1.Introducción
El ser humano desde que nace va adquiriendo prácticas, formas de pensar y sentir que reflejan su comportamiento colectivo y valores culturales (Alanoca et al., 2019), que permanecen hasta la actualidad. En el mundo andino, especialmente en la zona sur del altiplano peruano, existe un estilo de vida peculiar de armonía con la naturaleza que se afianza en el seno familiar, donde los padres van inculcando valores como el respeto a todo lo que tiene vida (miembros de la familia, integrantes de la comunidad y hasta los animales); y a todo lo que les rodea (la casa donde viven, los caminos por donde transitan, el aire, agua, viento, lluvia, la tierra o “Pachamama” que les brinda alimento y los “achachilas” o “apus” que son las montañas que les protegen). Esta forma de convivencia permite una vida en común con el medio ambiente, en armonía con la naturaleza; es decir, el buen vivir, “posibilitando el florecimiento pleno del ser para vivir dignamente hoy, mañana y por siempre” (Bermejo-Paredes & Maquera-Maquera, 2019, p.1).El núcleo de toda sociedad es la familia, considerada como la “más antigua de las instituciones sociales humanas (...) es un sistema abierto, es decir un conjunto de elementos ligados entre sí por reglas de comportamiento y por funciones dinámicas en constante interacción interna y con el exterior” (Valladares, 2008, p. 4). En la década de losaños 70, las familias rurales asentadas en los andes del Perú, no le prestaban atención a la educación, por motivos de subsistencia se dedicaban solamente a la actividad agrícola. Con el transcurso de los años los jefes de familia buscaron un mejor bienestar para sus hijos, a través de la producción y venta de productos agropecuarios. A principios de la década de los 80, los jefes de familia apostaron por cambiar la realidad que ellos vivieron, enviando a sus hijos a que estudien en la universidad, estos jóvenes migrantes de zonas rurales, no dejan de mantener este estilo de vida comunitaria, convirtiéndose en una práctica ancestral vigente, que al alejarse de su lugar de origen (para estudiar y salir adelante) tienen como anhelo “corresponder lo que sus padres les dieron” (Yucra & Aragón, 2021). En la actualidad esta realidad persiste, la mayoría de estudiantes provienen de zonas rurales, evidenciándose las carencias económicas, viviendo solos y alejados de la familia, reconfigurándose nuevas formas de “ayni” entendida como una reciprocidad, amparo, correspondencia, entre sus compañeros mediante el préstamo de libros, cuadernos, apoyándose entre ellos y animándose mutuamente a estudiar e incluso dándose clases de reforzamiento gratuito para los que necesiten (Yucra & Aragón, 2021).Esta forma de vida del universitario no está al desamparo, por el contrario, aún persiste el vínculo familiar donde el papá, la mamá, los hermanos, abuelos y hasta los padrinos velan por el logro de los objetivos de cada estudiante, mediante el apoyo moral, material, emocional y hasta económico; este es un ejemplo del “amparo familiar” lo que genera sentimientos de gratitud y admiración. La gratitud es considerada como un comportamiento afectivo, cognitivo y consciente que manifiesta una persona que recibe un beneficio de un benefactor, o de otra persona que lo sustituye, y que se expresa a través del agradecimiento (Alarcón, citado por Alarcón & Caycho, 2015). Finalmente, el objetivo es analizar la gratitud hacia la familia como expresión del buen vivir de los estudiantes universitarios del ande peruano.
2. El buen vivir del mundo andino
2.1 Buen vivir o “Allin Kawsay”
“El buen vivir se ha posicionado como un paradigma en su más amplio sentido, alcanzando a todos los sectores sociales, académicos, culturales, ambientales, económicos y políticos que reflexionan alrededor de esta” (Alvarez, 2016, p. 287), que en principio son invocados por poblaciones ancestrales (Canaza-Choque, 2021, p. 78), como los quechuas y aimaras asentados en el altiplano peruano. Esta filosofía se ha consolidado como un estilo de vida, no sólo en esta zona altiplánica sino en países como Bolivia, Ecuador y Colombia .Los quechuas y aimaras son grupos poblacionales con idiomas propios, con terminologías diferentes, como el buen vivir, que en quechua se escribe “Sumak Kawsay” o “Allin Kawsay”, en aimara es “suma qamaña”, estasterminologías tienen una significación similar, que “todo lo que rodea al hombre tiene vida y todo es recíproco”, así como la madre tierra o “Pachamama” provee alimentos; el hombre debe corresponderle dando pleitesía, pidiéndole permiso antes de iniciar cualquier actividad, en otras palabras “todo lo que le rodea al hombre” tiene espíritu y se debe respetar. Esta forma de vivir en armonía entre hombre y naturaleza hacen que sientan la energía de la tierra, de tal manera que expresan gratitud hacia ella. “La noción indígena del Allyn Kawsay que es una manifestación y aspiración de mejorar la calidad de vida en interdependencia con los seres del entorno desde diversos niveles: personal (runa), familiar (ayllu), comunitario (llakta)” (Barragán, 2020, p. 18).
