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Revista :Estúdio

versão impressa ISSN 1647-6158

Estúdio vol.3 no.6 Lisboa dez. 2012

 

ÚNICOS

UNIQUE

Cuadernos de Dibujos de ejemplar único: Reliquias sinceras de un proceso creativo

Sketchbooks of author’s original copy: Sincere relics of the creative procedure

 

Enrique Caetano Henríquez*

* España, escultor, artista plástico. Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Profesor del Dpto. de Escultura e Historia de las Artes Plásticas de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.

Endereço para correspondência

 

 

RESUMEN:
Este artículo aborda y revaloriza una actividad gráfica cada vez más en desuso. La del artista que compendia sus experiencias y experimentaciones de manera íntima, desenfrenada y visceral, en forma de Cuadernos de Dibujo, frente a la cada vez más frecuente proliferación de Libros de Artista diseñados como obras que rezuman una manufactura impostada.

Palabras clave: Dibujo, apuntes, diseño, edición, colección.

 

ABSTRACT:
This article considers and reappraises the increasingly obsolete graphic activity. Artists who condense their experiences and experiments in an intimate, frenzied and visceral manner by way of sketchbooks, facing the proliferation of the artists' books as works designed to exude a forced manufacture.

Keywords: Drawing, sketches, design, editing, collection.

 

 

Introducción

En tiempos como los que corren, donde a menudo, el producto artístico final solapa y oculta al proceso creativo al tiempo que deslumbra y engatusa al espectador, a veces con artificios vacuos, encuentro necesario, si no imprescindible, reflexionar sobre los hábitos perdidos: Dibujar por dibujar. La actividad más íntima y personal que cualquier autor plástico pueda llegar a realizar no es otra que la de dibujar para sí mismo. Esto no siempre es así, aunque lo parezca.

No es un secreto desvelar que muchos artistas recrean bocetos, apuntes o croquis de sus proyectos una vez concluidos éstos, acompañándolos a modo de metadatos, con el fin de dotarlos de un carácter reflexivo, una pátina impostada de elaboración gestual e intuitiva que les suponga un valor añadido. En muchas ocasiones, estos acompañantes acaban compilando publicaciones derivadas de proyectos expositivos de diverso calado, en lo que se ha dado en llamar Libros de Artistas. Estas publicaciones, en el mejor de los casos, han de ser fieles a una idea formal, conceptual y estética, original del autor, sin embargo, no es menos cierto, que cada vez más frecuentemente, el autor deja en manos de editoriales especializadas y diseñadores gráficos de confianza, el resultado final.

Por descontado, existen multitud de tipologías que conforman el contexto de los Libros de Artistas, y desde luego, muchas de ellas mantienen y responden a la esencia de lo que los define. Pero, ¿Queda claro para el gran público, e incluso para el colectivo artístico, los límites de esa definición?, ¿Confundimos a menudo el Libro de artista con el Libro-objeto? Enunciar ciertos límites definitorios de la frontera que los separa, será pues, el objetivo principal de este artículo.

 

1. Libro de artista único vs. Libro-objeto

El libro-objeto es una creación plástica que debe residir en el mismo lugar que lo hacen las instalaciones, esculturas, pinturas, performances, etc. Son resultados conclusos, son piezas determinadas. No son diarios del proceso, aunque por formato y grafía compartan semejanzas.

A nivel comercial, no cabe duda de que el libro de artista es uno de los productos artísticos más rentables del siglo XX, sin embargo, debemos reflexionar precisamente sobre esta cuestión. Analicemos pues, algunas diferencias y paralelismos existentes entre un tipo de libro de artista en estado puro, sin aditamentos, en contraposición a la proliferación a modo de merchandising de los objetos bibliófilos que promueven a firmas artísticas, de la misma manera que lo hacen las ediciones limitadas Deluxe y cajas de discos recopilatorios con contenidos extras de cualquier grupo musical.

El auge del que disfrutan este tipo de publicaciones artísticas en la actualidad es debido, en gran medida al factor económico. Por un lado, el hecho de que la crítica especializada los define como proyecto creativo y no tanto como un objeto en sí mismo ‘que se desarrolla mejor en formato publicación que en formato expositivo’ (Espejo, 2012). Esto les confiere de cara al público, un carácter intelectual de cierta exclusividad cercano al fetichismo, lo que puede llegar a convertirlo en un éxito comercial.

