INTRODUCCIÓN
Al Oeste de Vitoria-Gasteiz (248.000 habitantes) se sitúa el mayor polígono industrial de Euskadi (Polígono de Júndiz) colindante con la autovía A-1. Sus áreas verdes fueron rellenadas en los años 90 con tierras y residuos de construcción quedando el suelo degradado.
En el 2015 se inicia un proceso de restauración ejecutando el gran corredor verde de Mendebaldea (Figura 1) cuyo objetivo es crear un paisaje multifuncional para mitigación del cambio climático (fijación de carbono) y reducción de la contaminación atomosférica y del suelo así como del impacto visual y acústico provocado por las infraestructuras viarias.
La actuación se ejecuta en fases sucesivas de norte a sur: Lermanda 2016-2017, Mendigurentxo 2018-2019 y Aríñez 2020-2021. En esta última zona, dada la presencia de suelos contaminados contaminado con metales (As y Pb) y orgánicos (PCB y PAH entre otros), se establecen parcelas de ensayos experimentales de fitorremediación (descontaminación con plantas) que se incorporarán a una red de monitorización europea bajo los proyectos PhytoSudoe (VV.AA., 2020) y Phy2Sudoe.
MATERIAL Y MÉTODOS
El proyecto de restauración se apoyó en soluciones basadas en la naturaleza, comenzando por zonificar el ámbito según la calidad del suelo y proyectando las vegetaciones según la dinámica de los sistemas naturales existentes. Se incluyeron herramientas de monitorización del proceso para controlar la salud de los suelos y las plantas, colaborando con centros locales de investigación y la participación ciudadana.
Zonificación de usos
El ámbito se zonifica como sigue: las zonas contaminadas se sanean y se establecen como parcelas a fitorremediar, aquellas con acopios de inertes (áridos, tierras) se remodelan reutilizando los materiales para crear nueva topografía (diques de tierra como barrera acústica), los suelos pobres reciben enmiendas orgánicas y los suelos en mejor estado se reservan para los usos agrícolas. Las escorrentías se retienen en superficie mediante la creación de charcas temporales (Figura 2).
Sobre esto se establece un mosaico de vegetaciones autóctonas según sus querencias ecológicas: bosques de encinar sobre colinas de orientación sur y como pantalla visual frente a viales; quejigales sobre pequeñas ondulaciones del terreno; fresneda-olmeda en la ribera de los arroyos y matorral para los suelos más someros. Los suelos más pobres se tratan con rotación cultivos agrícolas regeneradores y los mejores con praderas rústicas.
Resumen de actuaciones
Tras las limpiezas superficiales se prepara el terreno con desbroces, gradeos y despedregados, siguendo las las enmiendas orgánicas ya comentadas. Tras ello los movimientos de tierras y excavación selectiva remodelan el relieve reutilizando los materiales inertes en diques y montículos (su interior con áridos y se exerior con tierra vegetal). Los nuevos caminos se ejecutan materiales reciclados. Finalmente, mediante las plantaciones y siembras se instalan bosques permanentes, setos y praderas.
Objetivos de reducción de impactos
Para maximizar la fijación de carbono se incorporan al suelo grandes cantidades de materia orgánica, bien como enmiendas superficiales (dosis de 50 a 75 Tn/ha de compost municipal) como mediante el enterramiento de troncos y ramas en montículos. En los cultivos agrícolas la cosecha se tritura e incorpora al suelo y se reducen los laboreos para evitar pérdidas de carbono. De cara a mitigar la contaminación atmosférica, se ubican densas plantaciones junto a los puntos de emisión (fábricas y vías de transporte) y se establece un período mínimo de 40 años para mantener los bosques como sumidero de carbono.
