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New Trends in Qualitative Research

versão On-line ISSN 2184-7770

NTQR vol.14  Oliveira de Azeméis set. 2022  Epub 01-Ago-2022

https://doi.org/10.36367/ntqr.14.2022.e570 

Artigo original

Integración de la investigación cualitativa en el estudio de la vulnerabilidad social y el éxito educativo

Integration of qualitative research in the study of social vulnerability and educational success

Jordi Longás Mayayo1 
http://orcid.org/0000-0001-8511-3044

Irene Cussó-Parcerisas1 
http://orcid.org/0000-0002-1059-2287

Pilar Dotras Ruscalleda1 
http://orcid.org/0000-0001-6048-2185

Maria Vilàs Trias1 
http://orcid.org/0000-0001-7596-163X

Maria Torralbo Lopez1 
http://orcid.org/0000-0002-1440-6058

Jordi Riera Romaní1 
http://orcid.org/0000-0003-4567-8088

1Facultad de Piscología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, Universidad Ramon Llull, España


Resumen:

Introducción: El impacto de políticas o programas sobre la pobreza y la vulnerabilidad social se ha estudiado mayoritariamente en nuestro contexto desde la economía o la sociología a partir de estudios comparativos y diseños experimentales de carácter cuantitativo. En cambio, nuestro interés radica en el uso de metodologías cualitativas que, desde las áreas de la pedagogía social, la educación social o el trabajo social, pueden aportar evidencias del impacto de estos fenómenos en el bienestar de las personas. Objetivos: 1) mostrar la funcionalidad y valor que aporta la metodología cualitativa en diseños mixtos en la investigación educativa, y 2) ejemplificar la aplicabilidad de la investigación cualitativa, tanto en fases exploratoria como confirmatoria, de los diseños de investigación en educación y evaluación de la acción socioeducativa. Métodos: presentamos tres investigaciones enmarcadas en el programa CaixaProinfacia, proyecto social que atiende la infancia en situación de pobreza en España. Los tres estudios tienen en común haber utilizado técnicas cualitativas en sus primeras fases, entre ellas, mayoritariamente, entrevistas semiestructuradas y grupos de discusión. La primera investigación se focaliza en identificar los factores de éxito educativo en contextos de pobreza relativa; el segundo estudio busca observar las necesidades emergentes en el contexto de la COVID-19 en la infancia y sus familias en situación de pobreza y, finalmente, el tercer estudio tiene como propósito construir una escala para evaluar la vulnerabilidad social familiar. Aplicación: Los resultados de estas tres investigaciones cualitativas han permitido avanzar y profundizar en el conocimiento de los fenómenos estudiados desde la perspectiva de los propios sujetos, obteniendo un consenso o armis teórico que se ha podido validar estadísticamente en una siguiente fase de las investigaciones. Conclusiones: Constatamos que la integración de la investigación cualitativa en diseños mixtos de investigación nos permite comprender holísticamente la complejidad de los fenómenos educativos y sociales.

Palabras clave: Pobreza; Vulnerabilidad social; Éxito Académico; Grupo de Discusión; Entrevista.

Abstract:

Introduction: The impact of policies or programs on poverty and social vulnerability has been studied mainly in our context from economics or sociology based on comparative studies and quantitative experimental designs. Instead, our interest is to focus on the use of qualitative methodologies that, from the areas of social pedagogy, social education, or social work, can provide evidence of the impact of these phenomena on people's well-being. Goals: 1) to show the functionality and value provided by qualitative methodology in mixed designs in educational research, and 2) exemplify the applicability of qualitative research, both in exploratory and confirmatory phases, of research designs in education and evaluation of socio-educative actions. Methods: we present three investigations framed in the CaixaProinfacia program, a social project that cares for children living in poverty in Spain. The three studies have in common that they used qualitative techniques in their early phases, including, for the most part, semi-structured interviews, and focus groups. The first research aims to identify the factors of educational success in contexts of relative poverty; the second study seeks to observe the emerging needs in the context of COVID-19 in children and their families living in poverty and, finally, the third study aims to build a scale to assess family social vulnerability. Application: The results of these three qualitative investigations have allowed us to advance and deepen our knowledge of the phenomena studied from the perspective of the subjects themselves, obtaining a consensus or theoretical framework that has been statistically validated in a subsequent phase of the studies. Conclusions: We find that the integration of qualitative research in mixed research designs allows us to understand holistically the complexity of educational and social phenomena.

Keywords: Poverty; Social vulnerability; Academic success; Focus Groups; Interview.

