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Medievalista

versão On-line ISSN 1646-740X

Medievalista  no.31 Lisboa jan. 2022  Epub 30-Jun-2022

https://doi.org/10.4000/medievalista.5169 

Recensão/Review:

Recensão / Review: Black Metaphors. How Modern Racism Emerged from Medieval Race-Thinking.

Cynthia Maciel Regalado1 
http://orcid.org/0000-0001-8508-5709

1 Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Colegio de Historia, 04510 Ciudad de México, México; cynthiamaciel@filos.unam.mx

Whitaker, Cord J.. -, Black Metaphors. How Modern Racism Emerged from Medieval Race-Thinking. ., Philadelphia: :, University of Pennsylvania Press, ,, 2019. (, 247 ppp. .)


Cord J. Whitaker es profesor asociado de Letras Inglesas en el Wellesley College. Entre los cursos que ha dictado se encuentran: “Romance medieval y políticas de la raza”, “Chaucer” y “¿Qué es la diferencia racial?”. Ha sido publicado por el Journal of English and Germanic Philology, el Yearbook of Langland Studies, así como colaborado en el Open Access Companion to the Canterbury Tales. Es miembro de la Medieval Academy of America, de la Modern Language Association y del comité de Medievalists of Color. Actualmente prepara su siguiente estudio cuyo probable título es The Harlem Middle Ages: Color, Time, and Harlem Renaissance Medievalism.

A fines de 2019 se publicó este libro que está constituido por una extensa introducción conceptual, seguida de seis capítulos en los que aborda diversos documentos literarios de la Edad Media y algunos más, modernos. Se empeña en configurar el escenario histórico-textual que le permite desarrollar sus hipótesis en torno a la idea medieval de raza y su continuidad en la idea moderna de raza. Los filamentos analíticos son enlazados en el bloque de conclusiones, seguidos de notas y referencias documentales y bibliográficas. Su aporte fundamental es el diálogo interdisciplinario que anima entre Estudios Culturales, Filología, Estudios Literarios, Historia de la Edad Media, Antropología y Critical Race Theory, entre los principales campos.

La génesis del concepto “raza” ha sido tradicionalmente ligada a la Modernidad. En este sugerente estudio, Whitaker buscó demostrar de qué manera la raza es una intersección conceptual que se establece en el espejismo de la blanquitud/negritud en la Edad Media, y cuyas raíces deben ser rastreadas hasta la Antigüedad.

La metáfora es el recurso más notable para comprender el interjuego de dichas nociones, sin embargo, no se trata del único mecanismo que permitió configurar su rebote. La “filología reluciente”, la interdependencia de la realidad material, la interpretación y la imaginación son los pivotes a partir de los cuales el contraste de lo negro y lo blanco, junto a sus implicaciones morales-espirituales, se configuran en el imaginario colectivo medieval inglés con sus repercusiones adaptadas a los tiempos modernos.

Whitaker, en una presentación que inicia en reversa, nos sitúa temáticamente al ejemplificar el vaciamiento del contraste blanco-negro en el actual escenario norteamericano; y a partir de ahí, nos guía en un recorrido del presente al pasado para ofrecer las herramientas metodológicas y conceptuales que ha tejido a fin de alcanzar el objetivo central de su análisis: “investigar la relación entre la idea de negritud y la noción de pecado en la literatura y cultura de la Edad Media inglesa, con influencia de textos continentales”.

Resulta primordial partir de la asunción del “no marcaje” actual de la blanquitud como espejismo para entender por qué se constituye en visibilidad e invisibilidad simultánea la semantización asociada a la negritud. ¿Para quién son visibles y para quién permanecen invisibles los efectos sociales ligados a la interpretación sobre la gente de color? Hay que tejer puentes entre los espejismos visuales y, su extensión lingüística, los retóricos para comprender la carga de los términos y la polisemia que de ellos derivó. Sin embargo, el autor se cuida de plantear una dicotomía estable o estática; reconoce que “lo negro, con frecuencia y paradójicamente, llama a lo blanco, la condena llama a la redención, como el presente al pasado”, de ahí que realizar un recorrido textual permite percibir la multivocidad asociada a las categorías blanco y negro en la Edad Media.

