SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue115Forest fires in Portugal in times of COVID-19COVID-19, tourism and sustainability: everything is connected. author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Finisterra - Revista Portuguesa de Geografia

Print version ISSN 0430-5027

Finisterra  no.115 Lisboa Dec. 2020  Epub Dec 31, 2020

https://doi.org/10.18055/finis20280 

Artigo

Las redes alimentarias alternativas y la reconfiguración de los ambientes alimentarios en tiempo de COVID-19 en México

Redes alimentares alternativas e a reconfiguração dos ambientes alimentares em tempo de COVID -19 no México

Alternative food networks and the reconfiguration of food environments in the time of COVID -19 in Mexico

Ana Laura González-Alejo1 
http://orcid.org/0000-0003-3446-8093

Benjamín Ajuria2 
http://orcid.org/0000-0001-9194-6683

Patricia Manzano-Fischer3 
http://orcid.org/0000-0003-3048-431X

Jacqueline Sánchez Flores4  , Jefe de Departamento
http://orcid.org/0000-0002-8940-4284

David Sébastien Monachon5  , Líder de Proyecto
http://orcid.org/0000-0001-8999-2197

1 Posgrado de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad de Posgrado, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, Mexico. E-mail: analgleza@comunidad.unam.mx

2 Posgrado de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad de Posgrado, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, Mexico. E-mail: ajuria@comunidad.unam.mx

3 Dra., Posgrado en Ciencias de la Sostenibilidad, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, Mexico. E-mail: pmanzano@comunidad.unam.mx

4 Jefe de Departamento, Facultad de Química, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, Mexico. E-mail: balimentarias@unam.mx

5 Líder de Proyecto, Área de Consumo Sustentable, Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, Universidad Nacional Autónoma de México, Antiguo Edificio de Posgrados, 2do Piso, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Ciudad de México, Mexico. E-mail: david.monachon@unam.mx


Resumen

Una de las principales preocupaciones entre las autoridades sanitarias mexicanas, al inicio de la pandemia de COVID-19, fue la ocurrencia simultánea de una sindemia de obesidad, diabetes e hipertensión. Se sabe que la presencia de alguna de estas enfermedades genera una respuesta inmune deficiente asociada al deterioro de una dieta. En esta reflexión se tiene como objetivo examinar de qué manera los ambientes alimentarios se han reconfigurado a partir de un evento pandémico que obligó a modificar los patrones de movilidad y de consumo dominantes, fortaleciendo algunas estrategias alternativas de abasto alimentario. Para tales efectos se analiza, desde una dimensión espacial, de qué forma las restricciones en la movilidad recrudecieron las vulnerabilidades alimentarias preexistentes y cómo algunos sectores de la población superan las limitaciones territoriales impuestas por sus espacios de proximidad a través del establecimiento de redes alimentarias alternativas.

Palabras clave: Ambiente alimentario; abasto alimentario; redes alimentarias alternativas; COVID-19; México

Resumo

Uma das principais preocupações das autoridades sanitárias mexicanas, no início da pandemia de COVID-19, foi a ocorrência simultânea de uma sindemia de obesidade, diabetes e hipertensão. Sabe-se que a presença de qualquer uma dessas doenças gera uma resposta imunológica deficiente associada à deterioração da dieta alimentar. O objetivo desta reflexão é examinar como os ambientes alimentares foram reconfigurados em resultado de um evento pandémico que forçou a modificação dos padrões de mobilidade e consumo dominantes, fortalecendo algumas estratégias alternativas de abastecimento alimentar. Para tal, analisa-se, a partir de uma dimensão espacial, como as restrições à mobilidade exacerbaram as vulnerabilidades alimentares pré-existentes e como alguns setores da população superam as limitações territoriais impostas pelos seus espaços de proximidade através do estabelecimento de redes alimentares alternativas.