En base a la bibliografía y la calculadora de absorciones exante del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se calcula la reducción de CO2 por uso de áridos reciclados (VV.AA., 2006), el almacenaje en planta y suelo por establecer cultivos agroforestales (Shrestha and Lal, 2006) y la absorción de contaminación (SO2, 03, NO2, PM10) en las plantaciones forestales (Nowak et al., 2006). Además, se consigue una gran reducción de emisiones al emplear material reutilizado y reciclado en la construcción del parque, evitando el consumo de nuevos materiales (VV.AA., 2006). En concreto, tierras y áridos inertes se reutilizan como material constructivo para diques y montículos, mientras que los nuevos caminos emplean con áridos y zahorras recicladas de una planta municipal.
Para la contaminación superficial se limpia selectivamente el área retirando residuos peligrosos como HCH o fibrocemento. Para la contaminación remanente en el suelo se investigan las zonas más afectadas mediante muestreos y analíticas de laboratorio. Estas zonas quedan valladas y se someten a tratamientos de fitorremediación: tras las enmiendas de compost citadas, se realiza inoculación de micorrizas y se combinan cultivos forestales (chopos y sauces) con rotaciones agrícolas (colza, alfalfa).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Reducción de C0 2 y otra contaminación
Los resultados del proyecto muestran el múltiple beneficio de aplicar soluciones basadas en la naturaleza en la resturación de zonas degradadas, en este caso, el secuestro de carbono y la reducción de contaminación mediante el uso de elementos vivos como el suelo y las plantas (Cuadros 1 a 5). No obstante, su empleo debe planificarse adecuadamente acorde a la climatología y condiciones del terreno; por ejemplo, plantas de mayores requierimientos solo podrán incorporarse a medida que la calidad del suelo mejore. La integración del proyecto en los ciclos naturales (plantaciones en otoño, siembras en primavera) permite una evolución más rápida de los ecosistemas instalados, especialmente con presencia de agua.
Frente recuperaciones rápidas de suelos contaminados basados en su excavación para traslado a gestor en otra ubicación, la fitogestión requiere un periodo de tiempo más dilatado (años o decenas de años) para lograr la descontaminación. Sin embargo, el empleo de vegetación y enmiendas orgánicas para descontaminar adquiere todo el sentido en terrenos cuyo uso final será el de parque público, pues a medida que se descontaminan se va instalando la propia infraestructura verde.
Material reciclado | TOTAL |
---|---|
t de árido empleado | 5.561 |
tCO2 | 37,25 |
t de tierra limpia | 47.855 |
tCO2 | 370,89 |
tCO2 total | 408,14 |
Cultivo | Colza | Sauce | TOTAL |
---|---|---|---|
kg producción /año | 22.914 | 1.867 | 24.781 |
tCO2/año | 19,67 | 4,16 | 23,83 |
tCO2 total | 78,68 | 16,64 | 95,32 |
Suelo | Forestal | Agrícola | TOTAL |
---|---|---|---|
Superficie (ha) | 9,47 | 9,33 | 18,8 |
tCO2/año | 15,16 | 21,85 | 37,01 |
tCO2 total | 606 | 874 | 1480,4 |
CONCLUSIONES
La vegetación es una herramienta idónea para la restauración ecológica de suelos degradados (fitogestión) o contaminados (fitorremediación) y la reducción de impactos asociados. Aunque en este resumen se han cuantificado el secuestro de carbono y otros contaminantes, el proyecto también ha logrado el aumento de la biodiversidad, la reducción del ruido o la mejora del paisaje combinando el uso de la vegetación con la reutización del propio suelo y materiales (inertes, residuos orgánicos, reciclados)
El empleo de estas soluciones puede ser de gran utilidad para gestores de suelos públicos del sur de Europa donde el suelo fértil tiene grandes amenazas. Su bajo impacto y coste asumible permiten su aplicación a las grandes superficies degradadas de las periferias urbanas donde la descontaminación tradicional no es viable económicamente.
La implicación de socios expertos permite la validación científica de los proyectos, facilita el acceso a financiación y los pone en red con otras ciudades. En el caso de Vitoria-Gasteiz, la inclusión del proyecto en la red de monitoreo Phy2Sudoe posibilita tener un seguimiento exhaustivo del proceso y demostrar a los órganos ambientales la validez del método.