1.Introducción

En nuestro país, la pobreza infantil y sus consecuencias sociales deberían ocupar un lugar preferente en la agenda pública. Según datos de Eurostat, el 31% de los menores de 18 años están en situación de riesgo de pobreza y exclusión social en España, siete puntos porcentuales por encima de la media de la UE-27 y entre las tasas más altas de la Unión Europea, solo por debajo de Bulgaria y Rumania (Eurostat Database, 2022). Estas circunstancias impactan en la vida cotidiana de estos menores y, en particular, tienen un gran efecto sobre el rendimiento académico. En el caso de España, el 49% de los estudiantes del menor cuartil de renta han repetido curso al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria, un indicador claro de las dificultades en la trayectoria escolar de la infancia y adolescencia en situación de vulnerabilidad por causa de la pobreza (ACCPI, 2020). Dada la extensión de la pobreza y la gravedad de sus efectos sobre las personas, la economía y la cohesión social es un objeto de estudio recurrente. Tradicionalmente la investigación en torno a la pobreza ha ocupado el interés de economistas y sociólogos. Ha interesado especialmente su transmisión intergeneracional y el impacto sobre el éxito escolar y la inclusión social, manejando datos a nivel macro, con interesantes estudios comparativos a nivel regional e internacional para analizar el impacto de la política pública en el bienestar (Bernardi y Cebolla, 2014; González y Bonal, 2021; Sanders et al., 2018). En paralelo a estos estudios cuantitativos, al acercarnos al nivel más operativo de las políticas (el nivel de la intervención social y educativa), también observamos la pujanza de los modelos experimentales que, mediante el uso de grupos control y la disección de las variables de estudio, pretenden encontrar evidencias de qué programas son los más eficientes. En este escenario, el desinterés o desvalorización de los enfoques cualitativos podría suponer un empobrecimiento de la investigación en diversos sentidos. Por un lado, el enfoque de derechos que moviliza gran parte de los profesionales y voluntarios vinculados a la educación y el trabajo social podría verse eclipsado desde criterios meramente productivos o economicistas. Y por otro, la limitación de los números para expresar y comprender el fenómeno humano pareciera requerir el enriquecimiento cualitativo de muchas investigaciones en aras a mejorar la comprensión de los resultados y favorecer su transferencia (Babbie, 2001). Cuestiones clave en la intervención con población vulnerable como son los elementos de sentido, la resiliencia, la solidaridad o el co-aprendizaje, entre muchos otros, son inaprensibles para algunas formas de investigar. Es en este escenario que nuestro texto pone en valor el interés de la investigación cualitativa en la comprensión, evaluación y diseño de las políticas públicas (proyectos, programas, etc.) que buscan mejorar la equidad e inclusión de la población más vulnerable. Concretamente, nos planteamos como objetivos en este artículo: 1) mostrar la funcionalidad y valor que aporta la metodología cualitativa en diseños mixtos en la investigación educativa con foco en la inclusión social, y 2) ejemplificar la aplicabilidad de la investigación cualitativa más allá de sus tradicionales enfoques etnográficos, tanto en fases exploratoria como confirmatoria, de los diseños de investigación en educación y evaluación de la acción socioeducativa. Para ello presentaremos con brevedad tres casos de investigación propia, dos de ellas financiadas en convocatorias oficiales I+D+i, todas enmarcadas en el proyecto de investigación aplicada, asesoría y transferencia de conocimiento al programa CaixaProinfancia de la Fundación “la Caixa” 1 (CPI de ahora en adelante) y del que nuestro grupo de investigación PSITIC2 ostenta la dirección científica desde el año 2008.

2. Breve aproximación a la investigación cualitativa: contextualización de la técnica de entrevista y los grupos de discusión

