de Anglesola, templario, que profesó en el Temple con consentimiento de su mujer. Según Miret87 fue comendador de Gardeny en 1247 y de Horta en 1255. Es probable que sea el mismo que, según Forey88, fue comendador de Barberà en 1246 y 1258-1260; de Gardeny, en 1247; y de Corbins 1261. Tenemos noticias de Guillem por una denuncia al Maestre del Temple, entonces Arnau de Castellnou, sobre una agresión que había realizado un hijo del templario Guillem de Anglesola, con el consentimiento de su padre, contra Huguet de Cervelló89.
Guillem III fue el hermano de Geralda de Anglesola, esposa de Simó de Palau90, quien, sin descendencia masculina, dejó el castillo de la Espluga de Francolí al Temple y este estableció allí una sub-encomienda que dependía de la casa de Barberà. El testamento llevó a Gueralda y después a su hija Sibila a pleitear con el Temple91. Guillem III de Anglesola, se casó en primeras nupcias con Constanza de Alagón, hija de Blasco de Alagón, gran colaborador de las campañas de Jaime I en el reino de Valencia, señor de Culla. Su hijo vendió Culla a los templarios para ampliar la encomienda de Peníscola92.
En 1307 ingresó en el Temple Ramon de Anglesola93 (que pertenecía a otra rama94 de los Anglesola) en la encomienda de Barberà, pero con la particularidad que la profesión se realizó en el convento de los franciscanos de Montblanc, al tiempo que se realizaba una asamblea de la Orden95. La pertenencia de Ramon a un linaje importante fue probablemente el motivo por el cual después del proceso recibió una pensión de 4000 sueldos barceloneses, como Dalmau de Timor o Berenguer de Bellvís, sin haber estado al frente de ninguna encomienda y de haber profesado en la Orden poco antes del proceso96.
Pere IV, hijo de Pere III de Queralt y de Margelina de Anglesola, participó en la campaña de Cerdeña. Intervino en las negociaciones con los templarios en el sitio de Miravet en 1308 y fue uno de los enviados por Jaume II al concilio de Viena del que realizó un exhaustivo resumen97. Se casó con Francesca de Castellnou98 que pertenecía a una familia noble del Rosselló que se mantuvo fiel a Pere II en la lucha con Jaume de Mallorca99. Su padre era Jaspert de Castellnou, que se distinguió en la campaña de Granada y conquistó Ceuta100. Su tío abuelo, Arnau de Castellnou fue Maestre Provincial del Temple de 1267 a 1277101.
Según la genealogía establecida por P. Ponsic y seguida por P-V. Claverie, Francesca era hija de Jaspert V de Castellnou y su segunda esposa, Galceranda de Narbona102. Sin embargo, según A. de Fluvià103 Francesca era hija de un primer matrimonio de Jaspert con Alamanda de Rocabertí. Alamanda era hija del vizconde de Rocabertí y su primera esposa Ermesenda Desfar. Por lo tanto, sería hermanastra de Guillem y Dalmau de Rocabertí fruto del matrimonio de Dalmau con Guillema de Cervelló. Mas tarde los Queralt emparentaron con los Rocabertí mediante el matrimonio de Pere V de Queralt y Castellnou con otra Alamanda de Rocabertí, sobrina de la primera (Fig. 11).
Guillem de Rocabertí fue arzobispo de Tarragona y presidió el Concilio de Tarragona (1312) en que se absolvió a los templarios de la Corona de Aragón. Dalmau de Rocabertí estuvo al mando de la guarnición del Temple en la isla de Arwad, fue capturado y llevado prisionero a Egipto, donde permaneció hasta 1315. Una vez hubo regresado a Cataluña, se retiró al convento de Sant Martí en Girona104. La importancia del personaje se aprecia en el interés que desplegó el rey Jaume II hasta conseguir su liberación105 y en el hecho de ser el miembro del Temple de la corona catalano-aragonesa que obtuvo la mayor pensión después de la abolición del Temple (8.000).
A manera de conclusión
La trayectoria de la familia Queralt-Timor ejemplifica una relación de la nobleza medieval catalana con la orden del Temple, que, en parte, es compartida por otros linajes principales.
