Marco contextual:

la presencia de un niño con una discapacidad es un desafío abrumador. Cada familia es única, con sus propias necesidades, y promover un funcionamiento familiar saludable es fundamental para la salud individual y colectiva de sus miembros.

Objetivos:

caracterizar familias con un hijo adulto con discapacidad y comprender su funcionamiento familiar.

Metodología:

estudio descriptivo correlacional, muestra no probabilística por conveniencia, de cuarenta familias cuyos hijos asisten a una institución del distrito de Guarda. Datos recolectados a través de un cuestionario, sujeto a estadística descriptiva e inferencial (pruebas U no paramétricas de Mann-Whitney y Kruskal-Wallis).

Resultados:

la mayoría de la muestra está compuesta por niños con edades comprendidas entre 31 y 45 años, igualmente distribuidos por sexo. La mayoría de las familias tienen niveles equilibrados de funcionamiento familiar. El género femenino influye positivamente en la subescala cohesión y comunicación y el género masculino en la subescala desmembrado y caótico. Las familias con niños más pequeños se relacionan con promedios más altos en la subescala de enredados, así como aquellas con discapacidades físicas.

Conclusión:

la existencia de una discapacidad interfiere en el funcionamiento familiar, existiendo diferencias en cuanto al sexo y edad del hijo discapacitado. La enfermera de familia, elemento decisivo en el abordaje diagnóstico, desarrolla estrategias y crea programas multidisciplinares dirigidos a estas familias.