La toma de decisiones sobre qué tipo de método se debe utilizar en la investigación social estará justificado por los resultados esperados en relación a las preguntas de investigación (Bisquerra, 2004; Losada y López-Feal, 2003). La interpretación de múltiples variables y el conocimiento del significado sobre el objeto de estudio, desde la perspectiva de los participantes, justifica la necesidad de utilizar una metodología de perfil cualitativo (Maxwell, 2004; Vasilachis, 2006; Losada y López-Feal, 2003). En este sentido, éstos adquieren relevancia en la investigación cuando aportan, a través de la verbalización, las experiencias personales o de grupo, vivencias y puntos de vista. La investigación cualitativa permite interpretar esta información obtenida de forma holística (Bisquerra, 2004), entendida ésta como una visión de la realidad social aplicada al objeto de estudio. Este proceder hace que las vivencias interiorizadas (Denzin y Lincoln, 2015a) afloren a través de las técnicas de recogida de información. En este sentido, se detectan coincidencias entre los tipos de técnicas (Bisquerra, 2004; Brunet et al., 2002; Denzin y Lincoln, 2015b; Losada y López-Feal, 2003). Así, la entrevista, los grupos de discusión, la observación, las historias de vida o el análisis documental se encuentran entre las más comunes. En función de la autoría, encontramos que éstas se pueden complementar con otras técnicas como historias orales, notas de campo, diálogos, método Delphi, la investigación acción, el socio análisis, los documentos personales como cartas o memorias… Todas ellas permiten la obtención de datos similares (Bisquerra, 2004), siendo suficiente tanto la aplicación individual de una técnica, como la utilización simultánea o complementaria de varias, que permitan reforzar los resultados, lo que se ha nombrado triangulación metodológica, que implica aplicar diferentes técnicas de recogida y análisis de la información a un único objeto de investigación, ya sea repitiendo el mismo método en diferentes momentos y situación o bien combinado métodos de investigación diferentes (cualitativos y cuantitativos) (IEA, 2022). En los tres proyectos que se presentan en el presente artículo se ha realizado una triangulación metodológica, ya que se ha aplicado una aproximación cualitativa y cuantitativa en el estudio tanto del éxito educativo en contextos de pobreza como en la observación de las situaciones de vulnerabilidad social en el contexto de la COIVD-19 y en la construcción de una escala de medida de la vulnerabilidad social familiar. En la primera, las técnicas cualitativas se utilizaron para desarrollar todo el subproyecto de una investigación que integraba otros estudios en paralelo. En las dos últimas se han utilizado en la primera fase de la investigación. Mayoritariamente las técnicas utilizadas han sido la entrevista semiestructurada y no estructurada y los grupos de discusión. Por este motivo a continuación sólo se describen estas técnicas, sus características, así como ventajas y desventajas. La entrevista facilita profundizar en el sentido de las acciones, yendo más allá de los comportamientos observables, a la vez que permite recoger las explicaciones o percepciones del individuo respecto a la realidad objeto de estudio, considerando “los elementos contextuales, interpersonales y sociales” (Denzin y Lincoln, 2015b, p.147) que tienen un papel activo subyacente. El investigador a partir de la conducción dirigida o semidirigida de la entrevista garantiza que “el interlocutor acceda a un grado máximo de autenticidad y de profundidad” (Quivy y Campenhoudt, 2005, p. 184). El sesgo más importante puede darse por las limitaciones de comunicación y/o barreras psicosociales existentes en la persona entrevistada (Brunet et al., 2002). Concretamente, aspectos de comunicación verbal tales como la dificultad en la expresión verbal, la comprensión de las cuestiones, la capacidad para informar sobre uno mismo y el deseo o la aceptación de decir la verdad, y también, “de la motivación o interés” (Brunet et al., 2002, p. 288) ya que se ha constatado que afecta a la validez de las respuestas. Sobre el entrevistador, es imposible que mantenga una absoluta imparcialidad (Brunet et al., 2002, p. 194), ya que aspectos como su propia forma de ser que incluye sus características personales, tales como su imagen física, lenguaje, el tono de voz, actitudes o gestos, así como sus reacciones (voluntarias o involuntarias) sobre las respuestas del entrevistado inciden en el acto de la entrevista. Por todo lo cual, es necesario según Ballester et al. (2014) que el entrevistador/investigador posea “conocimientos teórico- prácticos sobre las dimensiones psicosociales de la comunicación interpersonal” (p. 192). Se definen tres modalidades de entrevista (Brunet et al., 2002; Bisquerra, 2004; Denzin y Lincoln, 2015b): estructurada, semiestructurada y no estructurada, en la que cada una de ellas presenta unas características, con un rol diferente del entrevistador, a la vez que aportan respuestas diferenciales. En los estudios presentados en este artículo, se ha optado por la entrevista semiestructurada o no estructurada. Permiten flexibilidad en explorar áreas no previstas, en obtener información sobre cuestiones espontáneas, en modificar preguntas, posibilita respuestas abiertas, y ofrece un sistema flexible de análisis. Esta multitud de posibilidades conllevará un mayor esfuerzo de dedicación al análisis de los resultados, que éste será más complejo, con un componente inductivo, pues, pueden aparecer informaciones o variables emergentes no contempladas en un inicio. El “grupo de discusión'' es una técnica que implica mayor complejidad organizativa y de ejecución que la entrevista. La finalidad es obtener información subjetiva, de forma estructurada, a partir de la interacción verbal de un grupo de personas, de entre 4-8 miembros, con perfil homogéneo o heterogéneo (Ballester et al., 2014; Bisquerra, 2004), en función del objetivo de la investigación. Es el investigador (moderador), acompañado de un asistente (co-moderador) y posibles observadores, quien conduce y modera con flexibilidad las intervenciones, a partir del planteamiento de cuestiones ordenadas (guión) (Gutiérrez- Brito, 2008) que según las respuestas va contrastando con todos los miembros y pidiendo aclaraciones o ampliaciones, a la vez que permite introducir alguna pregunta no prevista. Esto implica destreza y formación en la conducción de un grupo de discusión (Ballester et al., 2014; Brunet et al., 2002) a la vez que habilidades para inducir a respuestas o promover la discusión. También se ha constatado que se obtienen mejores resultados cuando se parte de preguntas “muy pensadas (palabras, formas de plantearlas) y muy bien ordenadas” (Ballester et al., 2014, p. 249), recomendando que se realice un grupo piloto para probar el diseño de la dinámica y de este modo asegurar el buen funcionamiento del grupo y una buena interpretación del guión de preguntas. Esta técnica ofrece ventajas gracias a la diversidad de las personas participantes, que permite captar la subjetividad y realizar interpretaciones personales de forma más representativa, minimizando el sesgo subjetivo a diferencia de la entrevista (Ballester et al., 2014; Bisquerra, 2004; Brunet et al., 2002). También según los diseños, permite una triangulación de opiniones y comportamientos, poniendo de manifiesto la reciprocidad de opiniones o posturas divergentes/convergentes (conocidas previamente). Estas fortalezas pueden convertirse en limitaciones, a partir de algunas especificidades, tales como un amplio número de aportaciones diferentes que obliga al investigador a realizar interpretaciones que pueden producir sesgo de la intención del significado al ser éstas muy amplias, o limite la pluralidad de las aportaciones, así como conducir hacia direcciones no deseadas. Y, sobre todo, la necesidad de supervisar y verificar la no existencia de pactos de acuerdos previo a la realización del grupo de discusión entre los miembros del grupo. Para finalizar este apartado de contextualización de la metodología cualitativa y su uso en las investigaciones que presentaremos a continuación, debemos tener en cuenta que, dada la naturaleza de la investigación cualitativa, su calidad e impacto no se puede valorar de la misma forma que la investigación cuantitativa. Por ello, Guba (1981) planteó que la investigación cualitativa debe cumplir con los criterios de credibilidad (que los resultados se ajusten a la realidad), transferibilidad (capacidad de generalización), dependencia (consistencia de los resultados) y confirmabilidad (conseguir la máxima objetividad, evitando el sesgo del investigador/a). Por orden cada uno de ellos se asimilaría a los criterios de calidad de la investigación cuantitativa veracidad, aplicabilidad, consistencia y neutralidad (Dorio et al., 2004). En consecuencia, a lo largo del proceso de investigación cualitativa debemos velar por el cumplimiento de estos criterios mediante diferentes estrategias y herramientas de investigación. La aproximación cualitativa a los fenómenos de estudio, igual que las investigaciones de carácter cuantitativo, tendrá ventajas e inconvenientes que el equipo de investigación deberá tener en cuenta a la hora de llevarla a cabo. Por ejemplo, Babbie (2001) destaca como puntos fuertes la flexibilidad del diseño de investigación para adaptarse a las circunstancias, así como el menor coste, elementos más difíciles de alcanzar en diseños cuantitativos o experimentales. Sin embargo, como inconveniente no podemos esperar de los diseños cualitativos predicciones sobre el comportamiento de una población, pero sí pueden aportar información de cómo se forman estas actitudes y comportamientos colectivos. A continuación, presentamos el desarrollo y aplicación de tres estudios que en sus primeras fases han tenido un carácter cualitativo y donde hemos procurado mantener estos estándares de rigurosidad científica.