La distorsión de la diferencia se consuma cuando una comparación de carácter visual se convierte en algo inevitable que se activa, en lo sucesivo y casi petrificado, como poder simbólico y con potencial de aplicabilidad universal. Para captar la intersección, se sirve del King of Tars y The Three Kings of Cologne, textos que presentan “las ansiedades medievales sobre el color de la piel”. Junto a ellos, el Parzival, en su adaptación al alto alemán del siglo XIII, es ejemplo del modo simultáneo de ser negro y blanco y la manera en “que trataban la diferencia religiosa, geográfica y cultural al destilarla en marcadores somáticos”. La raza medieval es diferente de la moderna porque aquélla implica cultura y costumbres, una variedad de factores somáticos diferenciantes, y no únicamente biología o fenotipo, consideraciones “científicas” de los siglos XVIII y XIX.

La negritud funciona como metáfora molesta que significa “mismidad y otredad, pureza y pecado, salvación y condenación” simultáneamente. Whitaker se sirve del ejemplo de Alisoun en The Miller’s Tale de Chaucer, la cual expresaría en sí misma la mezcla de negritud y blanquitud, al ser el instrumento y medida por los que las cosas están y son definidas, glosándose mutuamente. Herramientas epistémicas que, en consonancia, producen sentido y significado: un aspecto sólo resalta en el contraste de su opuesto, especialmente si ambos se conjugan en el mismo ser. Este exemplum sirve para evidenciar de qué modo en la Modernidad la blanquitud aparece como autorreferencial, como un “no marcaje”, la normativa cristiana blanca; mientras que la negritud quedará relegada como “diferencia aberrante” de la primera.

Por el contrario, en la Edad Media la metáfora negra resulta central para entregar la lección del texto didáctico al lector blanco cristiano: identificarse con la figura negra por los signos inherentes en sí del pecado, esto es, aceptar ser negro espiritualmente. El objetivo era promover el mejoramiento ético y moral porque la mácula no desaparecería, en cuanto marcador ontológico. De esto se deriva que esa metáfora haya sido el eje de The Three Kings of Cologne, en el que se versiona en inglés la Historia Trium Regum de John de Hildesheim de mediados del siglo XIV. La tradición de un mago negro fue muy inestable, no siempre fue Baltasar, el etíope. Whitaker enfatiza que la existencia de un mago negro “desafía las perdurables asociaciones de negritud con pecado, muerte y no Cristiandad”, además de que coloca a Gaspar como el negro, revirando la reflexión de negritud hacia el lector blanco, en un recordatorio de lo global de la Cristiandad. Este caso despliega la conflictiva y complicada nivelación al interior de la metáfora, al jugarse en términos de competencia entre nestorianismo, herejía, lo persa y la Cristiandad ortodoxa latina. El autor explica cómo una de las versiones del The Three Kings of Cologne, el Ms R10CV, barre todas las diferencias y matices, al colocar la díada “cristianos-herejes” como el eje de tensión, y de ese modo anticipa la evolución que tendrá el concepto de raza para la Modernidad que se fija y estatiza.

En el capítulo quinto, el más polémico de todo el libro, el autor vincula temáticamente los trabajos de Juliana de Norwich, Hegel y Du Bois para abordar la interdependencia en la política del reconocimiento de la dinámica Señor y siervo. En él, se propone que el “brillo” de los espejismos - visual, filológico o retórico - “es intrínseco a la relación entre contrarios interdependientes como sensación y razón, siervo y señor o negro y blanco”. El quid de su análisis descansa en la distinción entre lo contrario y lo contradictorio, donde la primacía se sitúa en el primero. La mutua interdependencia no siempre resulta obvia, la trampa se activa cuando cada término pareciera constituirse en entidad independiente y autorreferencial. Se debate la tensión entre salvación y condenación, tal como fue expuesta por Juliana de Norwich, y como resultado de la contrariedad dialéctica entre el amor divino y el pecado-castigo. De suerte que los contrarios son nociones completamente relacionales, desplegadas en una aparente relación de oposición. Se propone la unidad de los contrarios en su identificación como similitud. En la parábola que Juliana desarrolla, el Señor y el siervo son “dobles”, fantasmales en sí y sin semejanza corporal. Se inclina por la similitud de la diferencia entre el Señor y el siervo, mientras que los autores modernos se recargan en la lucha de los opuestos: para Hegel la unificación es algo más difícil de alcanzar y para Du Bois será una “fantasía utópica” que, sin embargo, hay que seguir buscando.