Tan cierto es que en la parte final del siglo XX como lo fue en décadas anteriores, que los libros se producen a menudo basándose en la capacidad de un artista de generar ventas, y los libros son una actividad suplementaria barata para muchas galerías. Un mero compendio de imágenes, una carpeta de reproducciones, una colección incidental de imágenes, originales o apropiadas, no es siempre un libro de artista, aunque los términos en los que puede sostenerse la distinción son a menudo vagos (Drucker, 1995: 14).

Un claro ejemplo de este tipo de publicaciones lo podemos observar continuamente en la obra del canario Francis Naranjo, quien acompaña a menudo sus proyectos expositivos de ediciones muy cuidadas de libros de artista que sustentan y argumentan conceptualmente sus instalaciones (Figura 1).

 

 

Sin embargo, el Libro de Artista de Dibujos de ejemplar único –también llamado cuaderno de artista– sigue estando vigente frente a estos más o menos recientes formatos de obra-libro. El autor que exhibe sus diarios gráficos donde se expresan elucubraciones y capturas de la realidad mediante apuntes y bocetos, textos aclaratorios y sugerencias de una idea fugaz, o croquis de quimeras creativas futuras, está mostrando abiertamente el alto grado de sinceridad que deposita en esta práctica, en ese hábito gráfico casi vital; por su inmediatez y conceptual necesidad de un resultado no edulcorado y desprovisto de abalorios, que rinda cuentas a uno mismo, al propio autor, donde éste no tiene por qué convencer ni seducir a nadie de nada. Quizás, bajo esta circunstancia, dibujando para sí mismo, sea cuando el autor se enfrente implacablemente ante su propio espejo y cobre total plenitud el hecho artístico que desarrolla. Aunque a la postre y por razones diversas, ese trabajo tenga una trascendencia pública en forma de cuaderno, carpeta, etc., será allí, en aquel grado de verdad original donde resida su auténtico valor cualitativo y estético, y el contenido no se confundirá con el continente.

 

2. Dibujantes de raza: Diarios de una experiencia

Dentro del género de los cuadernos de dibujo podríamos considerar al denominado cuaderno de viaje o cuaderno de campo, como la actividad protagonista a la que un autor puede recurrir cuando se enfrenta a la captación y retención de la información del entorno. Pintores, escultores, arquitectos, etc. acostumbran a tomar apuntes de los lugares que visitan. Los apuntes y bocetos son la forma más eficaz de fijar esas contemplaciones, aún con todo lo imprecisas que puedan llegar a ser.

El sentido con el que cada autor tome esos apuntes será muy variado. De hecho, habrá quien los utilice simplemente como adiestramiento, por el mero placer de ejercitarse. Los habrá que busquen en su frescura, nuevos caminos en su investigación plástica o quienes utilicen esos álbumes como una cartera en la que guardar impresiones que se desarrollarán a posteriori en futuras obras. Cuando el autor realiza fotografías en un viaje, con el tiempo, éste no termina de reconocer lo que percibió en aquel lugar durante aquellos momentos. Efectivamente, recordará que estuvo allí, sin embargo, un lugar dibujado nunca se olvida; ni en esencia, ni en el detalle en el que se detuviese. La mirada selectiva del autor capacita a esos dibujos a retrotraer y rescatar esos lugares en el tiempo personal de cada individuo.

Resulta ineludible no hacer referencia al famoso cuaderno de Villard d' Honnecourt, que podría ser considerado como el primer cuaderno personal de Apuntes. Este peculiar arquitecto francés del siglo XIII, que podríamos considerar en cierta manera como un claro precursor de Da Vinci, fue pionero en la disciplina apuntística como medio gráfico para expresar conceptos, mecanismos y análisis visuales. Sin embargo, a partir del Siglo XX muchos son los autores que han optado intencionadamente por publicar sus experiencias gráficas desde esta óptica: Como retrospectivas de su trabajo más íntimo, una especie de confesión de sus diálogos interiores. Artistas veteranos como el escultor Venancio Blanco o jóvenes valores del arte contemporáneo como Moisés Mahiques y Josu Maroto muestran cada cierto tiempo los diarios gráficos que han ido acumulando en torno una etapa creativa.