Palavras-chave: Ambiente alimentar; abastecimento alimentar; redes alimentares alternativas; COVID-19; México

Abstract

One of the main concerns among Mexican health authorities, at the beginning of the Covid-19 pandemic, was the simultaneous occurrence of the obesity, diabetes, and hypertension syndemic. It is known that the presence of any of these diseases result in a deficient immune response associated with the deterioration of the diet. The objective of the present reflection is to examine the way in which food environments have been reconfigured from a pandemic event that forced the modification of the dominant mobility and consumption patterns, strengthening some forms of alternative food supply. For such purposes we analysed, from a spatial dimension, the ways in which mobility restrictions aggravate pre-existing food vulnerabilities and how some population sectors overcame territorial limits imposed by their proximity spaces through establishing alternative food networks.

Keywords: Food environment; food supply; alternative food networks; COVID-19; Mexico

I. Introducción

México enfrenta la pandemia de Covid-19 en un escenario complejo. Es un país con profundas desigualdades económicas que se manifiestan en altas tasas de informalidad laboral (57,8%), altos porcentajes de población que vive en situación de pobreza y pobreza extrema (41,9% y 7,4% respectivamente), y una baja calidad de los ingresos (OCDE, 2018). La conjunción de estos factores imposibilita, a una parte importante de la población, a seguir medidas estrictas de confinamiento durante la emergencia sanitaria. Sumado a lo anterior las condiciones precarias de la vivienda, los altos niveles de hacinamiento y la falta de infraestructura en los asentamientos informales incrementa los riesgos de contagio entre las personas en situación de pobreza. La pérdida de empleos y la caída de los ingresos entre quienes se desempeñan en el mercado laboral informal ha disminuido el poder adquisitivo de la población y su capacidad para comprar alimentos. Esta situación se recrudece para el 50% de los hogares que ya enfrentaban algún tipo de inseguridad alimentaria o algún grado de desnutrición y carencia de micronutrientes previo a la emergencia (INEGI, 2015).

A este adverso panorama se yuxtaponen problemas en materia de salud. Aproximadamente 96 millones de personas tienen obesidad o sobrepeso, 8,7 millones de personas padecen diabetes, y 15 millones sufren de hipertensión (INSP, 2018). El COVID-19, en presencia de estas comorbilidades provoca una mayor letalidad, que en México es casi el doble que la registrada a nivel mundial. Se calcula que en nuestro país aproximadamente el 70% de las muertes por el virus SARS-CoV2 están relacionadas con alguna de estas comorbilidades y que las muertes ocurren, además, a una edad más temprana que el promedio mundial. Por esta razón, es importante reflexionar acerca de las condiciones que producen una mayor vulnerabilidad ante el COVID-19, que expone las deficiencias alimentarias entre la población mexicana.

En el plano alimentario, México se destaca como el segundo mayor consumidor de productos ultraprocesados en Latinoamérica, sólo detrás de Chile; y es el primer lugar a nivel mundial en el consumo de bebidas azucaradas. Se trata de productos baratos que la ciencia médica ha señalado como principales responsables del aumento en la prevalencia de diabetes, hipertensión y obesidad entre los mexicanos. En tiempos de pandemia, la industria alimentaria que los promueve ha intentado impedir la implementación de la nueva normativa de etiquetado de advertencia, cuyo objetivo es el combate a los problemas de salud asociados a la mala alimentación. De forma simultánea, diversas empresas han aprovechado la epidemia para fortalecer su imagen con controvertidas campañas de mercadotecnia, como la donación de bebidas azucaradas para el personal sanitario, la entrega gratuita de despensas con productos chatarra y la entrega de sucedáneos de leche materna a lactantes de comunidades vulnerables, lo que menoscaba la salud de los infantes en situación de pobreza. La sobre exposición directa e indirecta a productos industriales de baja calidad nutricional se incrementa considerablemente en tiempos del COVID-19 y se expresa espacialmente en las diversas formas de abasto y provisión de alimentos (Baker, Farrokhnia, Meyer, Pagel, & Yannelis, 2020).