La última parte del texto recurre a otros dispositivos retóricos, primordialmente el entimema, para a la postre abordar El Libro de los viajes del ficticio John de Mandeville. La potencia del entimema descansa en su capacidad para “persuadir a fin de crear y mantener las opiniones”, lo que nos aproxima a la categoría sociológica moderna de “sesgo de confirmación”. Su efectividad está dada por un planteamiento de lógica proposicional, que oscurece, omite o manipula una de las premisas, dando por resultado una conclusión que sólo puede ser falacia, aunque parezca cierta. El juicio entimemático nos lleva a “la aplicabilidad universal” mencionada: de unas conclusiones sobre sujetos particulares se desgaja una lectura generalizante de aquéllos que compartan un rasgo o marcador identitario, léase aquí el color de piel. El entimema alcanza toda su potencia simbólica una vez que una autoridad se pronuncia favorablemente a sus conclusiones: “lo que importa es lo que los poderosos creen” porque eso habrá de ser reproducido en cascada.

Para desarticular el entimema racial la manera más efectiva es demostrar que no existe la evidencia que se supone soporta la premisa. No hay hecho si no existe evidencia que lo pruebe, habrá de desterrarse el uso de ejemplos pasados y probabilidades para desmontar el efecto que anima, tal como la epidíctica despliega. Todo este andamiaje conceptual, que nos llevó hasta Aristóteles, le sirve a Whitaker para plantear cómo es que desde el siglo II se organizó una lógica entimemática que vinculaba la negritud y la inmoralidad aparejada a su manifiesta “pasión sexual”. “Si se es negro entonces se es inmoral”, de ahí deriva otra serie de caracterizaciones devaluatorias y deterministas sobre la piel negra.

Los primeros textos analizados permiten ver las excepciones, los ejemplos contrarios que preservan el brillo del espejismo blanco-negro; sin embargo, con Mandeville atendemos a la disolución del mecanismo que activaba el reflejo, y con él la posible refutación de la conclusión entimemática.

Los Viajes, con casi trescientos manuscritos conservados, se erigió en libro de cabecera de los exploradores del siglo XV. Coloca en perspectiva los diversos temas vinculados a la noción de raza imperial (determinismo geográfico, climático, contrariedades clásica y medieval, colonización europea), y se activa como autoridad entimemática sobre las “razas monstruosas del mundo”. Pretende presentar contraevidencias, como evidencias, para sustentar un juicio entimemático sobre la monstruosidad ontológica de las razas descritas, exaltando lo irracional de su norma no cristiana europea. Se producen símiles ridículos que enfatizan la deficiencia moral de la diferencia aberrante de estos seres que encarnan la negritud ya despojada de su espejeo con la blanquitud.

Whitaker logra mostrar la forjación de juicios raciales a través de lo que se oscurece, diluye y omite de suerte que prueba que los “juicios raciales no son naturales ni necesarios”, al tiempo que la manipulación que ponen en marcha puede ser usada con la misma facilidad “para desmantelar la ideología racial tal como ha sido usada para construirla”.

Referências bibliográficas

WHITAKER, Cord J. - Black Metaphors. How Modern Racism Emerged from Medieval Race-Thinking. Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 2019. [ Links ]

Recibido: 26 de Julio de 2021; Aprobado: 26 de Julio de 2021

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