1.Introducción
La aparición de la pandemia provocada por el COVID-19, ha acrecentado la preocupación por la salud física y mental de la población joven y universitaria, produciendo graves consecuencias negativas por la disminución de la actividad física y la repercusión psicológica ocasionada por el aislamiento social (Andreu, 2020). Por otra parte, se ha generado un gran incremento en el sedentarismo de la población joven, a la vez que se han desarrollado malos hábitos en la alimentación, irregularidades en el sueño y en el descanso, un aumento en el uso de los recursos tecnológicos, llegando a ocasionar incluso una dependencia, junto a que se producen sentimientos de frustración o aburrimiento (Brooks et al., 2020). Esta problemática, ha motivado a lanzar en la Universidad de Salamanca (USAL) el Proyecto de Innovación y Mejora Docente 2021/2022 alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas sobre salud, bienestar y educación de calidad, abordando de manera integral los desafíos de los sistemas educativos sostenibles y reconocer los vínculos inextricables entre personas saludables, sociedades saludables y un planeta saludable, en el contexto de la población universitaria. Incluida esta investigación dentro del objetivo general del proyecto: “Analizar las actividades de ocio y tiempo libre en función de indicadores de vida saludable desarrolladas en USAL para elaborar una guía de ocio saludable”, en base a la pregunta de investigación: ¿Qué conceptualización, uso y dificultades hacia el ocio y el tiempo libre se observan en la población juvenil de la USAL? Se propusieron los siguientes objetivos específicos de investigación, vinculados con el Proyecto:
De acuerdo con Espejo (1989) el ocio no es tiempo libre ni el tiempo libre es ocio, aunque no se puede negar que son términos conceptuales interrelacionados que pueden presentar elementos en común. El tiempo libre es el que queda una vez realizadas y satisfechas las necesidades básicas y las obligaciones sociales y familiares. Miranda (2006), caracteriza al ocio a partir de tres enfoques. El primero de ellos es el individual, cuyas características son el descanso, la recreación y desarrollo personal, sus actividades adquieren diversas funciones como la terapéutica, el desarrollo educativo y humano. El segundo enfoque, lo social: muchas de las actividades de ocio se realizan en sociedad, aunque adquieren carácter simbólico; es decir ciertos sectores reafirman su posición social frente a otros grupos. El tercer enfoque es el económico, desde el cual las actividades de ocio son llevadas a cabo por personas que tienen excedente monetario o poder adquisitivo holgado. De acuerdo con Álvarez y Hernández (2021) el ocio ha pasado por diversas concepciones hasta llegar al concepto actual. Se trata de un concepto multiforme que varía en función de las condiciones sociales y culturales de cada época. En la actualidad, el ocio se ha tenido que adaptar a las nuevas condiciones supeditadas por la pandemia del COVID-19. De acuerdo con el estudio de Faci (2016) las actividades que implican relación social suelen ser las preferidas por la adolescencia y juventud de todos los segmentos poblacionales, pero en las zonas con núcleos poblacionales inferiores, habría una menor influencia; a lo que en la actualidad, podemos incluir una visión afectada por la pandemia y la reducción de la posibilidad de realizar actividades grupales y con iguales (Sánchez-Gómez et al, 2021). Caballo et al. (2017) concluyen que las actividades de ocio más importantes en la vida de los jóvenes, son las actividades deportivas, ya sean individuales, colectivas, de competición o al aire libre. Estos autores indican a su vez, que dentro de los motivos de renuncia de los jóvenes a actividades de ocio que les gustan, destaca de forma muy elevada la falta de tiempo. Al referirnos a los conceptos de ocio y tiempo libre, Sarrate (2016) citado en Sandoval (2016) hace referencia a que el primero sería el continente y el ocio sería el contenido, de tal manera que el tiempo libre se convierte en ocio cuando es empleado para hacer aquello que agrada y que procura el recreo y cultivo. En tal sentido, el ocio será parte del tiempo libre, pero solo aquel caracterizado por la libre elección y el desarrollo de actividades que satisfagan necesidades individuales de acuerdo con las preferencias, y además, un tiempo cuya finalidad pueda ser, entre otras, el descanso, la huida de la civilización y el disfrute de la naturaleza, la huida de la rutina y la responsabilidad, el ejercicio físico, la interacción con la familia, el altruismo, la diversión, o el desarrollo del sujeto o recreación. De acuerdo con Úbeda-Colomer et al. (2018) los principales motivos del abandono del deporte y de la actividad física en la población universitaria son: Cuestiones físicas o de salud (enfermedades o lesiones), la falta de tiempo, la exigencia de los estudios y la falta de recursos económicos. En cambio, el estudio realizado por Ruiz-Hernández (2021) destaca entre los principales motivos de abandono el preferir hacer otras actividades, junto a la falta de tiempo y las lesiones. Corbí-Santamaría et al. (2019) muestran que las barreras hacia el ocio y la práctica de la actividad físico-deportiva son variables a largo plazo, estando ligadas a las necesidades personales puntuales en función del estado de la persona y vinculadas a factores culturales y económicos (Niñerola i Maymí et al., 2006). El inicio de la etapa universitaria, es uno de los principales momentos de abandono de la actividad física (Romero y Amador, 2008; Moscoso, 2011).