3.Casos prácticos de uso de investigación cualitativa

3.1 Estudio de casos de éxito educativo en jóvenes en pobreza relativa

Este primer estudio que presentamos tuvo como objetivo principal identificar factores de éxito escolar en adolescentes en situaciones de pobreza relativa3 en España. En general, las investigaciones enmarcadas en este colectivo se preocupan por los factores que influyen en el fracaso escolar (Calero et al., 2010; Enguita et al., 2010). En este sentido, nuestro estudio planteó un cambio de perspectiva centrándose en los factores favorecedores del éxito escolar, con la idea de poder revertir el determinismo socioeconómico y, por lo tanto, indagar en los posibles mecanismos transformadores de estas circunstancias (Díaz-Gibson et al., 2018). La investigación se desarrolló en el marco de un proyecto I+d+i4 y se centró en 1) identificar los factores personales, familiares, escolares y comunitarios que contribuyen al éxito escolar y 2) estudiar las relaciones entre los agentes socioeducativos (familia, escuela y comunidad), las cuales favorecen este éxito educativo. Para responder a estos objetivos se planteó un primer estudio de investigación de corte etnográfico, centrado en explorar historias de vida mediante un estudio de casos múltiples (Coller, 2000) para poder identificar los factores y condicionantes del éxito en los cuatro ámbitos referidos y las relaciones de los agentes socioeducativos. Una segunda investigación dentro del proyecto, complementaria, se centró en un estudio estadístico para obtener evidencia sobre la influencia de los factores y relaciones entre los agentes socioeducativos. A continuación, detallamos la metodología utilizada en el estudio de casos múltiples. Se seleccionaron 30 casos de jóvenes con un buen rendimiento académico medio (“bien” o superior) y que se encontraban finalizando la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y/o estudios postobligatorios en el curso 13/14 en áreas de vulnerabilidad o contextos de bajo nivel socioeconómico de 5 áreas metropolitanas del estado español, las cuales fueron seleccionadas a partir de un estudio previo de “mapeo” de las zonas urbanas con mayor pobreza en el marco del programa CPI en el curso 2011/12 (Cussó et al., 2017). Además, otro criterio añadido fue tener en cuenta la accesibilidad a la muestra de estudio a través de los contactos establecidos con las entidades del programa y los investigadores- asesores territoriales del mismo. Por todo ello, la muestra finalmente conseguida fue compuesta por 6 casos de Palma de Mallorca, 7 de Barcelona, 5 de Murcia, 6 de Sevilla y 6 de Tenerife (para más información de las características de la muestra ver: Longás et al., 2019; Longás et al., 2016). De este modo, el muestreo teórico asegura la transferibilidad en otros contextos (Dorio et al., 2004). El estudio de casos múltiples utilizó la técnica de entrevista semiestructurada para profundizar y construir una narrativa de los casos desde la perspectiva del/la joven, una persona/s significativa de su entorno familiar, un referente escolar (un tutor/a de curso y/o profesor más próximo) y/u otro referente adulto del ámbito comunitario, cuando fue preciso por la realización de alguna actividad social, educativa y/o cultural. En total se realizaron 102 entrevistas, equivalente a una media de 3 entrevistas por caso, por lo que podemos hablar de una triangulación de datos (IEA, 2022), ya que se utilizaron diferentes fuentes de información para dar respuesta a nuestra pregunta sobre los factores favorecedores del éxito escolar y de este modo lograr la credibilidad (Dorio et al., 2004). En todos los casos se proporcionó una hoja informativa del estudio y se obtuvieron los consentimientos informados de todos los participantes. Una vez realizadas y transcritas todas las entrevistas, se analizó su contenido mediante el programa de análisis cualitativo de datos NVIVO (versión 10). El análisis se focalizó en encontrar factores presentes en las 4 dimensiones de análisis del éxito educativo (individual, familiar, escolar y comunitario) desglosados en variables destacadas en el análisis de literatura previo y también categorías emergentes, siguiendo un método mixto deductivo-inductivo, el cual quedaba registrado en el mismo programa, asegurando así la consistencia de los resultados obtenidos y el criterio de calidad de dependencia. Cada caso fue analizado por un mínimo de dos miembros del equipo de investigación y, en caso de desacuerdo, contrastado con un tercer investigador. Por lo que también podemos hablar de una triangulación de investigadores (IEA, 2022), la cual permite un mayor contraste y rigurosidad en el análisis interpretativo del contenido de las entrevistas, a la vez que cumple con el criterio de confirmabilidad (Dorio et al., 2004). En resumen, la metodología cualitativa de estudio de casos múltiples mediante el uso de entrevistas semiestructuradas nos proporcionó una gran cantidad de información de cada uno de los casos y, a la vez, nos permitió construir un análisis generalizado sobre cuáles eran los factores más recurrentes que pueden explicar el éxito educativo en los cuatro ámbitos estudiados y, por lo tanto, cómo se logra la construcción de la resiliencia en estos contextos adversos. Por lo tanto, nos permitió ver la construcción de estos comportamientos colectivos, aunque no predecirlos (Babbie, 2001). Finalmente, los resultados de esta primera fase fueron la base para construir los cuestionarios a alumnos y docentes de centros en zonas vulnerables y no vulnerables (centros “control”) utilizados en la segunda fase para validar los factores en los 4 ámbitos de estudio y relaciones entre los agentes socioeducativos favorecedores del éxito educativo (Longás et al., 2018a).

