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Revista :Estúdio

versão impressa ISSN 1647-6158

Estúdio vol.6 no.11 Lisboa jun. 2015

 

ARTIGOS ORIGINAIS

ORIGINAL ARTICLES

Al Borde del abismo: Rocío Garriga

Rocío Garriga: near the border line

 

Carmen Marcos Martínez*

*Escultora y profesora.

AFILIAÇÃO: Universitat Politécnica de València. Facultad de Bellas Artes. Departamento de Escultura. Camino de Vera s/n. 46022 Valencia, España.

 

Endereço para correspondência

 

RESUMEN:

Recorrido visual y descriptivo por la obra más reciente de Rocío Garriga (esculturas entre 2010-2014). Planteamos algunas claves de su creación.

Palabras clave: Rocío Garriga / escultura / silencio / poesía / filosofía.

 

ABSTRACT:

Visual and descriptive path by the latest work of Rocío Garriga (sculptures between 20102014). We propose some keys of her creation.

Keywords: Rocío Garriga / Sculpture / Silence / Poetry / Philosophy.

 

Introducción

Amanece en El Cabañal (Valencia). Entre casas y fincas, el sol dibuja la línea amable del horizonte de un intenso azul mediterráneo. Rocío ya está en marcha, afanándose en cumplir su agenda, repleta de pequeños pero importantes acontecimientos. Como seguir tejiendo plumas, pegar algunas cerillas, doblar papeles en forma de barco, trenzar hilos, anudar lentejuelas. Es el quehacer de la escultura, nuevas ideas que materializar en objetos sutiles y poéticos. Rocío lo vive con naturalidad, con la generosidad del que invierte tiempo por el placer de pasarlo haciendo escultura. No importa cuánto, hay que alcanzar el sueño, la imagen intuida que parece escaparse si no la buscas con tesón, si dejas que lo cotidiano te absorba. El espacio de la creación te sitúa en el limbo mágico del estar en otra parte, donde sólo tú sabes qué hay que decir, cómo hay que decirlo.

Rocío Garriga, (Bienservida, Albacete, 1984) lleva muchos años en la escultura. Estudió Bellas Artes en Valencia y la escultura la sedujo para siempre. Empezó Filosofía con el interés de profundizar más en su obra, en su conocimiento del mundo. Y está concluyendo su tesis doctoral, en la que investiga las variables discursivas y formales del silencio en el arte contemporáneo.

Rocío produce lentamente. No podría ser de otro modo realizando un trabajo tan preciosista, tan delicado. Sus ojos tocan, sus dedos miran: el mundo se despliega hermoso ante ella, en sus más nimios detalles, en su grandeza de pequeñas cosas.

Su obra más reciente esta henchida de belleza. El elevado carácter estético de sus piezas es en su escultura algo natural, que Rocío filtra de su propio modo de ver la vida. Entre sus dedos, los materiales se transforman. Rocío los trata con verdadero amor, verdadero por auténtico, por necesario. Si no sientes lo que estás contando, ¿para qué contarlo?

Dice ella que no siempre trabaja con ideas previas. Cualquier estímulo visual, táctil, matérico, lumínico, espacial, sonoro, puede ser la chispa que encienda la mecha. Y comienza así el proceso de búsqueda de materiales y de abrir el taller al tiempo de la soledad creativa.

Break the silence (2010-2012) nos sorprende con su fragilidad (Figura 1). Una cascada de cascabeles de cristal cuelga suspendida del techo, cada uno de un hilo de plata tejido. Cuesta creer lo que percibimos, aceptar que belleza y fragilidad se hermanen en una presencia tan potente. Cada cascabel suena, cada uno tiene sonido propio. Rocío le añade con ironía al título: I objeto de un solo uso. El sonido rompe el silencio como las palabras pueden romper el aislamiento, la incomunicación. Y en ese intento de comunicarnos nos va la vida.

 

 

En Are horizons, and horizons are at an infinite distance (2014) (Figura 2, Figura 3), despliega un volumen azul que recuerda a una barca, podría también ser un enorme collar. Una gran cantidad de barcos de papel que penden de nailon y se tejen en una trenza que crece al ritmo que se suman más y más barcos. Cada barco lleva una frase impresa: Having everything, Being able to do everything, Knowing everything. Estas frases leídas en conjunto con el título de la obra son cita de Lo inhumano, del filósofo francés Jean-François Lyotard.