2. Método
2.1 Participantes
Se ha empleado un muestreo no probabilístico de tipo causal o accidental (Latorre et al., 2003), aquel en que el investigador selecciona a los participantes que le son accesibles. Han participado en la investigación un total de 94 estudiantes de la Escuela Universitaria de Magisterio de Zamora, perteneciente a la USAL. Cursaban el grado de educación infantil, de educación primaria y el doble grado de educación infantil y primaria. Ha habido una mayor representatividad de mujeres en el grupo participante, 72 mujeres y 24 hombres (Cazalla-Luna y Molero, 2018). Esta distribución se debe a que en nuestro contexto la mayoría de los sujetos que cursan estos estudios son mujeres. La edad promedio es de 21,5±1,74 años.
2.2 Diseño y procedimiento de la investigación
Se ha utilizado una metodología cualitativa (Sánchez-Gómez et al, 2018), basada en el análisis de contenido, que tal y como indica Andreu (2000) citado en Díaz (2018) este diseño: “consiste en un conjunto de técnicas sistemáticas interpretativas del sentido oculto de los textos” (p. 22). Se han seguido las etapas en las técnicas del análisis de contenido, descritas por Arbeláez y Onrubia (2014):
El proceso de categorización, ha sido por un lado apriorístico, destacando las categorías observadas en la literatura científica sobre la meta-categoría “ocio y tiempo libre para la población universitaria” y por otro lado emergente, destacando las categorías y subcategorías que surgieron de la codificación. En el proceso de codificación participaron seis investigadores. El proceso de codificación se basó en la Teoría Fundamentada, realizando una codificación abierta y posteriormente una codificación axial, comprobando el nivel de acuerdo entre las categorías de análisis. Se analizaron las 5 categorías que se describen a continuación:
Este proceso de categorización, ha sido ya usado en diversas investigaciones anteriores, basadas en la metodología cualitativa y cuyo análisis de datos está apoyado en los Computer Assisted Qualitative Data Analysis Software (CAQDAS) (Verdugo-Castro et al., 2019) en concreto, con el uso del software webQDA (Cabanillas-García et al. 2019; Cabanillas-García et al. 2020a; 2020b; Cabanillas-García, 2021; Cabanillas- García et al. 2021).
2.3 Instrumento de investigación
Para la toma de datos se utilizó un cuestionario de respuesta abierta. De acuerdo con Cabello y Carrera (2017) al ser un instrumento de elaboración propia, el cuestionario debe ser validado mediante algún procedimiento metodológicamente adecuado. Por ello se sometió a la revisión y validación de contenido, a través de la evaluación de expertos, un procedimiento habitual para este tipo de estudios (Barroso y Cabero, 2010). Se valoró el grado de acuerdo en la adecuación (preguntas adecuadamente formuladas para los destinatarios que vamos a encuestar) y pertinencia (contribuyen a recoger información relevante para la investigación) obteniendo un grado de acuerdo elevado. Se construyó una tabla de categorías de acuerdo a los criterios establecidos por Cisterna (2005) a partir de la conjunción de la meta-categoría de análisis, las categorías, las subcategorías los objetivos de investigación, vinculándose con las preguntas abiertas. En la tabla 1, se muestra la tabla de categorías. Las subcategorías que aquí se reflejan, son las que han surdido del proceso de análisis de datos.