3.2 Impacto de la COVID-19 en la infancia en situación de pobreza

La crisis provocada por la pandemia COVID-19 ha generado el empobrecimiento y mayor precariedad de muchas familias españolas, las que ya estaban en el umbral de la pobreza relativa y otras que se acercan de modo muy preocupante. Además del impacto en la satisfacción de las necesidades básicas de supervivencia, la crisis sanitaria conllevó, en un inicio, el cierre de escuelas y el confinamiento familiar. Este hecho, para la infancia que vive estas situaciones de pobreza y mayor vulnerabilidad, puede incrementar su fragilidad y frenar su progreso educativo. Ante este escenario, el Grupo de investigación PSITIC y la Red Interuniversitaria en torno a la pobreza infantil desarrollaron a lo largo del año 2020 un conjunto de investigaciones en el marco del programa CPI que tuvieron como objetivos: 1) identificar las necesidades actuales y las propuestas de acción socioeducativa que debían atender los programas de ocio durante el verano de 2020 y 2) analizar las diferentes brechas que la situación de confinamiento ha agravado o puesto en mayor evidencia y que impactan muy negativamente en la inequidad social y educativa de la infancia (Riera et al., 2020; Longás et al., 2021a; Longás et al., 2021b). En este artículo exponemos el proceso de investigación del primero de los estudios (Riera et al., 2020), desde una mirada puesta en los efectos de la pandemia COVID-19 en las familias en entornos de alta vulnerabilidad participantes del programa. Con esta investigación se muestra el uso de grupos de discusión mixtos en la valoración del impacto COVID-19 y la búsqueda de mejoras en la intervención del programa. A su vez, en otra fase del estudio, se recurre a la misma metodología para triangular resultados y discutir su interpretación. Se realizaron 11 grupos de discusión, abarcando la mayoría de CCAA de España, con la participación de más de 120 representantes de aproximadamente 80 entidades colaboradoras del CPI y de la administración local-autonómica con diferentes perfiles y responsabilidades (coordinador de ciudad, director entidad, coordinador de proyecto, educador social, psicólogo, referente de las familias, técnico del ayuntamiento…). Además, se realizaron entrevistas por escrito a 36 entidades de 8 comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Euskadi, Murcia). Los grupos de discusión se realizaron online debido a las restricciones sociosanitarias del momento, las cuales no permitían reuniones presenciales de grupos de más de 10 personas. Así pues, por primera vez, aplicamos la técnica de los grupos de discusión en modalidad online, lo que nos dio suficiente flexibilidad para adaptarla al contexto, además que tuvo un menor coste. Podemos clasificar las fuentes de información y los instrumentos en tres grandes grupos. En primer lugar, los grupos de discusión formados por (1) coordinadores de ciudad, (2) informadores clave (representantes entidad y territorio), (3) investigador referente de la red y (4) técnico. El papel del investigador referente era moderar la discusión y elaborar el informe final juntando las pautas de observación. La función del técnico era tomar notas y rellenar la pauta de observación, de este modo se planteaba la triangulación de datos de los distintos informantes. Para el grupo de discusión se utilizaron los siguientes instrumentos: guión, pauta de observación, documento de categorización sistemática de las variables estudiadas y el informe síntesis final. Esta triangulación de informantes y material nos asegura la credibilidad y consistencia de los resultados obtenidos. En segundo lugar, las entrevistas semiestructuradas a entidades clave. Estas entrevistas tenían como objetivo recoger las distintas actividades de verano planificadas por las entidades, así como conocer los criterios pedagógicos y sanitarios que las regían. Los instrumentos relacionados con las entrevistas fueron: guión, documento de categorización sistemática, informe síntesis final. En tercer lugar, el análisis documental dirigido a conocer el estado de la cuestión de las actividades de verano de ocio y tiempo libre a nivel estatal. Por un lado, se llevó a cabo un análisis documental telefónico y digital para recoger y clasificar actividades innovadoras. Por otro lado, se revisó sistemáticamente el marco normativo y legal de las actividades de verano de ocio y tiempo libre a partir de las instrucciones tanto a nivel local y de comunidad autónoma como estatal. Para ambos análisis, se utilizaron documentos de categorización sistemática y se elaboró un informe de síntesis final. El procedimiento de la investigación se organizó en las siguientes fases:

Fase preparatoria: focalización de la problemática, justificación de la importancia de la investigación, fundamentación teórica y revisión bibliográfica y diseño de la metodología (elaboración del cuadro de mando, del proceso y de los instrumentos).

Fase operativa:

Análisis documental de las experiencias y buenas prácticas aplicadas en el territorio como primera reacción socioeducativa a las consecuencias de la pandemia COVID-19. También se realiza un análisis del marco legal existente en relación con las restricciones COVID-19 en el sector socioeducativo.

Realización de grupos de discusión online. En cada ciudad seleccionada para el estudio, los asesores, con ayuda de los coordinadores de ciudad, organizan un grupo focal virtual (8-10 personas) de 2h de duración cada uno. La estructura del grupo focal se define previamente, mediante un guión y una pauta de observación, y se comparte con los/as moderadores/as, quienes realizan un informe con los resultados obtenidos.

Entrevistas por escrito, vía correo electrónico, a 15 miembros de equipos directivos de entidades sociales de las diferentes comunidades autónomas participantes en la red del programa CPI.

Fase de análisis: análisis en profundidad y categorización sistemática, por parte del equipo de investigación principal, de los resultados obtenidos (datos relativos al análisis documental, informes de los grupos de discusión realizados en cada territorio, resultados de las entrevistas a miembros de equipos directivos de entidades sociales). A partir del análisis sistemático se procede a la supraordenación de categorías de repetición por pesos de frecuencia en el global de los grupos de discusión.

Fase de difusión: se elabora un informe conclusivo y materiales de soporte para la comunicación de los resultados obtenidos.(F1)

Figura 1 Esquema de las fases del proceso de investigación. Fuente: Elaboración propia. 