Ante este escenario, en este artículo se propone reflexionar sobre la reconfiguración que han sufrido los ambientes alimentarios durante la pandemia del COVID-19 en Mexico, así como analizar el papel de las redes alimentarias alternativas en este proceso. Esta serie de reflexiones surgió en el marco del curso “Los ambientes alimentarios universitarios” que se llevó a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México entre los meses de febrero y junio de 2020. Debido a la situación de contingencia sanitaria, este curso se vio obligado a una reorientación de perspectiva en el análisis, fuera del recinto universitario, hacia la reconfiguración de los entornos alimentarios, a través del método etnográfico que, de forma paralela, se ha utilizado para reconocer las características de las redes alimentarias alternativas de la Ciudad de México.

II. Reconfiguración de los ambientes alimentarios

Las medidas de distanciamiento social aplicadas en México para enfrentar la epidemia por COVID-١٩ han resultado en una reducción de hasta 43% de los desplazamientos hacia los centros de trabajo. Esta situación ha implicado caídas en el consumo de alimentos en la calle, en el trabajo y en las escuelas, pero un aumento hasta tres veces mayor en el gasto en comestibles (Baker et al., 2020). Este tipo de gasto encuentra dos posibilidades: la recuperación de habilidades tradicionales para cocinar alimentos y/o la adquisición de productos preparados o semi-elaborados del comercio minorista de alimentos. En ambos casos, debido a la reducción de la movilidad, buena parte de la población mexicana quedó expuesta, más que nunca, al abastecimiento alimentario de sus espacios de proximidad, caracterizados, en contextos urbanos, por la alta disponibilidad de productos ultraprocesados ricos en sodio, grasas saturadas y azúcares de baja calidad nutricional (González-Alejo, Frejomil, & Rosales-Tapia, 2019).

La gran carga que representa la prevalencia de obesidad, diabetes e hipertensión, debido a una dieta inadecuada, se ha agudizado durante la pandemia, pues un porcentaje considerable de mercados públicos y tianguis, principales proveedores de frutas y ver duras, cerraron frente a los brotes de SARS-CoV-2 entre los vendedores. La oferta alimentaria de la mayoría de la población urbana se vio restringida, en momentos de gran vulnerabilidad, a los supermercados, las pequeñas tiendas de abarrotes y las cadenas de tiendas de conveniencia cuya oferta alimentaria se caracteriza por ofrecer alimentos ultraprocesados que ahora empantanan el ambiente alimentario.

Como se puede advertir, la reconfiguración del ambiente alimentario ha favorecido de forma notable a la industria alimentaria. El grupo Coca-Cola FEMSA, a través de sus tiendas de conveniencia OXXO, aumentaron sus ingresos en 10,6% en el primer trimestre de 2020 (Coca-Cola FEMSA, 2020), mientras que la cadena de supermercado estadounidense Wal-Mart lo hizo en un 12,9% (Walmex, 2020), en el mismo periodo. La alta capacidad de innovación de estas empresas les ha permitido adaptarse a las nuevas condiciones sanitarias. Se han auxiliado de plataformas en línea pre-existentes y aplicaciones móviles de entrega a domicilio que se encargan de la logística de la denominada “última milla”, que es gestionada por servicios de entrega trasnacionales como Rappi, Uber Eats, Didi Food, Cornershop y similares. Una característica de esta modalidad es que su logística de entregas es sostenida por una fuerza laboral informal que trabaja en condiciones sumamente precarias y sin prestaciones de ley ni seguridad social. Las personas que viven bajo estas condiciones sufren las consecuencias de las medidas de distanciamiento físico pues, en lo general, dependen de los ingresos diarios que generan a través del trabajo informal que desempeñan. Este sector de la población es vulnerable ante los efectos de la pandemia, pues carece de capacidad de ahorro y se ven forzados a salir a las calles en busca del sustento diario con las consecuencias que esto implica.

III. El resurgimiento de las redes alimentarias alternativas

Frente a los problemas señalados, y a otras tantas limitaciones vinculadas al sistema alimentario, se multiplicaron las organizaciones de consumidores reflexivos en las últimas décadas. Estos consumidores no sólo cuestionan los riesgos a la salud con la proliferación de productos ultraprocesados en el ambiente alimentario, sino también las consecuencias inherentes a la producción industrial alimentaria y sus efectos en la agricultura campesina. Se organizaron en Redes Alimentarias Alternativas (RAA), las cuales se articulan en una diversidad de modalidades constitutivas (mercado de productores, colectivos de consumo, comunidades sustentadas por la agricultura, cooperativas, entre otras), donde productores, transformadores y consumidores se coordinan para construir sistemas alimentarios más locales, justos, democráticos y sustentables.

