La actual situación de la pandemia de COVID-19 no debe hacernos olvidar la existencia de otras epidemias no infecciosas que causan enfermedad, discapacidad y muerte a nivel mundial, como es el caso del tabaquismo. Esta pandemia es evitable y silenciosamente responsable de casi ocho millones de muertes al año (World Health Organization [WHO], 2019). El tabaquismo reduce de forma significativa la calidad de vida de los fumadores y su esperanza de vida en un promedio de 14 años (European Comission, 2021).
A pesar de que las intervenciones psicosociales (Martínez et al., 2021) y farmacológicas para dejar de fumar han demostrado ser sólidamente eficaces (West et al., 2015), los programas de apoyo a la cesación tabáquica y el nivel de ayuda proporcionado por los profesionales sanitarios en Europa son subóptimos (Duaso et al., 2017; Filippidis et al., 2014).
En este sentido, las enfermeras se encuentran en una situación privilegiada como profesionales para abordar las diferentes posibilidades de intervención frente al tabaquismo. Esto se explica, en primer lugar, por la propia naturaleza de la disciplina, en la que el cuidado está enmarcado en una relación interpersonal y, en segundo lugar, por ser las profesionales mejor situadas para atender las necesidades de educación y promoción para la salud en una amplia variedad de entornos donde pueden promover la cesación tabáquica, al ser la fuerza de trabajo más numerosa entre el personal sanitario (Duaso et al., 2017; Pueyo et al., 2019; Schwindt & Sharp, 2013). No obstante, y a pesar de las raíces históricas de la enfermería en el campo de la salud pública y la promoción de la salud (Barker & Buchanan-Barker, 2011; McAllister, 2010), la contribución del colectivo en el control del tabaco es también insuficiente (Duaso et al., 2017; Martínez et al., 2020).
Las razones de la modesta contribución de las enfermeras en la promoción del abandono del tabaco incluyen su propio consumo (Duaso et al., 2017), la falta de tiempo para fomentar el cambio de comportamientos saludables y la falta de formación sobre cómo apoyar a las personas fumadoras a abandonar su consumo (Katz et al., 2016). Diversos estudios internacionales han demostrado que las enfermeras reciben poca formación teórico-práctica sobre cómo ofrecer ayuda efectiva para dejar de fumar (Forman et al., 2017; Martínez et al., 2019), y que este es el principal factor que impide su intervención cuando interactúan con una persona fumadora en la práctica clínica (Sreedharan et al., 2010).
Con el fin de subsanar la histórica deficiencia formativa en tabaquismo, el Instituto Catalán de Oncología (ICO) - centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud en control del tabaquismo -, junto con profesores e investigadores de siete universidades europeas (INSTrUCT Consortium), de España, Portugal, Bélgica y Reino Unido, han desarrollado un innovador recurso educativo en línea semitutorizado y abierto a todas las universidades europeas: el curso INSTrUCT (financiado por el programa Erasmus+).
¿Por qué INSTrUCT es un recurso educativo abierto en línea?
La docencia en línea cobra especial importancia en el marco de los nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje, en convergencia con las múltiples posibilidades que las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen a las aplicaciones educativas (Authement & Dormire, 2020). Asimismo, la docencia en línea permite al alumnado el acceso a experiencias de aprendizaje mediante el uso de tecnologías, lo que les facilita acceder a nuevos contenidos y les ofrece la conectividad e interacción con profesores y alumnos (Moore et al., 2011).
De este modo, una de las principales ventajas de diseñar nuevos contenidos docentes en línea es que, con ello, se permite el acceso del alumnado de zonas remotas o con dificultades de movilidad a formación de calidad. Además, la formación en línea permite ofrecer contenidos históricamente descuidados en el currículo académico, introduciéndolos fácilmente en asignaturas obligatorias u optativas.
Teniendo en cuenta las bondades de este tipo de formación, el consorcio del proyecto INSTrUCT se propuso diseñar un recurso educativo en línea dirigido a formar a estudiantes de ciencias de la salud en cómo ofrecer ayuda a las personas fumadoras para abandonar el consumo de tabaco. Este recurso educativo, financiado a través de las becas Erasmus+, se ha diseñado y desarrollado durante el año 2020. Actualmente, durante el primer trimestre del 2021, se pilotará en siete universidades europeas. En total, más de un millar de estudiantes del grado de Enfermería y una treintena de estudiantes de Medicina lo testarán por primera vez. Posteriormente, una vez evaluada su efectividad, será ofrecido de forma gratuita al resto de grados de Ciencias de la Salud de las universidades del entorno europeo, para su libre implementación dentro de sus programas docentes.
¿Qué es y en qué consiste INSTrUCT?