Gracias a las entrevistas, pudimos obtener una fotografía más detallada de cómo se estaban organizando las entidades y sobre la planificación y preparación de las actividades de ocio y tiempo libre de cara al verano. En este sentido, los recursos y el apoyo proporcionado fueron más adecuados y ajustados a la demanda del momento. Por otro lado, los grupos de discusión facilitaron el intercambio de opiniones entre las entidades del territorio y el diálogo constructivo entre los diferentes agentes sobre las necesidades agravadas a raíz de la situación de la pandemia. Este enfoque metodológico permitió conocer las percepciones de los profesionales de campo, así como los responsables de las entidades y las administraciones, cumpliendo así el criterio de confirmabilidad. A partir de la triangulación de las diferentes fuentes de información y la sistematización del conocimiento recogido, se concluyeron las necesidades detectadas y emergentes en el contexto COVID-19 y, en particular, su transferibilidad al programa CPI. Al mismo tiempo, este primer estudio sentó la base conceptual de los cuestionarios de los dos estudios siguientes, de carácter cuantitativo, que se desarrollaron en el marco de la misma investigación, para profundizar en los efectos de la COVID-19 en los participantes del programa: niños/as y adolescentes, familias y profesionales (Longás et al., 2021a; Longás et al., 2021b).

3.3 Creación de una escala de vulnerabilidad social familiar

En este último caso de investigación presentamos el proceso de construcción de una escala de medida de la vulnerabilidad social familiar que permita evaluar el impacto de programas socioeducativos y, en concreto, que sea aplicable al programa CPI5. Este nuevo instrumento, de carácter multidimensional, servirá para elaborar un diagnóstico social de las familias que son atendidas por el programa con más precisión. Al mismo tiempo, se pretende que sea una herramienta de trabajo para los profesionales del programa para poder registrar los cambios en las situaciones de vulnerabilidad y, de este modo, facilitar la intervención socioeducativa a través de ajustar y actualizar los planes de trabajo familiares en función de las necesidades observadas. Por todo ello, este instrumento permitirá también evaluar el impacto de las acciones socioeducativas que ofrece el programa sobre la vulnerabilidad social de las familias. La escala aún está en proceso de desarrollo, por lo que en este apartado no vamos a presentar la escala, sino el proceso de construcción llevado a cabo en tres fases: 1) el diseño de la escala de vulnerabilidad social familiar; 2) la validación de la escala a través de dos estudios estadísticos psicométricos, un estudio piloto y otro confirmatorio y, finalmente, 3) la implementación de la escala al programa. En concreto, nos vamos a centrar aquí en la primera de estas fases, puesto que se han realizado tres acciones fundamentales para construir la escala de vulnerabilidad social familiar a partir de técnicas cualitativas de investigación. En primer lugar, se ha realizado una revisión de literatura sobre vulnerabilidad social e instrumentos de evaluación de este fenómeno en el contexto iberoamericano a partir de artículos indexados en el período de 2006 a 2021. El equipo de investigación realizó una búsqueda en las bases de datos Web of Science, ÍnDICE CSIC, Google Scholar con los términos vulnerabilidad social, valoración y diagnóstico social. Se seleccionaron 53 artículos de los ámbitos de la psicología, la pedagogía social, la educación, el trabajo social y la sociología. Cada artículo fue valorado por un mínimo de dos investigadores, los cuales evaluaron el contenido del artículo de forma independiente para determinar si los estudios informaban de alguno de los siguientes términos: “definición de vulnerabilidad social”, “identificación de dimensiones y/o indicadores de vulnerabilidad”, “unidad de análisis es la familia”, se presentan “instrumentos de evaluación o escalas de medida de la vulnerabilidad social”. En una primera fase, se clasificaron los artículos en función de estos aspectos y estimando si el contenido era relevante, posiblemente pertinente o irrelevante. En caso de empate se consideró la triangulación de un tercer investigador, de este modo se aseguraba la credibilidad de los resultados obtenidos y confirmabilidad, evitando sesgos en la selección de los artículos. En una segunda fase de clasificación, se optó por descartar: aquellos artículos centrados exclusivamente en la definición de vulnerabilidad social o centrados en la crítica de instrumentos de evaluación; estudios que evaluaban conceptos próximos como “calidad de vida” o “bienestar”; en caso de investigaciones con la misma autoría se optó por escoger el estudio más actual. Así pues, la muestra final de artículos seleccionados fue de 15 artículos, los cuales se han utilizado para identificar las dimensiones y factores de vulnerabilidad social, así como observar las características de los instrumentos de evaluación de este fenómeno en el contexto iberoamericano. El análisis de estas investigaciones nos ha permitido comprender la vulnerabilidad social desde un modelo multidimensional, teniendo en cuenta condicionantes externos e internos de las familias. En relación con los instrumentos de medida de la vulnerabilidad social se consta una heterogeneidad en la medida del fenómeno en nuestro contexto, ya sea por la diversidad de metodologías utilizadas en su construcción, las formas de medida (valores continuos, escalas Likert y/o escalas cualitativas, etc.), además de aplicarse a colectivos concretos (personas con discapacidad, personas mayores…etc.), lo cual nos lleva a una falta de comparabilidad entre ellos. Sin embargo, se observa que hay cierto consenso en incorporar como dimensiones de análisis de la vulnerabilidad la salud, la vivienda, la educación, la economía, el ámbito laboral y relacional. A partir de esta forma de proceder y desde un paradigma interpretativo (Lara Guijarro y Ballesteros, 2008) y, eminentemente, cualitativo de investigación se ha ido construyendo un modelo holístico e integrador de estas 6 dimensiones para construir una escala de vulnerabilidad social familiar aplicable al programa CPI. En segundo lugar, el diseño teórico de esta escala ha sido consensuado con un total de 28 expertos del ámbito académico y/o profesionales de la acción socioeducativa en activo con la organización de dos grupos de discusión consultivos, en los cuales se ha consensuado con los expertos 1) la estructura conceptual de la escala teniendo en cuenta su uso para el programa, 2) la propuesta concreta de redactado de los ítems de vulnerabilidad a evaluar en cada una de las dimensiones, 3) la forma de introducción de los datos por parte del profesional y, finalmente, 4) se ha valorado la ponderación de los diferentes ítems de la escala en caso de precisar este criterio en la posterior validación estadística de la segunda fase. Las aportaciones de los expertos, aplicando de este modo una triangulación teórica, han sido fundamentales para construir una nueva escala de vulnerabilidad social familiar que sea contextualizada al programa CPI y de utilidad y de fácil aplicación para los profesionales implicados, asegurado la credibilidad y transferibilidad de la propuesta. Finalmente, en tercer lugar, la fase de diseño concluyó con una validación del contenido de la escala con la participación de 25 trabajadores sociales internos y externos al programa CPI, a los cuales se les pidió valorar 5 casos prototipos del programa que respondían a diferentes familias con grados distintos de vulnerabilidad a través de la aplicación de la propuesta de nueva escala de vulnerabilidad social familiar. El análisis estadístico realizado nos indicó que había un acuerdo entre los evaluadores de los casos en un 80% de los ítems, con un coeficiente de Fleiss’ Kappa de nivel moderado. Además, en cada una de las dimensiones analizadas se añadió la categoría “otros”, por lo que el análisis cualitativo posterior nos ha permitido revisar los indicadores con la finalidad de eliminar redundancias o pulir el redactado de los ítems para una mejor comprensión. Todo este detalle del proceso de construcción de la escala a partir de toda esta recogida y análisis de datos, así como la participación de diferentes informantes nos asegura el criterio la dependencia de la investigación cualitativa. En síntesis, la fase de diseño de la escala se ha nutrido fundamentalmente de una metodología cualitativa que ha permitido crear un armis de teoría emergente que acabará facilitando la construcción de una escala de vulnerabilidad social familiar multidimensional y desde un amplio consenso.