2.4 Procedimientos
La investigación se ha ejecutado en cuatro fases, que se muestran en la Figura 1.
3.Resultados
Se destacan a continuación, las subcategorías que han obtenido un mayor número de referencias, dentro de la codificación realizada del corpus textual de las respuestas de los cuestionarios de respuesta abierta. En primer lugar, haciendo referencia a la C1, se puede observar en la Figura 2 que para el alumnado, el “ocio y tiempo libre” es un concepto que implica diversión y disfrutar (38 referencias; 18,10%), como indica la participante 67: “Es un periodo de tiempo, el cual sirve de entretenimiento, es decir, lúdico y divertido” a la vez que ayuda a mejorar la salud mental y la desconexión de la carga diaria (36 referencias ; 17,14%) tal y como indica la participante 25: “Refrescar la mente y tener salud y paz mental”, siendo el tiempo fuera de las actividades obligatorias (33 referencias; 15,71%) como muestra el participante 54: “Son los procesos voluntarios que se llevan a cabo más allá de las tareas obligatorias”, donde el alumnado lleva a cabo sus aficiones (31 referencias; 14,76%) tal y como especifica la participante 78: “Es un tiempo que dedico para hacer las cosas que me gustan”.
Con respecto a la C2, se puede observar en la Figura 3 que la mayor parte de los participantes, disponen de un presupuesto semanal para ocio y tiempo libre situado entre 1 y 25€ (31 referencias; 31,63%) como indica el participante 32: “Mi dinero disponible para ocio es 5-10 € mínimo y 20€ máximo”. No obstante, hay que destacar que una amplia parte del alumnado, no recibe ni dispone una partida de dinero para invertir en su ocio y tiempo libre (22 referencias; 22,45%) tal y como nos muestra el participante 66: “No recibo ningún dinero para gastar en mi tiempo libre”. Además, es muy baja la referenciación de participantes que muestren que disponen de su propio dinero (1 referencia; 1,02%) mostrado por el participante 9: “Tengo mi propio dinero para cubrir mis necesidades”.
Analizando la C3, se puede observar en la Figura 4 que entre los principales motivos del alumnado para no utilizar su tiempo libre en actividades de ocio son la falta de tiempo (28 referencias; 22,22%) como nos indica el participante 59: “En gran parte de las ocasiones no realizo actividades de ocio por falta de tiempo”, las laboras académicas y el estudio (27 referencias; 21,43%) de acuerdo al participante 79: “No tengo tiempo de ocio debido a mi condición como universitaria” y la falta de interés por las actividades de ocio que realizaba con anterioridad (17 referencias; 13,49%) como indica la participante 89: “Tal vez porque me haya dejado de interesar la actividad”.
En referencia a la C4, se puede observar en la Figura 5, que los principales lugares en los que el alumnado invierten su tiempo libre y de ocio, son preferentemente los parques (39 referencias; 31,97%) tal y como nos indica el participante 17: “Existen parques en diferentes zonas en las que hay aparatos que permiten realizar ejercicio, además de un carril bici que rodea la ciudad” los recintos deportivos (29 referencias; 23,77%) de acuerdo al participante 25 que dice: “De mi domicilio a alguna instalación deportiva tengo 10 minutos andando” y los bares (22 referencias; 18,03%) como nos indica el participante 72: “Estoy a menos de diez minutos del centro por lo tanto estoy muy cerca de lugares como bares”. No obstante, es muy destacable la baja referenciación de la propia casa como un lugar cercano de ocio, donde se pueden realizar multitud de actividades lúdicas de ocio saludable (1 referencia; 0,82%) tal y como nos muestra el participante 50: “Mi casa es el mejor sitio para invertir mi tiempo libre”.
