Introducción:

El COVID-19 puede causar una enfermedad moderada a grave con hospitalización prolongada en una unidad de cuidados intensivos, con repercusiones a nivel respiratorio, motor y cognitivo, pero lo que es importante comprender la contribución de las enfermeras de rehabilitación en la recuperación de los enfermos críticos.

Metodología:

Estudio de caso descriptivo según las pautas del Reporte de Caso. Se trata de un varón de 67 años, internado en medicina interna, área dedicada a COVID-19, con diagnóstico de neumonía por COVID-19. El foco de atención fue el autocuidado, la fuerza muscular, el equilibrio, la marcha, la ventilación y la deglución. Ante estos enfoques, se diseñó e implementó un plan de intervención acorde a la evolución de la persona y posteriormente se reevaluaron los principales outcomes.

Resultados:

Después de cinco días de intervención, la persona, según la escala de Barthel, mejoró de un puntaje de 5 a 65; puntuación de Borg de 8 a 3; FiO2 35% a 21%; Tinetti 0/0 al 9/11; puntuación del consejo de investigación médica (MRC) de fuerza muscular de 2 a 4 y puntuación de Gugging Swallowing Screen (GUSS) de 5 a 8.

Discusión:

El caso práctico destaca la necesidad de implementar un plan de cuidados adecuado para cada cliente, basado en criterios de seguridad y progresando según la tolerancia del cliente.

Conclusión:

Con las intervenciones del enfermero de rehabilitación es posible reducir las secuelas derivadas de la hospitalización en la unidad de cuidados intensivos.

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