 

 

 

 

La trenza pende del techo, invitando al espectador. Al estirar de ella se mueve la barca y se rompe el silencio: los barquitos de papel se mecen y rozan, y en su movimiento nos regalan el sonido del mar. En el suelo, escrito con sal, leemos el título de la escultura. Una imagen viva del amor al conocimiento en clave poética.

Hemos quedado a tomar un café, uno de los tantos placeres sencillos que compartimos. Nos ponemos al día entre noticias diversas, novedades propias y ajenas, proyectos e ilusiones. Inevitablemente me sugiere lecturas, exposiciones, reflexiones. Hablando, de su obra, de su vida, de cualquier cosa, brincan alegres citas de escritores, de filósofos, referencias espontáneas al cine. Son tres de sus muchas pasiones, las que alimentan la creación misma, las que ponen sonido al silencio íntimo de su taller. En su horizonte no hay referentes artísticos. Por supuesto tiene entre los creadores contemporáneos, modernos y clásicos sus preferidos (Alfredo Jaar, Francys Alis, Sophie Calle, Ignasi Alballi), aquellos que le hacen vibrar de emoción. Pero no juegan el papel de referente como lo entendemos: alguien que te guía con su grandeza en el proceso de creación. Los caminos los trazan la literatura, la filosofía y el cine.

Otoño de silencios/otoño de palabras (2010-2012) es una cascada de hojas suspendidas (Figura 4). Cada hoja contiene un mensaje oculto, indescifrable. Las frases recortadas de la prensa, entrelazadas, recorren la forma de cada hoja; unas frases se entrecruzan con otras, se solapan, ocultando las anteriores. Es un diálogo de sordos, esos que vivimos demasiado a menudo: habla alguien con motivos apasionados, contesta el interlocutor en otra frecuencia, no hay comunicación, sólo dos egos que se creen en posesión de la verdad. Es una conversación que quisiera ser diálogo, en las que se evidencia la imposibilidad de la comunicación de la que ya hablara Octavio Paz (1993: 196).

[…] toda comunicación, incluso la directa y sin intermediarios, es equívoca. El diálogo, que es la forma más alta de comunicación que conocemos, siempre es un afrontamiento de alteridades irreductibles. Su carácter contradictorio consiste en que es un intercambio de informaciones concretas y singulares para el que las emite y abstractas y generales para el que las recibe. […] ¿Hay posibilidades de comunicación concreta? sí, aunque el equívoco nunca desaparece del todo. Somos hombres, no ángeles. Los sentidos nos comunican con el mundo y, simultáneamente, nos encierran en nosotros mismos: las sensaciones son subjetivas e indecibles. El pensamiento y el lenguaje son puentes pero, precisamente por serlo, no suprimen la distancia entre nosotros y la realidad exterior. Con esta salvedad, puede decirse que la poesía, la fiesta y el amor son formas de comunicación concreta, es decir, de comunión.

 

 

La soledad, tan necesaria y tan poco deseada a veces, se crece en la luz lánguida y breve del otoño.

El objeto se presenta como tal: un libro. Sorprende su presentación, inclinado ligeramente en su perpendicularidad respecto de la pared. Es un libro abierto, literalmente, y sin embargo completamente encriptado. Cada sílaba se ha transformado en semilla, pegada al soporte de papel. Cada palabra queda así preñada de posibilidades, ininteligibles si no es con la imaginación. Es la imagen que nos presenta en Act without words I (2012), una potente presencia de objeto sutilmente metamorfoseado. Inspirada en Acto sin palabras de Beckett y en la Carta a Lord Chandos de Hofmannsthal, la novela que se ha intervenido es As you like it (Como desees) de Shakespeare. Si hubiéramos olvidado que la literatura es el mejor camino a la ensoñación, esta escultura, con tranquilidad, nos lo recuerda.