Finalmente, profundizando en la C5, se puede observar en la Figura 6 que debido a la pandemia provocada por el COVID-19, se han reducido considerablemente las relaciones sociales entre los estudiantes universitarios (24 referencias; 34,34%) tal y como nos indica el participante 61: “Antes salía mucho con mis amigos y parejas y ahora por miedo a que pase algo o contagiarme muchas veces no salgo”. En menor medida, el alumnado muestra que les importan cosas que antes no tenían tanta importancia para ellos (11 referencias; 18,3%) como dice el participante 53: “Antes de la pandemia yo me aburría fácilmente de todo, pero al llegar la pandemia aprendí a disfrutar y aprovechar y sobre todo a encontrar lo que me gustaba hacer y no me aburría” a la vez que realizan en mayor medida actividades individuales (8 referencias; 13,11%) de acuerdo con la participante 4: “He aprendido a hacer cosas sola sin necesidad de compañía”.
4.Discusión y conclusiones
Dando respuesta a los objetivos de investigación. En referencia al OE1, el principal factor que define el concepto de ocio para el alumnado de la USAL es que son actividades para divertirse, coincidiendo con el primero de los enfoques mostrados por Miranda (2006) de la caracterización del ocio, mostrándose como un elemento puramente recreativo y adecuado para realizar las aficiones de las personas. A la vez, el alumnado destaca que es el tiempo fuera de las actividades obligatorias, coincidiendo con la definición del tiempo libre de Espejo (1989), destacando que el ocio y el tiempo libre son términos conceptuales interrelacionados que pueden presentar elementos en común. Por otra parte, en referencia al OE2, se ha constatado que de forma general, el alumnado dispone de dinero para poder invertir en su ocio y tiempo libre, aunque no es una suma importante, y además, hay una pequeña proporción que no recibe ningún dinero ni ayuda para poder invertir en su tiempo libre y de ocio, teniendo que realizar actividades que no conlleven ningún costo o gratuitas. Estos resultados mantienen la línea del estudio realizado por Santos (2020). Analizando el OE3, se ha comprobado que los principales factores que delimitan el no utilizar su tiempo de ocio o realizar actividad deportiva son la falta de tiempo y la exigencia de la carga de estudios, coincidiendo con los resultados obtenidos por Caballo et al. (2017), Úbeda-Colomer et al. (2018) y Ruiz- Hernández (2021) que nos muestra que en la actualidad, la población universitaria presenta grandes cargas de estudio que le impiden poder disfrutar de su tiempo libre, que junto a la falta de organización y desmotivación de ciertas actividades, ocasione un problemático sedentarismo, impidiendo que realicen los tiempos mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud de actividad deportiva. En relación con el OE4, se ha comprobado que los sitios que disponen los participantes cercanos a su lugar de residencia para poder realizar actividades de ocio, son en primer lugar los parques, donde pueden realizar actividades deportivas en los diferentes implementos que hay en estas zonas al aire libre o pasear, a la vez que pueden socializarse, manteniendo reuniones entre iguales. En segundo lugar, se sitúan los recintos deportivos donde se pueden practicar la mayor parte de deportes de interior, habiendo también salas de pesas y de clases. En tercer lugar, se sitúan los bares, donde los jóvenes universitarios se reúnen para compartir experiencias y socializarse con iguales, resultados que coinciden con Faci (2016) en que las actividades que implican relación social suelen ser las preferidas por la adolescencia y juventud de todos los segmentos poblacionales. No obstante, destaca la muy baja referenciación del ocio realizado en casa que contrasta con publicaciones como las realizadas por Rico y Fernández-Rodríguez (2016) y Tardivo et al. (2018) que muestran que la población juvenil adora el ocio digital, jugando a videojuegos y conectados a redes sociales, en donde se invierte una gran cantidad de tiempo de su ocio en su propia casa. Finalmente, dando respuesta al OE5, se ha podido constatar que la pandemia ha afectado en gran medida al ocio y al tiempo libre de los estudiantes universitarios. Han disminuido de forma considerable sus relaciones sociales valorando y disfrutando cosas que antes de la pandemia no le daban tanta importancia. El uso de una metodología cualitativa para este tipo de trabajo de análisis del ocio y tiempo libre del alumnado universitario, ha ayudado a comprender los motivos de la deficitaria calidad en el uso de su tiempo de ocio, de una forma exhaustiva y cercana. Una de las limitaciones en la investigación, ha sido que los participantes no aportaban una amplia información en algunas de las preguntas que se le hacía por su falta de conocimiento o de tiempo. En el futuro, se pretende ampliar la investigación al resto de titulaciones de la USAL.