El recurso educativo INSTrUCT tiene como objetivo principal formar a los estudiantes de áreas profesionales relacionadas con la salud en las intervenciones efectivas para ofrecer ayuda y apoyo en dejar de fumar. El hecho de que se imparta y evalúe íntegramente en línea ha permitido introducir un amplio abanico de actividades formativas y evaluativas de carácter innovador que mejoran la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias de los alumnos en cesación tabáquica. Concretamente, los contenidos y las experiencias de aprendizaje se encuentran en tres formatos: módulos teóricos, vídeos y casos de simulación virtual.
Los cinco módulos teóricos proporcionan contenidos que van desde la descripción de la epidemia del tabaquismo, las intervenciones psicocognitivas y farmacológicas eficaces, pasando por los instrumentos de valoración de la dependencia a la nicotina y la motivación para dejar de fumar, entre otros. Estos módulos se presentan mediante materiales interactivos y multimedia donde se entrelazan ejemplos y ejercicios prácticos que permiten al alumno comprobar si ha comprendido y adquirido el contenido en cada módulo por separado y en su conjunto.
Además, se incluyen cinco vídeos que ilustran situaciones específicas de la atención a las personas fumadoras dentro de la práctica clínica, como son: ofrecer un consejo oportunista, realizar una cooximetría, ofrecer ayuda farmacológica, entre otros.
Tanto los módulos como los vídeos están diseñados para permitir a los estudiantes adquirir conocimientos, habilidades y competencias en la atención a las personas fumadoras, estén o no preparadas y/o motivadas para dejar de fumar.
Por último, INSTRUCT introduce un elemento innovador con la incorporación de la simulación virtual. El programa propone tres casos prácticos similares a los que un profesional sanitario puede encontrarse en la clínica habitual. A través de la simulación virtual los alumnos pueden, en un entorno seguro, probar la adquisición de los conocimientos, así como mejorar su capacidad de pensamiento crítico y sus habilidades comunicativas de acuerdo con los escenarios planteados. La simulación virtual diseñada se basa en la metodología propuesta por Dieckmann et al. (2007) y tiene la siguiente estructura: 1) introducción al caso (prebriefing); 2) resumen de la situación; 3) escenario, y 4) debriefing. Durante el escenario, los alumnos participan eligiendo en cada caso cuál es la respuesta más adecuada de acuerdo con las posibilidades planteadas. Tras completar el caso, en el debriefing el alumno reflexiona sobre cómo realizó el ejercicio y si alcanzó o no los objetivos de aprendizaje previstos (explícitos desde la introducción al caso).
El escenario, junto con el debriefing virtual, confieren al estudiante la oportunidad de confrontar situaciones en un espacio próximo a la realidad antes de aplicar sus conocimientos en el entorno clínico. Este aspecto permite adquirir competencias de forma estructurada, siguiendo el modelo de aprendizaje propuesto por Benner “from novel to expert”, es decir, de “principiante a experto”. Este modelo de aprendizaje virtual guía al estudiante a integrar los conocimientos y a desarrollar progresivamente sus actitudes y aptitudes, lo que fomenta una trayectoria lógica en el aprendizaje competencial (Thomas & Kellgren, 2017).
Cabe destacar que todos los materiales de este recurso educativo en abierto han sido diseñados en cuatro idiomas: castellano, inglés, francés y portugués, lo que facilita su presente y futura utilización en un gran número de universidades a nivel continental.
INSTrUCT, un programa “virtual” con impacto “real”
Como se ha señalado, el proyecto INSTrUCT surge gracias a la colaboración de diversos profesionales e instituciones para subsanar la falta de formación en tabaquismo en los planes de estudio de los grados de Ciencias de la Salud y, en concreto, en las ciencias enfermeras (Richards et al., 2014). Este ambicioso proyecto educativo ha sido posible gracias a la conjunción de esfuerzos de profesionales de diversos ámbitos y especialidades, como docentes expertas en control de tabaquismo, innovación docente, tecnologías de la información, etc.
La creación de contenidos virtuales en cuatro idiomas constituye un pilar angular que puede facilitar la difusión de dicho programa y su fácil implementación en las facultades en el entorno universitario europeo.
De hecho, las integrantes del proyecto INSTrUCT entendemos que su objetivo más inmediato es mejorar la formación en cesación tabáquica en los grados de Ciencias de la Salud, pero su gran reto estriba en capacitar a una nueva generación de profesionales sanitarios activos en el control del tabaquismo. Estos profesionales de la salud, muchos de ellos enfermeras, contribuirán activamente con su práctica a atajar la endémica y vieja epidemia que constituye el tabaquismo en Europa.