4.Aplicación de la propuesta en la realidad

Como ya se ha comentado anteriormente, todas las investigaciones presentadas están enmarcadas en el proyecto de investigación aplicada, asesoría y transferencia de conocimiento al programa CPI, en el cual tenemos la oportunidad de dar apoyo al seguimiento de sus acciones y evaluación de su impacto desde nuestro grupo de investigación PSITIC, desde donde lideramos la dirección científica del mismo. Por lo tanto, los resultados de las investigaciones presentadas tienen una aplicabilidad directa a la realidad práctica del programa con la voluntad de mejorar las acciones socioeducativas que se llevan a cabo y su impacto. En relación con la primera investigación presentada sobre los factores del éxito educativo en contextos de pobreza y vulnerabilidad social, además de la difusión de artículos de carácter científico, también se ha apostado por otro tipo de divulgación en ámbito no académico como la realización de un breve documental presentado en el Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social (Longás, 2019) y un libro publicado por la editorial Graó de narrativas de historias de éxito educativo (Longás et al., 2018b). Estos formatos han permitido hacer llegar los resultados de la investigación a los profesionales de la intervención socioeducativa que trabajan en las entidades sociales del tercer sector, Centros Educativos o Servicios Sociales de administraciones locales. A su vez, los aprendizajes se incorporan a otras investigaciones desarrolladas por el grupo PSITIC y tienen interés en la formación en másteres y doctorados en los que participan los investigadores del grupo. Todo ello, ha ayudado a visibilizar el éxito educativo y sus condicionantes en contextos de pobreza y promocionar la creación de propuestas de acción socioeducativa en red, más ajustadas a la realidad de la infancia en situación de pobreza en el marco de este programa, así como a la mejora de los indicadores de evaluación de impacto del éxito educativo del mismo. La segunda investigación ha permitido valorar los efectos de la pandemia en los participantes del programa CPI, lo cual ha visibilizado las distintas nuevas o viejas necesidades detectadas sobre las brechas de inequidad y los desafíos socioeducativos que se plantean a partir de la crisis sociosanitaria provocada por la COVID-19. Las conclusiones del estudio apuntan al reto de dar respuesta a las necesidades sociales y educativas desde una perspectiva sistémica y multinivel, con foco preferencial en los derechos a la educación de la infancia más vulnerable y, por lo tanto, orientar el programa CPI en esta dirección con el refuerzo de algunas áreas de intervención como la acción social, el fortalecimiento de la colaboración del programa con los centros educativos, la extensión de los programas de ocio y tiempo libre o el despliegue de un sub-programa específico en la franja 0-3. Finalmente, en relación con la tercera investigación sobre la escala de vulnerabilidad social familiar, está prevista su implementación en el programa CPI durante el próximo curso 22/23 para aplicar a la evaluación y diagnóstico inicial de las familias participantes. Estimamos que la escala será una herramienta que aportará más rigor y sistematización, facilitando el diagnóstico social realizado por el profesional. A la vez, permitirá un mejor seguimiento de la evolución de las familias y de la evaluación del impacto de las acciones socioeducativas en la vulnerabilidad social familiar.

