Introducción
Las tecnologías de comunicación tienen un amplio impacto en la sociedad y esto se afirma por el crecimiento exponencial de la telefonía móvil en el mundo. Aproximadamente el 60% de la población total del mundo posee un teléfono móvil inteligente, se evidencia un crecimiento del 2016 a 2020 del 40%, y México reporta una población de usuarios de teléfono móvil inteligente del 49,5% (Rodríguez et al., 2019).
El teléfono móvil inteligente es un instrumento tecnológico en constante innovación, accesible y llamativo para los jóvenes, es un elemento esencial para la comunicación en la actualidad, sin embargo, el uso excesivo y descontrolado puede generar un comportamiento adictivo a corto plazo (Cholán, 2020; Pascuas et al., 2020). El teléfono móvil inteligente se ha convertido en la base angular de las necesidades de permanecer conectados y comunicados con la sociedad, sobre todo en los estudiantes universitarios, llevándolo a ser una extensión de conexión interpersonal para algunos y para otros puede ser un factor de distracción de sus diferentes actividades (Mendoza et al., 2018; Pascuas et al., 2020). Así mismo, ha permitido a los jóvenes, que forman parte de un grupo de pares, crear un lenguaje único y exclusivo de comunicación (García & Escalera, 2020; Hernandez et al., 2017).
En el contexto global, acerca de la adicción a la telefonía móvil en jóvenes universitarios, se ha demostrado que el uso al teléfono móvil inteligente es diverso, por ejemplo; en Japón, el móvil es mayormente utilizado como correo electrónico, así mismo el resultado refleja que los estudiantes universitarios utilizan el móvil para realizar comunicación formal más que recreativa (Cha & Seo, 2018).
En Corea del sur, Cha y Seo (2018) reportaron que el teléfono móvil inteligente se utiliza para acceder a las redes sociales, mantenerse comunicado con los demás y para jugar en línea como forma de reducir la tensión y el estrés. En Australia el alto uso del teléfono móvil inteligente en jóvenes ha predominado en las mujeres de 18 a 25 años como manera de mantener sus relaciones interpersonales (De-Sola et al., 2016; Oviedo-Trespalacios et al., 2017) y, en México, el uso está asociado a la personalidad (García & Escalera, 2020).
Se ha identificado que los teléfonos móviles inteligentes contribuyen al uso excesivo de ciertas aplicaciones como una manera de pasar el tiempo y evitar el aburrimiento accediendo a ellas en cualquier momento, algunos elementos que llevan a la adicción es la falta de control y dependencia generando sensación de deseo, euforia, alivio mientras se usa y sensaciones de irritabilidad, hostilidad si no se usa el teléfono móvil inteligente (García & Escalera, 2020; Hernandez et al., 2017).
En los últimos años ha aumentado el interés por estudiar la adicción al teléfono móvil inteligente, debido a que puede ser un factor que distrae a los individuos de sus actividades académicas, laborales y recreativas; una población que llama la atención son los jóvenes estudiantes de enfermería, debido a las actividades que llevan a cabo durante su formación donde se incluyen las actividades teóricas y prácticas, base para su desempeño en el campo laboral. Existen estudios (Haro et al., 2020; Pacheco et al., 2016; Peña et al., 2018) que refieren que el teléfono móvil inteligente puede ser un distractor en el ámbito escolar y hospitalario, lo que resulta preocupante ya que los estudiantes de enfermería necesitan concentración y responsabilidad al momento de aprender y ejecutar procedimientos según el semestre en curso.
Con base a lo anterior el objetivo de este estudio es identificar en los estudiantes de enfermería la adicción hacia sus teléfonos móviles inteligentes, se espera que los presentes resultados sean la base para brindar la atención necesaria a los jóvenes con la finalidad de que no desvíen su atención de las actividades de aprendizaje y desarrollo académico y profesional de enfermería.