El templario Pere II de Queralt entró en la Milicia después de haber luchado en las campañas de la conquista cristiana. Esta situación es parecida a la de otros templarios catalanes, que alcanzaron grandes puestos en la Orden. Pere II de Queralt era ya de mediana edad y viudo cuando entró en la Orden; hay que recordar que el Temple no impedía que profesaran personajes casados si sus esposas daban el consentimiento, como el ya citado Guillem de Anglesola106 .
La profesión - o donación - al Temple de los Oluja, parientes de los Queralt proporcionó a la Orden un señorío en el que instalaron una subencomienda. Sin embargo, no se registran donaciones de Pere a la casa de Barberà. Y así como algunos importantes templarios107 donaron todo su patrimonio a la Orden, el señor de Queralt así como el de Anglesola dejaron la mayor parte del patrimonio a sus hijos, que continuaron el linaje. Así, los Queralt mantuvieron su patrimonio e incluso recuperaron lugares que habían sido empeñados a la Orden; también Guillem III de Anglesola dejó el señorío de Culla a su hijo Guillem IV, quien lo vendió al Temple108.
Es importante remarcar que si bien en muchos casos los miembros de la nobleza que profesaron en el Temple no eran los herederos del patrimonio, Pere II de Queralt y Guillem III d'Anglesola rompen el esquema, ya que son los que conservan el señorío, que transmiten a sus hijos.
La profesión tardía de Pere II de Queralt puede responder a varios motivos que no son excluyentes entre sí. Por una parte, un sentimiento religioso de cruzada y, por otra, la vocación guerrera de una aristocracia militar ocupada en la conquista de la Península.
El sentimiento religioso había conducido a algunos miembros de la nobleza a peregrinar a Jerusalén, pero más adelante, en pleno avance de la conquista cristiana, las elites guerreras encontrarán un cauce para sus aspiraciones religiosas y militares en la profesión en las ordenes militares, en este caso en el Temple. Una vez reconocida como cruzada la lucha en la conquista, principalmente a partir de las campañas de Tortosa (1148)109 y Lleida (1149), el Temple les proporcionaba una actividad militar igual a la que hasta entonces habían realizado dentro de una idónea organización, al tiempo que procuraba por su salvación en el más allá110. El Temple aprovechaba también la experiencia en el arte de la guerra de la nobleza combatiente; no es casual que muchas veces sin una carrera anterior en la Orden, alcanzasen puestos de responsabilidad, como en el ejemplo de Pere II de Queralt. Hay que tener en cuenta también que muchos miembros de las familias nobles - Queralt, Anglesola, Castellnou111 - participaron en las empresas de los reyes de la Corona catalano-aragonesa y que esta había asociado a los templarios en sus campañas. Las relaciones de parentesco que tejieron entre ellos, principalmente por vía matrimonial, reforzaron las características comunes: participación en las campañas militares de sus soberanos y protección al Temple.
La carrera de los Timor, principalmente la de Dalmau, es un ejemplo de carrera militar entre Oriente y Occidente: jefe de los turcoples en Chipre y comendador de Barberà. Su vocación guerrera se hace patente cuando después del proceso, no elige retirarse a una institución religiosa, sino que continúa en el entorno del rey Jaume I y participa en sus campañas militares.
No conocemos ningún miembro de la familia Queralt que fuese obispo o abad. En cambio, los cargos eclesiásticos abundan en los linajes de los Rocabertí o los Torroja. Muchos prelados intervinieron en la conquista aportando hombres y recursos a las batallas, como Berenguer de Torroja112, hermano del Gran Maestre. Otros ejercieron misiones diplomáticas e intervinieron en los asuntos eclesiásticos, como el arzobispo de Tarragona, Guillem de Rocabertí, que presidió el Concilio de Tarragona en el que se absolvió a los templarios catalanes113.
El ejemplo de los Queralt muestra una familia, que en sus dos ramas principales -Queralt y Timor - proporcionó personajes importantes a la Orden mientras los miembros que no profesaron mantuvieron buenas relaciones con ella.
Finalmente, la trayectoria de los Queralt-Timor podría considerarse un caso aislado o bien puede ser una ventana abierta para reconsiderar la vocación guerrera y laical de los freires114 (Fig. 12 y 13).