5.Consideraciones finales

A partir de nuestra experiencia en investigaciones desarrolladas desde la Pedagogía y la Intervención Social, debemos afirmar la oportunidad y conveniencia de apoyarse en la metodología cualitativa para obtener resultados más relevantes, comprensibles y transferibles. Desde la perspectiva de la acción socioeducativa, los estándares de representatividad, normalidad y validez estadística, entre otros, se ven complementados y en ocasiones superados por los de veracidad, comprensión o interpretación del fenómeno, y transferibilidad de los resultados que puede favorecer el uso de metodologías de la investigación cualitativa (Bisquerra, 2004; Guba, 1981). Aunque gran parte de la investigación cuantitativa sobre pobreza y éxito educativo resulta útil para la descripción del fenómeno, consideramos que resulta insuficiente para orientar el trabajo de los profesionales de la educación o los servicios sociales, por ejemplo. Esta consideración también debemos hacerla extensible ante la presión creciente de muchas instituciones financiadoras de la investigación y/o de los programas educativos por obtener “evidencias científicas” a partir de diseños experimentales. Debemos cuestionarnos la facticidad progresivamente impuesta al sector de la educación por este tipo de diseño importado del ámbito de la medicina y la farmacia. Si bien es necesario contar con evaluaciones rigurosas de las políticas, éstas no debieran aislarse de condiciones y razones contextuales o elementos de sentido profundo, por lo que es oportuno cuestionarse por el tipo de evidencia que se precisa para orientar las políticas de bienestar. Las tres investigaciones son una muestra contrastada del uso integrado de la metodología cuantitativa y cualitativa donde, esta última, toma relevancia máxima en lo que supone el enfoque epistémico de las mismas. La preocupación, no sólo por la explicación sino por la comprensión e interpretación del problema (social o educativo) y las formas de abordaje de la necesidad, elevan la discusión epistémica del uso de la investigación cualitativa al nivel ético (Lara Guijarro y Ballesteros, 2008). En este campo del saber, en el que resulta preponderante la investigación aplicada, debemos debatir sobre la capacidad iterativa de la investigación: a) emerger del campo de investigación y volver a él; b) buscar que el mismo proceso investigativo sea también un proceso de aprendizaje y transformativo; c) rehuir la falacia de las relaciones causa-efecto y buscar que la investigación aporte algo más que la mera descripción. En relación con el primer punto hemos mostrado a lo largo de los tres proyectos como recurrir a un diseño metodológico cualitativo de investigación, que nos ha permitido indagar sobre el fenómeno de la pobreza y la vulnerabilidad social desde la perspectiva de los propios sujetos, ya sean personas que viven bajo estas situaciones y/o profesionales o expertos que trabajan en el ámbito (Maxwell, 2004; Vasilachis, 2006; Losada y López-Feal, 2003). Nos parece evidente que las investigaciones que tienen la voluntad de transformar la realidad social incorporen en sus análisis la visión de los sujetos o el colectivo de estudio y, cada vez más, busquen la participación de los sujetos investigados. En segundo lugar, se pone de relieve que el desarrollo de una metodología cualitativa permite incorporar aspectos o interpretaciones emergentes no presentes en la literatura, aún más cuando estudiamos fenómenos nuevos, como ha sido por ejemplo el estudio del impacto social de la COVID-19. En base a las técnicas cualitativas tales como la entrevista y/o el uso de grupos de discusión se construye un nuevo conocimiento sobre la realidad social a través del análisis del discurso y la búsqueda de consensos sobre las cuestiones estudiadas (Gutiérrez-Brito, 2008). Así pues, constamos que el uso de técnicas cualitativas construye y complementa el armis teórico del fenómeno de estudio, a la vez que nos permiten avanzar en la comprensión de factores y o condicionantes de un comportamiento, aunque no predictores (Babbie, 2001), que luego pueden ser validados a través de técnicas de validación estadística. Finalmente, las técnicas cualitativas nos proporcionan una aproximación holística que busca interpretar el fenómeno de estudio en toda su complejidad. Por ello, la fortaleza de la aplicabilidad de estas técnicas no es la maximización cuantitativa centrada en obtener el mínimo de información del mayor número de casos para la realización de pruebas estadísticas de contraste y relaciones causa-efecto, sino que se centra en la maximización de la información obtenida, su calidad y profundidad en el análisis (Babbie, 2001; Quivy y Campenhoudt, 2005). Por ello, es necesario recorrer a la triangulación teórica, de datos, de investigadores o metodológica (IEA, 2022) según convenga en cada estudio, tal como se ha mostrado en los proyectos expuestos, para alcanzar una mayor rigurosidad en la interpretación de los resultados obtenidos (Bisquerra, 2004; Guba, 1981). La supremacía del número excluye o eclipsa argumentos que pueden ser más relevantes y significativos. Lo original o singular puede ser fuente de innovación y, aunque inicialmente sea minoritario, no significa que no tenga valor de transferibilidad. La potencia de la investigación para mejorar la acción socioeducativa se multiplica exponencialmente con metodologías mixtas buscar profundizar tanto en la descripción y explicación como en la interpretación y comprensión del fenómeno estudiado.

6.Agradecimientos

Los estudios presentados en este artículo han contado con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad. (Ref.: EDU2012-39497-c04-01) y Ministerio de Ciencia e Innovación (Ref.: PID2019- 104971RB-I00). Además, los estudios cuentan con el apoyo de la Fundación ”la Caixa” en el marco del proyecto de investigación aplicada, asesoría y transferencia de conocimiento al programa CaixaProinfancia.

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1 El programa CaixaProinfancia promueve un trabajo socioeducativo integral en red para atender la infancia y sus familias en situación de pobreza y vulnerabilidad social en España, con la colaboración de más de 400 entidades del tercer sector y la colaboración con los servicios públicos y comunitarios en todas las Comunidades Autónomas (Fundación ‘la Caixa’, 2022).

2Grupo de investigación consolidado en Pedagogía, Sociedad e Innovación con el apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

3El umbral de pobreza relativa utilizado para esta investigación fue el establecido en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del año 2012, que correspondió a 7.182 € para un hogar con un adulto y 15.082 € para un hogar con 2 adultos y 2 menores de 14 años (Longas et al., 2016).

4Identificación del proyecto: Evaluación del impacto de los factores familiares, comunitarios y pedagógicos de las trayectorias de éxito escolar de alumnos de secundaria en entornos de pobreza relativa. MINECO, convocatoria 2012. Período de ejecución: 2013-2016. Ref.: EDU2012-39497-C04-01. IP: Dr. Riera Romaní.

5Identificación del proyecto: Validación de una escala de vulnerabilidad social para evaluar el impacto de programas socioeducativos. Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, convocatoria 2019. Período de ejecución: 2020-2023. Ref.: PID2019-104971RB-I00. IP: Dr. Riera Romaní y Dr. Longás Mayayo.

Recibido: 01 de Febrero de 2022; Aprobado: 01 de Abril de 2022

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