En Azar y necesidad (2014) retoma el recurso de los barcos de papel. Impresas en cada uno, varias posiciones de los dados, la que marca dos, la que marca tres... Es una imagen fija, una infinidad de barquitos que, colgados de la pared, conforman un corazón. La metáfora del juego de los dados sirve para reflexionar sobre la importancia del azar en la vida, en el amor. En las relaciones de pareja, ahora somos tres, ahora somos dos, siempre parecemos dos y a veces somos tres.

Rocío dialoga con el silencio. Por su investigación doctoral, por su manera de vivir, de pensar. Por ello no sorprende que reflexione sobre él en sus esculturas. Lo hace en y desde la actualidad. En Minutos de silencio (2011-2012) (Figura 5) emplea el servicio de alertas Google, suscribiéndose con las palabras clave “minuto de silencio”. Cada día recibe en su correo mails de google con links a noticias relacionadas con las palabras clave seleccionadas. Imprime y recorta el fragmento de noticia donde aparecen éstas. Encapsuladas en pipetas de vidrio transparente, intuimos mensajes que no podemos leer. De cada uno cuelga el código QR, que captado con el móvil nos permite acceder a la noticia completa, con la fecha exacta de cada mensaje. Percibimos un afán documentalista, un intento de captar el instante, de dotar de sentido a los detalles que voluntaria o involuntariamente dejamos escapar. Y la capacidad de transformarlos en algo precioso: silencio.

 

 

Muchos de los títulos de sus esculturas están en inglés. Al principio surgió como resultado de su experiencia vital, sus estancias de investigación en Estrasburgo y Brighton, los textos estudiados para la tesis doctoral, las lecturas. Con un conocimiento más profundo, utiliza el inglés en juegos de palabras, como en sus últimas piezas True Histories: common ground y Own Stories: inner ground, ambas de 2014. En la primera nos presenta un cubo perfecto construido pegando las páginas de viejos libros de Historia, una por una. Los lomos de los mismos libros se usan para forrar el cubo, mostrando las roturas. El título nos sitúa en la fina ironía: la supuesta verdadera Historia de la humanidad, nunca objetivamente contada, siempre mediatizada por el historiador. Como gemela de ella, en otro cubo perfecto, un aéreo tejido de hilos de oro entrelaza ramas y flores de un nido. Es el mundo de la intimidad, la subjetividad protagoniza las propias historias del día a día, que como un pequeño pájaro decoramos con alegrías, reforzamos con tesón, tejemos con voluntad.

La importancia de titular una escultura se materializa en el acto mismo de la elección de las palabras. ¿Qué importancia cobran éstas en la obra de Rocío? ¿Es un juego intelectual previo, el uso de la retórica visual? No duda un instante. Para ella la creación en código de metáfora, de metonimia, de paradoja, es acción. Intuitivamente desarrolla una propuesta escultórica desde el estímulo de los materiales, de los objetos, de las formas, de las lecturas. No es un juego intelectual, forman parte del proceso creativo “per se”. Es una puesta en acción física y mental, de manera natural surge el enfoque poético que caracteriza su creación.

Las alas del poeta (II objeto de un solo uso) (2012), es una escultura mágica. Encapsulada en vidrio, protegida y frágil, una larga cola de plumas blancas figura una pluma de escribir. Cuerpo de cerillas, refiriendo al fuego del momento genial de la creación, del instante fugaz en el que las palabras brotan grácilmente del alma del poeta. El título marca otra vez la ironía, se trata de un objeto de un solo uso, comentario retórico en un objeto escultórico, pero que ofrece la ilusión de que realmente se pudiera utilizar, y en el acto mismo de escribir representara exactamente la euforia del poeta, prendiéndose todo hasta desaparecer. Otra versión de la misma idea, Las alas del poeta (III objeto de un solo uso) (2012) (Figura 6), refuerza con el rojo de las plumas y la estructura arbórea y libre de las mismas, la pasión creadora del poeta. En una última versión de la misma idea, las plumas blancas vuelan libres conformando una nube de absoluta ligereza. ¿Tres propuestas para tres poetas?

 

 

En la instalación Little Nothings es tan importante el espacio ocupado como el silencio que está en la base generativa de la propuesta. El elemento central es una gran jaula de estilo oriental, rodeada de una red de lágrimas-perla. Si movemos una perla se mueve todo el grupo de modo cadencial, al modo y ritmo de la superficie del mar acariciada por la brisa. La jaula, forrada completamente por textos de la Biblia contiene un montón de perlas que enmarcan un pequeño vídeo circular con la imagen y el sonido del mar. Así, el mar está dentro y fuera de la jaula, atrapado y libre, en movimiento, presentado y representado. El mar como imagen de la permanencia y el cambio, y así de la vida, del lenguaje y la comunicación.

Firehead y Mindhead, ambas de 2014, son dos propuestas gemelas: dos sombreros elaborados por la múltiple presencia de pequeños objetos, que proliferando completan la forma abierta (Figura 7, Figura 8). En la primera, cientos de cerillas de cabeza blanca se acumulan una junto a otra recreando la forma del sombrero. Se produce el juego de palabras con el título, cabeza de fuego es en sí la de la cerilla, el sombrero de cerillas es para el creador absoluto, el genio que se quema creando. Mindhead es un sombrero para intelectuales. Se suman visualmente pequeños papeles de fumar con una letra en cada uno. Las letras que usamos para crear palabras, y éstas para comunicarnos, vuelven a servir para reflexionar sobre el lenguaje, como los filósofos que describe Swift en Los viajes de Gulliver, que describe con bolsas llenas de palabras sobre sus cabezas. Ambos sombreros se nos muestran abiertos, como para decirnos que tan importante es el aspecto exterior del objeto como el interior, de una textura visual completamente diferente e igual de rica (o más).

 

 

 

 

 

Conclusión

Todo el trabajo creativo de Rocío está henchido de intención poética. La poética se crea en el momento en que diversos elementos — todos con significado y capacidad de comunicar — se conjugan juntos. Esta nueva realidad es de significado plural. La ambigüedad, siempre presente en el proceso de interpretar la propuesta, de algún modo la posibilita. Esa multiplicidad de posibles interpretaciones realiza la ruptura de límites que ella asocia con el silencio y para el que utiliza la imagen del mar:

La acción poética es tal porque en ella se rompe con la univocidad de un signo para convertirlo en algo plural. Así se da el silencio, tanto en la creación como en la interpretación: en esa ambigüedad, en ese crear y dejar opciones, en la apertura de los límites. Aunque no podamos conocer lo ilimitado del poder y la expansión del océano sí que podemos pensarlo, imaginarlo: un ejemplo de la relación entre lo posible y lo inimaginable — en Kant —, precisamente una manera de mostrar lo transgredibles que son esos límites. (Garriga, 2013: 5)

Tal y como dijo el Catedrático de Ética Jesús Conill (2014) recientemente citando a Nietzsche, el instinto humano más importante es el de la metaforización. Gracias a él el hombre trasciende su propia biología y adquiere el poder de adueñarse de sí mismo más allá de las políticas instrumentalistas actuales. Tenemos la obligación, como seres humanos, de mejorar. El arte, la escultura, le brinda a Rocío la posibilidad de cumplir el destino del ser humano, que según Nietzsche, es la creación.

Mientras se sigue elucubrando sobre qué es arte, algunos nos dedicamos “simplemente” a vivirlo. Rocío sigue tejiendo sueños, ¿con dudas? Quizás, pero segura de estar en su elemento. Con su actitud, con su vida, se sitúa al borde del abismo. Siente el vértigo de la creación, lo acepta y salta al vacío. Ya en el aire, despliega tranquila sus alas.

 

Referencias

Conill, Jesús (2014). Comunicado en el III Congreso Internacional de Bioética: el mejoramiento humano. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Universitat de València. Valencia, 10-12 noviembre de 2014.         [ Links ]

Garriga, R. (2013) Little Nothings: el uso de la noción de silencio para crear e interpretar. In Medias Res. Valencia: Universitat Politécnica de València.         [ Links ]

Paz, Octavio (1993). La llama doble. Barcelona: Ed. Galaxia Gutenberg.         [ Links ]

 

Artigo completo submetido a 13 de enero e aprobado el 24 enero 2015

 

Endereço para correspondência

 

Correio eletrónico: carmemarcos@gmail.com

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