Blanco (Salamanca, 1923) mantiene a sus 89 años una férrea disciplina diaria respecto al dibujo (Figura 2). Una disciplina al tiempo que una necesidad vital. Archiva cuidadosamente todos y cada uno de sus apuntes o bocetos, ubicándolos y datándolos con escrupuloso rigor de cara a una futura contemplación:

El dibujo te guía, te ayuda a descubrir y logra de ti lo que ni siquiera sabes que está ahí. En definitiva, te enseña a sentir y a expresar sentimientos. Es el lenguaje más hermoso con el que contamos los hombres, porque te muestra cómo manejar la herramienta, que es la mente, la idea. El dibujo abarca todas las acciones de la vida (comunicación personal, 2008).

Mahiques (Valencia, 1976) utiliza el papel como testigo de la expresión primera. Lo concibe como soporte y única prueba de la idea directa, sin posible rectificación. Muestra los dibujos de sus cuadernos junto con los de gran formato y mayor elaboración, otorgándoles la misma categoría y protagonismo dentro de sus proyectos expositivos (Figura 3).

 

 

El caso de Josu Maroto (San Sebastián, 1974) resulta bastante singular. Arquitecto de profesión, y apasionado del dibujo, concretamente en la faceta del apunte urbano, desarrolla una actividad incansable dibujando cada lugar donde se encuentra. Mediante internet ha encontrado la vía ideal para la publicación de sus trabajos (Figura 4). Tanto en su blog personal, como en plataformas colectivas como ‘UrbanSketchers Spain’ o ‘De vuelta con el cuaderno’, se dan cita, conservando el carácter de inmediatez original, numerosos dibujantes que comparten sus experiencias gráficas en la búsqueda de lo esencial, encontrando en el apunte, el boceto y el cuaderno, el medio idóneo para ello. Plataformas digitales de este tipo han proliferado enormemente en los últimos años, convirtiéndose en un fenómeno social en el que los blogs son utilizados como grandes paneles para conocer y dar a conocer el trabajo artístico de sus miembros, formando parte de una galería en la red. De igual modo que el libro tradicional ha visto como su formato impreso ha sucumbido a la era de la digitalización, ¿no son por tanto, este tipo de blogs, una nueva categoría de libros de artista?

 

 

Conclusión

Las líneas que definen las formas en el espacio gráfico de los cuadernos; las manchas, tramas y borrones, e incluso, los casuales accidentes que pudieran aparecer en el acto de dibujar, crean un ritmo, una danza gráfica que equivale a la energía vital de quien la gestó. Eso es su grafismo, su genoma, un impulso elemental, instintivo, ciertamente visceral y aún así, preciso. Es el medio más directo para transmitir el pensamiento en un instante, y gracias a esa instantaneidad, el cuaderno de dibujos es el mejor escenario posible para bailar esa danza.

Podemos advertir por tanto, como en la actualidad, pese al avance y el protagonismo que han cobrado los medios técnicos al alcance de cualquier autor y al que sin duda, es difícil resistirse, sigue existiendo una legión de artistas que son buena muestra de esa estirpe de dibujantes o grafiadores de una vida dedicada a la expresión plástica basada en el quehacer diario, en el continuo diálogo entre mente y papel, en la recopilación de ideas trazadas, dignos herederos de aquel arquitecto nacido en Honnecourt que cazaba todo cuanto veía… y lo guardaba.

 

Referencias

Blanco, Venancio (2001) Dibujos. Venancio Blanco. Salamanca: Diputación Provincial de Salamanca ISBN: 978-84-7797-162-7        [ Links ]

Drucker, Johanna (1995) The Century of Artists’ Books. Nueva York: Granary Books ISBN: 978-1-887123-69-3

Espejo, Bea (2012) ¿De qué hablamos cuando hablamos de libro de artista? [Consult. 2012-05-17] Disponible en http://www.elcultural.es/version_papel/ARTE/30893/ De_que_hablamos_cuando_hablamos_de_libro_de_artista        [ Links ]

Mahiques, Moisés (2012) sitio web oficial del artista. Fotografía. [Consult. 2012-03-19] Disponible en http://www.moisesmahiques.com/sex-happening-location        [ Links ]

Maroto, Josu (2012) sitio web oficial del artista. Fotografía. [Consult. 2012-02-11] Disponible en http://josumaroto.blogspot.com.es         [ Links ]

Naranjo, Francis (2012) sitio web oficial del artista. Fotografía. [Consult. 2012-04-18] Disponible en http://francisnaranjo.blogspot.com.es         [ Links ]

 

Artigo completo recebido a 8 de setembro e aprovado a 23 de setembro de 2012.

 

 

Endereço para correspondência

Correio eletrónico: ecaetano@us.es (Enrique Caetano).

 

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