Marco contextual
El teléfono móvil inteligente es una herramienta de uso cotidiano en la sociedad, que además de funcionar como facilitador de la comunicación interpersonal, proporcionan amplios servicios afines al ocio como los juegos, música, televisión, información que se encuentra en buscadores, blogs especializados, entre otros y la comunicación social. Así mismo el uso del teléfono móvil inteligente también está centrado para investigar, realizar cálculos, compartir información educativa, como herramienta de trabajo y organización de actividades (Cholán 2020).
El uso al teléfono móvil inteligente es una conducta que no se realiza de forma continuada, el individuo es capaz de evitar la acción en cualquier momento que lo desee o lo soliciten para dedicarse a otra actividad, sin que esto le provoque algún problema o disgusto. El abuso del teléfono móvil hace referencia a una conducta desadaptativa, el individuo usa gran parte de su tiempo a esta actividad y puede que abandone otras que antes le gustaban para dedicarse exclusivamente al uso de esta tecnología (Aranda et al., 2017).
La dependencia ocurre cuando el individuo ha ido adaptando sus necesidades al uso del teléfono móvil inteligente y suple su necesidad de emoción, compañía, reto, superación, distracción con este. La adicción al uso del teléfono móvil inteligente se ha definido como la incapacidad para controlar e interrumpir su uso, evitar apagarlo, silenciar notificaciones o llamadas, pasa a ser una conducta incontenible, repetitiva, exagerada y persistente, produce placer y genera pérdida del control en el individuo (Aranda et al., 2017).
Los rasgos de personalidad son aquellos patrones persistentes de la forma de pensar sobre el entorno y uno mismo, así como relacionarse con el entorno por lo que identifica la introversión-extroversión de una persona aborda la preferencia de la interacción social (Aranda et al., 2017). El uso excesivo del teléfono móvil inteligente puede llevar una serie de efectos negativos como lo son el gasto excesivo y algunos efectos secundarios negativos en la salud, ejemplos de esto puede ser derivados del sueño, problemas físicos como postura corporal, tendinitis, problemas en el ámbito social, como laboral y académico. La adicción al teléfono móvil inteligente se ha considerado en los últimos años como un trastorno conductual, que forma parte de los trastornos adictivos que afectan con mayor intensidad a los jóvenes (García & Escalera, 2020).
Preguntas de investigación
¿Cuál es la adicción al teléfono móvil inteligente de los estudiantes de enfermería, de acuerdo con el género y la ocupación?
¿Cuál es la relación de la adicción al teléfono móvil inteligente y las variables sociodemográficas?
Metodología
El diseño del estudio fue de tipo descriptivo correlacional (Burns & Grove, 2012). La población de estudio estuvo conformada por estudiantes de licenciatura en enfermería de una universidad pública de Monterrey, Nuevo León, México, el muestreo fue aleatorio estratificado (los estratos estaban representados por los semestres), el tamaño de la muestra se calculó considerando un nivel de confianza de 0,05, una potencia de 90%, tamaño de efecto mediano de 0,09, se obtuvo una muestra de 149 estudiantes de enfermería.
Criterios de eliminación
Se eliminó la participación de los estudiantes de enfermería que no contestaron en su totalidad la cédula de datos personales y el instrumento.
Para medir las variables que integran el estudio se utilizó una cédula de datos personales la cual consta de 5 preguntas e indaga sobre la edad, el género, semestre y trabajo de los participantes.
La adicción al teléfono móvil inteligente se midió a través del test no sin mi smartphone, el cual fue elaborado y validado en población española por Aranda et al. (2017), evalúa el grado de dependencia al uso del móvil, está integrado por 40 ítems dividido en 3 componentes, el primero evalúa “uso, abuso y adicción al smartphone y sus aplicaciones” integrado por los 30 ítems (1, 2, 3, 4, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 invertido, 18, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 29, 30, 31, 35, 38, 39, 40), el componente dos evalúa el “rasgos de personalidad” integrado por seis ítems (5, 7, 19, 27, 33, 36 invertido) y el componente tres evalúa el “ gasto monetario”. integrado por 4 ítems (28, 32, 34, 37). El instrumento ha sido utilizado en jóvenes y ha mostrado una Alpha de Cronbach aceptable de 0.81.