La crisis ocasionada por la COVID-19, coadyuvó a concientizar a más personas sobre los riesgos que implica una mala calidad de la alimentación, no sólo en términos nutricionales y de salud, sino también su impacto social y ecológico en el espacio rural, pues, finalmente, el 70% de la producción de alimentos está garantizada gracias a las redes campesinas. Como una forma de contribuir a reducir estos impactos, las RAA, a diferencia de las formas de abasto convencional, han excluido la oferta de alimentos ultraprocesados de sus inventarios, y han estado esforzándose por mantener un contacto directo con los productores durante el periodo más crítico de la pandemia, lo que ha permitido demostrar su capacidad de resiliencia frente a la crisis. Se destaca la forma en que las RAA se adaptaron a las recomendaciones sanitarias y su respuesta al crecimiento de la demanda con la afluencia de nuevos consumidores (Giles & Ramírez, 2020). Lo más notable de estos colectivos durante este periodo de crisis ha sido su proceso de reorganización para atender entregas a domicilio a partir de la creación de vínculos con cooperativas de transportes y/o choferes de taxi, Uber y otros trabajadores que perdieron su empleo y que pudieron mantener un ingreso gracias a estas iniciativas ciudadanas.

A diferencia de los sistemas de entrega a domicilio empresarial, que han recibido numerosas críticas, las iniciativas, al igual que las relaciones desarrolladas con los productores, generan diálogo entre pares sobre la base de una economía social y solidaria que considera los intereses y necesidades de cada actor en la repartición del valor y la justicia en la cadena alimentaria. A primera vista, y como parte de un diagnóstico inicial, ninguna iniciativa escapó a esta reorganización. Por ejemplo, el Colectivo Zacahuitzco, la cooperativa La Imposible, la cooperativa Despensa Solidaria y el Mercado Alternativo de Tlalpan, implementaron sistemas de entregas a domicilio durante la pandemia y reorganizaron los espacios de distribución para dar cumplimiento a los lineamientos de medidas de protección a la salud que les permitió mantener sus actividades de distribución de alimentos.

IV. Hacia la construcción de nuevos ambientes alimentarios

El ambiente alimentario que se ha construido desde hace más de 30 años en México, es consecuencia de un sistema de políticas públicas débiles e inconsistentes que han desatendido las necesidades de los productores, trabajadores y consumidores, en beneficio de una industria alimentaria que cada día dispone de más poder y omnipresencia en el espacio público, privado, escolar e institucional; con la condescendencia y, hasta en algunas ocasiones, con la complicidad de las autoridades. El resultado ha sido catastrófico para el sistema de salud pública, por un lado, se ha dañado la salud de millones de mexicanos, con los costos económicos y sociales que esto representa, y por otro, aún no se resuelve el problema del hambre y la desnutrición entre los mexicanos. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2020) alrededor de 10 millones de mexicanos sufrirán pobreza alimentaria como resultado de la crisis causada por la COVID-19, lo que acentuará los problemas de salud preexistentes.

En este sentido, ha sido destacada la capacidad de respuesta y adaptación que han mostrado las RAA ante la pandemia y el rol protagónico de todos los actores de la cadena productiva de alimentos. La revalorización del trabajo y la inclusión de leyes que los protejan son indispensables para el impulso de las redes locales de producción y distribución de alimentos. El movimiento de repartidores de alimentos “Ni un repartidor menos” ejemplifica de forma clara las injusticias dentro de un sistema global alimentario que funciona a través de la explotación de la tierra y de la fuerza de trabajo que lo sustenta.

