Objetivos:

Analizar si el posicionamiento se realiza en patrón antiespástico en personas después de un accidente cerebrovascular (ACV), qué posiciones son las más utilizadas y si essas decisiones están influenciadas por las características de los pacientes o enfermeras.

Metodología:

Estudio cuantitativo y transversal realizado en un Hospital del Norte de Portugal. La muestra estuvo constituida por posiciones realizadas por enfermeros a personas tras un accidente cerebrovascular, hospitalizadas en un servicio de Neurología. La técnica de muestreo fue no probabilística por conveniencia. La recolección de datos se llevó a cabo entre febrero y mayo de 2019 mediante un formulario y observación de posiciones en un patrón antiespástico.

Resultados:

De las 376 posiciones, la más frecuente fue la posición supina (n = 152) y la menos frecuente la posición sentada (n = 28). La clasificación de la posición en decúbito lateral para lado afectado fue la que obtuvo un promedio más alto. El porcentaje de posiciones con máxima clasificación, es decir, con todos los segmentos corporales posicionados en patrón antiespástico, fue residual. En cuanto a los pacientes, el hemicuerpo afectado, la espasticidad y rango articular, se relacionaron significativamente con las clasificaciones atribuidas a los posiciones. En cuanto a la formación profesional, las enfermeras de rehabilitación se posicionaron mejor en patrón antiespástico en decúbito supino y en posición lateral pal lado no afectado.

Conclusión:

Durante la hospitalización, las enfermeras no posicionan sistemáticamente a las personas después del Accidente Cerebrovascular, en un patrón antiespástico, y las brechas identificadas en el posicionamiento de varios segmentos corporales requieren pensamiento sobre las prácticas.

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