La forma de respuesta del instrumento es tipo Likert del 1 al 5, en donde 1 es (no estoy de acuerdo) y 5 (totalmente de acuerdo), su interpretación se realiza por componentes, para el componente uno a mayor puntuación mayor adicción al uso del teléfono móvil inteligente y sus aplicaciones; componente dos, mayor puntuación mayor autoestima asociada a la imagen y más grado de extroversión; componente tres, mayor puntuación refiere mayor gasto monetario realizado en el uso y aplicaciones del teléfono móvil inteligente.
Se solicitó la autorización del comité de ética e investigación de una institución de la universidad autónoma de nuevo león, además se solicitó autorización a la institución educativa donde se llevó a cabo el estudio. Para localizar a los estudiantes de enfermería se utilizó una hoja de cálculo de Excel a través de la selección aleatoria por semestre de tercero a octavo dado el criterio de inclusión de participar solo mayores de edad. Finalmente se acudió a los semestres correspondientes para realizar la invitación a participar y si aceptaban se procedió a agendar un horario para realizar la recolección de los datos.
durante el proceso de investigación se consideró los aspectos éticos que garantizan la protección de los individuos establecidos en el reglamento de la ley general de salud en materia de investigación para la salud actualizada en el 2014 (Secretaría de Salud, 1987).
De acuerdo con el artículo 13 y 14 fracción v, vi, vii, viii y ix y artículo 16 se prevaleció el criterio de anonimato, se respetó a su dignidad y se protegieron sus derechos y bienestar.
Respecto al artículo 20, 21, fracción i, ii, iii, iv, vi, vii y viii y 22, fracción ii, se contó con un consentimiento informado, mediante el cual el estudiante universitario mayor de 18 años autorizó su participación, con conocimiento del objetivo de la investigación, procedimientos y libre elección de participar y sin alguna imposición.
Se respetó el artículo 57 y 58, fracción i y ii dado que la población estudiada fueron los jóvenes de una institución universitaria, siendo un grupo subordinado donde el consentimiento informado no fue influenciado por alguna autoridad, cuidando que su participación o no participación no afectara su situación escolar.
Para dar respuesta a los objetivos del estudio se utilizó el IBM SPSS Statisctics. se utilizó la estadística descriptiva, para las variables categóricas se emplearon frecuencias, porcentajes. para variables continuas se calculó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov y se procedió al uso de estadística no paramétrica a través de las pruebas de correlación Spearman, U de Mann-Whitney.
Resultados
La consistencia interna del instrumento “no sin mi smartphone” reportó alfa de cronbach de 0,86, con respecto al componente 1 “uso, abuso y adicción al smartphone” reporto ( = 0,90, el componente 2 “rasgo de personalidad” reportó ( = 0,72 y el componente 3 “gasto monetario” reportó ( = 0,73.
Las características sociodemográficas se reportan en la Tabla 1, se observa que predominó el género femenino con un 83,9%, el 26,1% se encontraba estudiando el sexto semestre, el 28,2% refirió tener un trabajo de tipo informal, empleados de tiendas, meseros, entre otros. con respecto a la edad se identificó una media de 20,8 años y 1,7 en desviación estándar (de).
f | % | |||
Género | ||||
Femenino | 125 | 83,9 | ||
Masculino | 24 | 16,1 | ||
Semestre | ||||
Tercero | 25 | 16,8 | ||
Cuarto | 15 | 10,1 | ||
Quinto | 15 | 10,1 | ||
Sexto | 39 | 26,1 | ||
Séptimo | 29 | 19,5 | ||
Octavo | 26 | 17,4 | ||
Trabajo | ||||
Sí | 42 | 28,2 | ||
No | 107 | 71,8 | ||
Edad | ||||
M | DE | Valor mínimo | Valor máximo | |
20,8 | 1,7 | 18 | 25 |
Nota. M = Media; DE = Desviación estándar; n = 149; % = Porcentaje.