Para enfrentar una crisis como la derivada de la pandemia por COVID-19, es necesario reconfigurar los ambientes alimentarios. hacia modelos justos, sustentables y resilientes, capaces de ofrecer alimentos frescos y saludables que a su vez inhiban el consumo de ultraprocesados, con miras al cumplimiento de principios fundamentales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: “No dejar a nadie atrás”. Como parte de este importante reto, México cuenta, desde el mes de febrero de 2020, con el Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (GISAMAC), a través del cual se busca impulsar métodos sustentables en la producción de alimentos para mejorar la salud de la población y los ecosistemas.

V. Conclusión

La emergencia por Covid-19 ha revelado el alto nivel de vulnerabilidad de la población mexicana frente a las epidemias como la del SARS-CoV2, debido a los graves problemas de salud ocasionados por una mala calidad en la alimentación. El virus irrumpe dentro de ambientes alimentarios que promueven el consumo de productos ultraprocesados y que dificultan la adquisición de productos frescos y naturales. La difusión espacial de estos productos es una estrategia de la industria alimentaria para estar tan próximos como sea posible del potencial consumidor. Una alternativa a esta saturación del espacio de proximidad es la vinculación de actores situados en diferentes lugares, pero fuertemente relacionados en redes. Algunas de las principales lecciones que ha arrojado la pandemia son que no será la última y que la población mexicana se encuentra vulnerable ante ellas. Finalmente, el Estado enfrenta el reto de coexistir con un modelo económico que favorece a la industria alimentaria y que incrementa la vulnerabilidad de su población, al tiempo que debe promover otros tipos de ambientes alimentarios para construir resiliencia.

Referencias bibliográficas

Baker, S. R., Farrokhnia, R. A., Meyer, S., Pagel, M., & Yannelis, C. (2020). How does household spending respond to an epidemic? Consumption during the 2020 COVID-19 pandemic. The Review of Asset Pricing Studies, raaa009, 1-29. DOI: https://doi.org/10.1093/rapstu/raaa009 [ Links ]

Coca-Cola FEMSA. (2020). Resultados Trimestrales. Reportes financieros [Quarterly Results. Financial reports]. Retrieved from https://femsa.gcsweb.com/static-files/8406dfd8-5c7e-4d40-b017-82027accd59eLinks ]

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (CONEVAL). (2020). La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) en México [Social policy in the context of the pandemic due to the SARS-CoV-2 virus (COVID-19) in Mexico]. Retrieved from https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Documents/Politica_Social_COVID-19.pdfLinks ]

Giles, J. L. S., & Ramírez, J. Á. I. (2020, julio). Redes alimentarias alternativas: el camino para transformar la manera en que comemos [Alternative food webs: the path to transforming the way we eat]. La Jornada del campo. Retrieved from https://www.jornada.com.mx/2020/07/18/delcampo/articulos/redes-alimentarias.htmlLinks ]

González-Alejo, A. L., Frejomil, E. P., & Rosales-Tapia, A. R. (2019). Spatial patterns of access to retail food outlets in Mexico City. Finisterra - Revista de Geografia Portuguesa, LIV(111), 133-152. DOI: https://doi.org/10.18055/Finis16456 [ Links ]

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (INEGI). (2015). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo [National Survey of Occupation and Employment]. Retrieved from https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/Links ]

Instituto Nacional de Salud Pública. (INSP). (2018). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Diseño conceptual [National Survey of Health and Nutrition. Conceptual design]. Retrieved from https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/informes.phpLinks ]

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. (OCDE). (2018). La nueva estrategia de empleo de la OCDE. Empleo de calidad para todos en un entorno laboral cambiante [The new OECD employment strategy. Quality employment for all in a changing work environment]. Retrieved from https://www.oecd.org/mexico/jobs-strategy-MEXICO-ES.pdfLinks ]

Walmex. (2020). Walmart de México y Centroamérica Reporta Resultados del Primer Trimestre de 2020 [México and Centroamerica Walmart Report Results for the First Quarter of 2020]. Retrieved from https://files.walmex.mx/assets/files/Informacion%20financiera/Trimestral/Esp/2020/1T20/Walmex_reporta_Resultados_del_1T20.pdfLinks ]

Recibido: 01 de Junio de 2020; Aprobado: 01 de Septiembre de 2020

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons