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Revista :Estúdio

versão impressa ISSN 1647-6158

Estúdio vol.8 no.18 Lisboa jun. 2017

 

Artigos originais

Original articles

La pintura de Damaris Pan: desvíos y anomalías

The painting of Damaris Pan: deviations and anomalies

 

Asier Luzarraga Garbisu*

*España, artista visual, performance. Licenciatura de Filosofía, Universidad Pública del País Vasco (UPV/EHU). Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, UPV/EHU.

AFILIAÇÃO: Universidad Complutense de Madrid, Av. Séneca, 2, 28040 Madrid, Espanha.

 

Endereço para correspondência

 

Resumen:

Reflexión teórica y práctica artística se convierten en Damaris Pan en una misma cosa. El cuestionamiento acerca de la relación que el arte mantiene con ciertos valores heredados, en cuanto a bien, verdad y belleza, la lleva a realizar un tipo de pintura en que se replantea los modos de hacer y mirar la imagen. La práctica artística no podrá responder a través de los tópicos, clichés, fórmulas y formas establecidas de representación. Es desde esta preocupación que Damaris Pan trabaja en su taller la nueva forma de cada nuevo desvío.

Palabras clave: pintura / valores / desvío / Damaris Pan.

 

Abstract:

Theoretical reflection and art practice become the same matter in Damaris Pan. Inquiring about the relationship between art and inherited values, like good, truth and beauty, leads her to make a kind of painting that intends to rethink the way of doing and looking at the image. Art cannot give answers through topics, clichés, formulas and established forms of representation. It is on this concern that Damaris Pan works in her atelier about the new shape of each new deviation.

Keywords: painting / values / deviation / Damaris Pan.

 

1. Introducción

Damaris Pan (Mallabia, País Vasco, 1983) realizó sus Estudios de Bellas Artes en la UPV/EHU y en la KHB de Berlín. Actualmente reside en Bilbao, donde comparte taller con otros artistas vascos y es, además, profesora de pintura en la Facultad de Bellas Artes en la UPV/EHU desde el 2014 (Figura 1). Su obra pictórica adquiere notoriedad en los últimos años y recientemente obtiene distintas menciones.

 

 

La pintura de Damaris Pan linda con lo escultórico (en términos de presencia física) y se aleja de efectos de carácter más fotográfico o ilusionista. Sus preocupaciones son principalmente formales, en la medida en que la forma expresa lo que es inherente a ella y no como formalismo fatuo. La pintura adquiere así en su trabajo significación propia para generar ella misma encuentros y desencuentros infatigables con los valores de lo bueno, lo bello y lo verdadero.

Si el artículo se centra mayormente en la obra pictórica de la autora, también tiene en cuenta su trabajo escritural, tanto a nivel poético como ensayístico, así como su tesis doctoral Lo Bueno, Lo Bello, Lo Berdadero. Desvíos y anomalías, defendida en 2014 y distinguida con la mención Cum Laude (título al que alude el propio título del presente artículo). Su práctica será, por lo tanto, compañera inseparable de la investigación teórica que en el campo de la estética desarrolla la artista y viceversa.

 

2. De normas y valores

En su Tesis Doctoral Damaris Pan investiga los modos en que distintas manifestaciones artísticas, a través de desvíos y anomalías culturalmente vituperadas pueden alterar los valores más enraizados de lo bueno, lo bello y lo verdadero.

Representativo de ello es el vídeo que presenta en el apartado experimental de la tesis, bajo el título de "Animeta" (2012) y realizado por el colectivo IBB (Figura 2). Con la presentación de este vídeo Damaris Pan documenta una acción que se debate entre cierta ingenuidad y transgresión, pretendiendo suscitar diversas polémicas en el campo del arte.

 

 

Dos individuos vestidos de negro, con sus identidades cubiertas bajo pasamontañas, fuerzan la cerradura de una casa ajena y entran –lo que penalmente podríamos designar allanamiento de morada– para realizar el consuetudinario acto de comerse un huevo (freírlo, ingerirlo y fregarlo). El habitante de la casa sólo podrá advertir el paso de estos extraños en la ridícula falta de un huevo y en la fotografía instantánea –en la que aparece el extraño del pasamontañas sentado en su cocina – que encontrará en su mesilla. Tras la inofensiva, pero sí delictiva, acción se comprometen los valores de intimidad y propiedad de nuestra sociedad. Se pone de manifiesto la vulnerabilidad de los mismos, no sólo a través del quebrantamiento, sino también por el descrédito que hacia ellos se genera al haberse transformado el potencial de robo (atentado a la propiedad) en un ovívoro acto familiar (atentado a la intimidad).

A través de esta pieza queda en entredicho hasta qué punto la obra de arte ha de respetar ciertos valores morales y hasta qué punto el artista está realmente dispuesto a ir más allá del bien y del mal (Nietzsche, 1982) y a autonomizar el arte de la esfera de lo moral y de lo ético (Bourdieu 1995).

Desde lo cotidiano, desde el absurdo, desde los vacíos entre lo legal y lo ilegal, desde lo directamente ilegal, entre el bien y el mal; esta obra se sitúa en la línea de trabajo de artistas como el suizo Roman Signer, el colectivo ruso Voina, así como el trío esloveno Janez Jansa, el sueco Adams o el arquitecto sevillano Santiago Cirugeda, en el sentido en que se pretende interrogar las maneras de pensar, dislocar la convención a la hora de percibir y de sentir; concibiendo tal tarea inherente al arte. La creación produciría así algo eidéticamente nuevo. Por eso, de modos diversos, se habrá de indagar en el arte como desvío y en el desvío como arte.

 

3. De la pintura

El hacer artístico de Damaris Pan acaece principalmente en la pintura. Ésta no se somete a exigencias miméticas, a modo de representación tradicional de realidades existentes o de leyes físico-temporales.

Lo pictórico habrá de ser simultáneamente causa y efecto en la obra. La pintura como contenido mismo de la pintura, sin depender de un discurso letrado que explique cierto contenido agregado o lo que la obra "quiere decir". La obra cobra y genera efecto en el mismo momento en el que se presenta ella misma como una nueva realidad.

Iñaki Imaz (1965), comisario de la exposición Ojo para mano (Andoain, País Vasco, 2016) en que la artista participó, explica la pintura como una liberación de la mano de la subordinación habitual del ojo. Desde lo matérico se produciría así una ruptura con el orden impuesto por la relación ojo-cerebro, para imponérsele una relación de carácter más bien háptico, como ojo-mano. Deleuze desarrolla esta noción a través de la metáfora de un tercer ojo:

 

Hapto quiere decir tacto, un tacto del ojo, un sentido háptico de la vista. (...) Yo sugeriría que quizás la pintura hace nacer un ojo en el ojo (...) ¿Tendríamos dos ojos ópticos, dos ojos para hacer la visión óptica y luego un tercer ojo, un tercer ojo háptico? (...) ¿Hay un ojo háptico fuera de la pintura? – se pregunta – "Digo tercer ojo no porque esté en el cerebro. No está en el cerebro, está en el sistema nervioso pero allí, en medio de los otros dos. (Deleuze, 2007:205).

 

Retirar el monopolio habitual al ojo facilita que la pintura se pueda palpar. En este sentido la pintura puede acercarse más a una dimensión escultórica que a la imagen fotográfica (Fugura 3).

Desde esta perspectiva, hacer arte (en este caso desde la pintura) supone no quedarse satisfecho con los códigos de comprensión y representación. El trabajo del artista ha de ser la búsqueda constante por fraguar nuevos códigos a través de permanentes dudas e imprecisiones. Son, para Damaris Pan, aquellas "zonas que no se ven bien" las que pueden incitar una mirada nueva. Aquí cito un texto aún inédito de la artista:

 

Me gustan las zonas que no puedo ver bien. En el cuadro un gris cruzado con verde y naranja. Después un blanco oscuro lo arrastra y el negro intenso lo atraviesa todo hacia atrás. Yo me quedo y no sé si es negro (cueva) o es negro (murciélago) o es negro (mejillón). El plano naranja es el que mete y saca todo. Esa zona que no me deja ver es como si me hiciera ciega que no ha visto y empieza a ver y como no sabe ver entonces mira. Las zonas que no puedo ver bien me hacen mirar. Me gustan esas zonas. (Pan, 2016. Texto cedido por la artista).

 

El riesgo está en la medida en que se agranda la duda, hasta qué punto se puede permitir la imprecisión, hasta qué punto caminar por el filo del acantilado, sin caer. Francis Bacon, al hablar de su proceso pictórico, detectaba este deseo y este peligro al señalar que "uno quiere hacer eso de caminar justo al borde del precipicio" (Sylvester, 2003:36). Así, en la construcción del cuadro se ejecutan labores de equilibrista, se desata, se desvía y se crea un nuevo código.

 

3.1. El desvío de la metodología

La etimología de "metodología" propone "tomar camino", mientras que "desvío" predica completamente lo contrario, abandonar la vía, salirse del camino. Hablaríamos, entonces, de tomar el camino de irse saliendo del camino o caminar saliéndose. Damaris Pan explica su hacer a través de este fragmento lírico:

 

Empiezo a caminar y me preguntan dónde es. Yo digo no sé. Que sé hacia dónde echar a andar. Y me preguntan qué calle. Y no sé, pero sé que hacia ahí no. Y voy pensando en cómo en las ciudades me muevo. No un mapa, sino una mínima memoria e inconsciencia. Y las cosas van viniendo. Es una manera como una mía básica herramienta (Pan, 2016. Texto cedido por la artista).

 

Siguiendo este modo de proceder, que se define, como ella dice, en la suma de cierto saber, cierta intuición, cierta inconsciencia y atención, la creación no puede consistir en dar con formas exitosas y repetirlas a modo de receta, sino, al contrario, de tratar de deshacerse poco a poco de todos los clichés, que como fantasmas amenazan constantemente la obra.

De este modo, la artista intenta establecer con cada pintura una relación ad hoc, sincera. Que el cuadro no sea lo que la artista espera en un principio de él, al igual que tampoco la artista sea lo que de ella se espera en el cuadro.

Cuando vemos el resultado final de un cuadro de Damaris Pan no podemos imaginar la infinidad de cuadros posibles que se esconden bajo su superficie. La falta de miedo a descartar, a prescindir, a tapar, a solapar, a hacer desaparecer en un instante una semana de trabajo bajo una nueva capa, es una cualidad. En los cuadros podremos observar las trazas de esta lucha en la riqueza de texturas y colores que a veces se aprecian por debajo de las capas superiores. La superposición es la disposición a perder para ganar. Y un acierto se convierte de pronto en un eje inmóvil, como esqueleto provisional, sobre el que todo parece articularse. Del caos empieza a aparecer un orden, de lo deforme una forma.

Las Figura 4, Figura 5, Figura 6 y Figura 7 son el registro fotográfico de una de sus obras. La Figura 8 será el producto final. De este modo damos cuenta de las transformaciones que sufre su pintura a lo largo del proceso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la artista existe cierta tendencia a contraponer elementos de índoles distintas como pruebas de equilibrio, pero no vale cualquier casamiento. La articulación se da cuando la suma de esas dos diferencias permite aparecer una tercera, que deja de ser una y deja de ser la otra, para darse como forma nueva. Formas que en el caso de Damaris Pan tienen en general algo de sintéticas, de tensas, de icónicas. En la Figura 9 y Figura 10 se puede ver la manera en que se articulan órdenes distintos en una misma pieza.

Una de las eternas preguntas: ¿Cuándo se concluye un cuadro? Esto ocurre cuando se produce una relación entre los elementos que a la artista le parece que:

 

ya está, que el todo está ahí en ese momento, que la obra está ahí bien ya ella sola, que lo pequeño es de pronto lo grande y lo color es sombra y al revés y ya no quieres quitar nada porque ya lo quieres todo (Entrevista con la autora).

 

En ese momento amanece nuevo código, un nuevo símbolo, al que hay que atreverse a mirar.

 

4. Conclusión

Hemos presentado a la artista vasca Damaris Pan a través del análisis de su trabajo pictórico y también a partir de reflexiones teórico-prácticas recogidas de su tesis doctoral, en las que se el arte como desvío, anomalía y quebrantador de valores. Con ello se ha tratado de demostrar cómo reflexión teórica y práctica artística se convierten en su caso en una misma cosa.

Pensar la relación que el arte mantiene con ciertos valores heredados en cuanto a bien, verdad y belleza, conduce a Damaris Pan a realizar un tipo de pintura en que se replantea los modos de hacer y mirar la imagen. En esta línea aparece la pintura como conformadora de nuevos mundos, de nuevos valores, que tratan de, al menos, rasgar los hábitos de hacer y ver las imágenes.

Partiendo de tales nociones de desvío y anomalía, hemos visto cómo es eso precisamente lo que se le escapa al método, siendo esta una de las características principales a destacar en el proceso de trabajo de la artista. Así, el arte no podrá responder a través de fórmulas, sino de no-fórmulas. Y es desde esta preocupación que Damaris Pan sigue trabajando la nueva forma de cada nuevo desvío.

 

Referencias

Bourdieu, Pierre. (1995) Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario. Anagrama, Madrid.         [ Links ]

Deleuze, Gilles (2007) Pintura. El Concepto de Diagrama. Cactus, Buenos Aires.         [ Links ]

Imaz, Iñaki (2016) Esku azpi begi / Ojo para mano. In Eremuak [Consult. 2017-01-20]. URL: http://www.eremuak.net/es/harriak-exposicion-esku-azpi-begi-ojo-para-mano        [ Links ]

Nietzsche, Friedrich. (1982) Más allá del bien y del mal. Alianza editorial, Madrid.         [ Links ]

Sylvester, David (2003) Entrevista con Francis Bacon. Thames and Hudson Ltd., Londres.         [ Links ]

 

Artigo completo submetido a 27 de janeiro de 2017 e aprovado a 5 de fevereiro 2017

 

Endereço para correspondência

 

Correio eletrónico: aluzarraga@gmail.com (Asier Luzarraga Garbisu)

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