La Tabla 2 reporta la correlación Spearman de las variables continuas de edad, semestre y la adicción al uso del teléfono móvil inteligente. Se identifica que el componente de gasto monetario y el semestre presentan una correlación negativa y significativa (r s =-0,241; p = 0,003), lo que se indica que los estudiantes de enfermería que se encuentran cursando un semestre más avanzado de la carrera, menor es el gasto monetario que realiza para uso del teléfono móvil inteligente.
El componente de uso, abuso y adicción al Smartphone se relacionó negativa y significativamente con el componente de rasgo de personalidad (r s =- 0,228; p = 0,005).
Finalmente se encontró una correlación positiva y significativa del uso, abuso y adicción al Smartphone y gasto monetario (r s = 0,376; p = 0,001), lo que indica que, a mayor uso, abuso y adicción al Smartphone, mayor es el gasto que realiza el estudiante en aplicaciones móviles y juegos.
Variable | 1 | 2 | 3 | 4 |
1. Edad | 1 | |||
2. Semestre | 0,624** (0,001) | 1 | ||
3. Uso, abuso y adicción al Smartphone | -0,130 (0,114) | -0,121 (0,141) | 1 | |
4. Rasgo de personalidad | 0,080 (0,330) | 0.091 (0,267) | -0,228** (0,005) | 1 |
5. Gasto monetario | -0,130 (0,115) | -0,241** (0,003) | 0,376** (0,001) | -0,025 (0,764) |
Nota. **= Significancia estadística; Valor del paréntesis = Valor de p; n = 149.
La Tabla 3 reporta la adicción al uso del teléfono móvil inteligente de acuerdo con el género, se identifica diferencias estadísticamente significativas en el gasto monetario (U = 1017,00; p = 0,012), en los hombres se presentaron mayores medias (M = 9,70; DE = 4,16) que en las mujeres (M = 7,59; DE = 3,36).
Variable | Género | M | Mdn | DE | Valor min | Valor máx | U | p |
3. Uso, abuso y adicción al Smartphone | Femenino | 84,66 | 84,00 | 20,44 | 40,00 | 139,00 | 1391,50 | 0,575 |
Masculino | 82,29 | 80,50 | 17,97 | 51,00 | 120,00 | |||
4. Rasgo de personalidad | Femenino | 19,32 | 20,00 | 5,54 | 8,00 | 30,00 | 1243,50 | 0,185 |
Masculino | 20,83 | 22,50 | 6,93 | 8,00 | 30,00 | |||
5. Gasto monetario | Femenino | 7,59 | 7,00 | 3,36 | 4,00 | 19,00 | 1017,00 | 0,012* |
Masculino | 9,70 | 9,50 | 4,16 | 4,00 | 20,00 |
Nota. M = Media; Mdn = Mediana; DE = Desviación estándar; U = U de Mann- Whitney; p = significancia; n = 149.
La Tabla 4 reporta la adicción al uso del teléfono móvil inteligente de acuerdo con la ocupación del estudiante de enfermería, se identifica mayores medias estadísticamente significativas (U = 1812,50; p < 0,047) en los que no trabajan (M = 85,71; DE = 19,47) en comparación con los que trabajan (M = 80,61; DE = 21,18). Respecto al rasgo de personalidad se identifica mayores medias estadísticamente significativas (U = 1557,50; p < 0,004) en los que trabajan (M = 21,73, DE = 5,11) en comparación con los que no trabajan (M = 18,71; DE = 5,83).
Variable | Trabajo | M | Mdn | DE | Valor min | Valor máx | U | p |
3. Uso, abuso y adicción al Smartphone | Sí | 80.61 | 77.00 | 21.18 | 46.00 | 127.00 | 1812.50 | .047* |
No | 85.71 | 85.00 | 19.47 | 40.00 | 139.00 | |||
4. Rasgo de personalidad | Sí | 21.73 | 22.00 | 5.11 | 8.00 | 30.00 | 1557.50 | .004* |
No | 18.71 | 19.00 | 5.83 | 8.00 | 30.00 | |||
5. Gasto monetario | Sí | 8.02 | 8.00 | 3.07 | 4.00 | 16.00 | 2052.00 | .407 |
No | 7.89 | 7.00 | 3.76 | 4.00 | 20.00 |
Nota. M = Media; Mdn = Mediana; DE = Desviación estándar; U = U de Mann- Whitney; p = significancia; n = 149.
Discusión
La presente investigación se centró en identificar si los estudiantes de enfermería presentan adicción al uso del teléfono móvil inteligente, con la ayuda del instrumento utilizado diseñado por Aranda et al (2017).
El componente de uso, abuso y adicción al Smartphone se relacionó negativa y significativamente con el componente de rasgo de personalidad, lo que refiere que, a mayor uso, abuso y adicción al Smartphone, menor autoestima asociada a la imagen y menor grado de extroversión del estudiante, esto es similar a lo reportado por Cerro et al. (2020) y Rodríguez et al. (2019), quien refiere que las personas con menor autoestima asociada a la imagen presentan un mayor riesgo o una adicción al teléfono móvil inteligente, además, que el uso inapropiado puede generar resultados negativos que afecten directamente a la personalidad asociada a la imagen provocando inseguridad, en este sentido, los jóvenes desvalorizados se refugian en el uso del teléfono móvil inteligente tratando de buscar reconocimiento y valoración en su entorno.
El uso, abuso y adicción al Smartphone se relacionó positivamente con el gasto monetario, esto concuerda con lo reportado por Cerro et al. (2020) y Jiménez-Albiar et al. (2012) que han referido gastos elevados en los jóvenes que mayormente usan teléfono móvil inteligente, una posible explicación puede deberse a que su uso disminuye el estrés, debido a que lo utilizan para tener interacciones en línea a través de aplicaciones, que en algunos casos, supone un gasto ya que pueden requerir suscripciones y pagos regulares mensuales o anuales lo que repercute en su economía.
El gasto monetario se relacionó negativamente con el avance del semestre, esto concuerda con Tapha et al. (2020) que han referido una disminución del gasto monetario en aplicaciones móviles conforme avanza su vida universitaria, esto pudiera explicarse a que ganan experiencia académica y pueden volverse más conscientes de la importancia de administrar gastos de manera efectiva, revalorando la compra de aplicaciones móviles. Así mismo, se involucran más en sus estudios universitarios lo que puede reducir su tiempo disponible para el uso de aplicaciones móviles que a menudo requieren compras dentro de la aplicación.
Con respecto al uso, abuso y adicción del teléfono móvil inteligente por género, se identificó diferencias significativas, los hombres presentaron mayor gasto monetario que las mujeres. Lo cual coincide con lo mencionado por Cha y Seo et al. (2018) en que los hombres utilizan el teléfono móvil inteligente con mayor frecuencia para acceder a juegos en línea como forma de reducir el estrés, lo que repercute en el gasto económico. En cambio, las mujeres se centran en la consulta de sus redes sociales en búsqueda de reconocimiento y valoración en el entorno, lo que no repercute en gastos económicos altos (Rodríguez et al., 2019).
El uso, abuso y adicción al smartphone fue mayor en los estudiantes de enfermería que no trabajan, esto concuerda con la literatura publicada (Pedrero, et al. 2012; Rodríguez et al., 2019). Los estudiantes que trabajan pueden experimentar una distracción natural de los teléfonos móviles inteligentes debido a las responsabilidades laborales, lo que puede limitar su exposición y, por ende, reducir el riesgo de desarrollar comportamientos adictivos, destacando la importancia de considerar el papel del tiempo disponible como factor influyente en los estudiantes que no trabajan.
Así mismo, el rasgo de personalidad fue mayor en los que si trabajan, lo cual coincide con lo mencionado por Gamero et al. 2016, quienes mencionan que las relaciones interpersonales se desarrollan con mayor facilidad al no perder contacto con el entorno social por el uso excesivo del teléfono móvil inteligente. Los estudiantes que trabajan pueden experimentar un mayor desarrollo de rasgos como la personalidad, la gestión del tiempo y la adaptabilidad; el compromiso laboral puede ofrecer oportunidades para la práctica y el perfeccionamiento de estas habilidades, contribuyendo al fortalecimiento de aspectos específicos de la personalidad. Además, la interacción con el entorno laboral y las responsabilidades asociadas puede fomentar el desarrollo de la autonomía y la capacidad para entender desafíos.
A pesar de los resultados obtenidos esto no quiere decir que sean adictos al teléfono móvil inteligente pues ya que en la actualidad este se usa por sus múltiples funciones y aplicaciones para la vida diaria. Cholán (2020) refiere que la adicción al teléfono móvil inteligente no debe ser vista como una adicción negativa, pues señala que quien pasa demasiado tiempo usando esta tecnología podría reducir la probabilidad de crear otros hábitos nocivos como el alcoholismo, tabaquismo o el consumo de otras sustancias psicoactivas.
El uso del teléfono móvil inteligente en el ámbito académico puede ser considerado más como una distracción que una adicción pues los estudiantes de enfermería se muestran inquietos durante las clases, las consideran aburridas o no les dan el interés suficiente y optan por revisar sus teléfonos móviles inteligentes para combatir el aburrimiento, lo que puede traer como consecuencias bajos niveles de rendimiento académico.
Finalmente se debe considerar con cautela los resultados del estudio, si bien la confiabilidad del instrumento y la selección aleatoria de la muestra son puntos que fortalecen la validez externa, el tamaño reducido de la muestra podría limitar la representatividad de los resultados en relación con la diversidad de la población general, debido a la posibilidad de que la muestra no refleje adecuadamente la variabilidad existente en la población total.
Conclusión
El uso del teléfono móvil inteligente ha cobrado mayor importancia en la vida cotidiana del estudiante de enfermería, es una herramienta tecnológica en la que se apoyan para estar al día en actividades académicas, sociales y personales. En el campo de la enfermería el uso del teléfono móvil inteligente puede ser aprovechado por el sistema educativo para fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje durante la vida académica del estudiante de enfermería. Aunado a esto, es importante mencionar que debemos asegurarnos en el uso correcto de estos dispositivos para los procesos académicos, ya que existe una delgada línea entre el uso y la dependencia a los teléfonos móviles inteligentes en estudiantes de enfermería.
El uso del teléfono móvil inteligente como una adicción sin sustancia, refiere patrones de comportamiento que se asemejan a los de adicciones tradicionales como el alcohol y tabaco. En este contexto, las intervenciones de enfermería holísticas considerando aspectos físicos, emocionales y cognitivos, pueden ser una solución para abordar este problema emergente, dado la atención integral que brindan a las personas, a través de la identificación, prevención y tratamiento de las conductas adictivas.
Las intervenciones de enfermería podrían incluir estrategias de educación y concientización sobre los riesgos asociados, así como la promoción de hábitos saludables y el desarrollo de habilidades de autorregulación. Además, podrían diseñarse programas de apoyo psicológico y social para aquellos estudiantes que ya presentan signos de adicción, con el objetivo de ayudarles a gestionar y reducir su dependencia. La colaboración interdisciplinaria entre profesionales de la salud mental, educadores y otros expertos puede fortalecer la eficacia de las intervenciones y abordar de forma completa el fenómeno.