2.2 La familia en la cosmovisión andina
La familia es considerada como una “institución formada por sistemas individuales que interactúan y que constituyen a su vez un sistema abierto. Está formada por individuos, es también parte del sistema social y responde a su cultura, tradiciones, desarrollo económico, convicciones, concepciones ético-morales, políticas y religiosas” (Valladares, 2008, p. 4). De acuerdo a la cosmovisión andina, la familia es un colectivo donde la individualidad no tiene cabida, todo es en común: el apoyo, la participación, la toma de decisiones que es asumida por todos los miembros. “En torno a la cultura, es la familia la que principalmente genera y transmite valores, tradiciones, manifestaciones culturales, a través del reconocido proceso de socialización” (Castro, 2012, p. 181). Esta formación de valores es muy importante para el poblador andino. En el medio rural, la caracterización de la familia se da a través de la conformación de tipo extensa compuesta por la relación entre padres, hijos, tíos y abuelos; es decir, mientras haya nuevos matrimonios de los hijos, estos se van integrando a la gran familia, cumpliendo un rol de acuerdo a la edad, sexo y condición que se replican en las nuevas generaciones. A través de esta cotidianeidad de compartir y designar algunas funciones o responsabilidades, se van inculcando valores vinculados al buen vivir con los miembros de la comunidad, el trabajo colaborativo, la solidaridad, amor, reciprocidad, entre otros.
Una forma del buen vivir en comunidad es cuando se dirigen a las personas adultas con el término de “tío” considerándolos como “familiares lejanos”; cuando se dirigen a personas de la misma edad los llaman “waykey”, “jilata” que son terminologías de su idioma nativo, en castellano significa hermano. Así, se convierte a los terceros en parientes cercanos donde: “todos los de mi generación pueden ser llamados y a veces tratados como "hermanos"; los de la generación de mis padres, pueden ser "mis papás o mamás" o "mis tíos". Es un orden que indica y propicia flexibilidad y reacomodos circunstanciales” (Ortiz, 1989, p. 138).
2.3 La gratitud como virtud innata del ser humano
La gratitud es considerada no sólo como una forma de comportamiento afectivo, vinculado al sentimiento innato al ser humano, sino también al aspecto cognitivo y consciente, por lo tanto, configura una virtud de espiritualidad o trascendencia (Caycho, 2011), que toda persona expresa por los favores recibidos. Entonces “la gratitud no se extingue con el agradecimiento, pues tiene en la memoria su componente cognitivo el cual le atribuye intemporalidad a las buenas acciones. Esta característica, permite recordar a nuestros seres queridos fallecidos...” (Alarcón & Caycho, 2015, p. 60). La “gratitud mejora la salud de las personas en las diferentes etapas de la vida, al conseguir incrementar el bienestar, la satisfacción con la vida, el optimismo, mejorar las relaciones personales y disminuir la ansiedad ante la muerte” (Romero, 2015, p. 3). El hecho de ayudar o asistir a una persona permite sentirse bien consigo mismo y con los que le rodean, así las personas que practican la gratitud expresan estados de bienestar subjetivo, es por ello que las personas en particular los descendientes quechuas y aimaras reconocen la gratitud como un valor innato como otra forma de expresión del buen vivir, es decir que es parte de su personalidad, de su forma de ser, de su espiritualidad, dando y recibiendo gratitud sin esperar nada a cambio. Siguiendo la propuesta de Seligman et al. citado por (Caycho, 2011, p. 107), se adopta la clasificación de 6 virtudes (1. Sabiduría/conocimiento; 2. Valor/coraje, 3. Humanitarismo, 4. Justicia, 5. Templanza y 6. Espiritualidad) y 24 fortalezas, que permitirá un mejor análisis sobre las afirmaciones de gratitud en los jóvenes universitarios del altiplano peruano.
3.Metología
La investigación es de tipo cualitativo, se recurre al método fenomenológico y etnográfico; a través del primero, se describe la experiencia del sujeto en sí y por sí, renunciando a cualquier tipo de explicación causal, desentrañando la estructura del mundo de la vida (Katayama, 2014), es así que el sujeto de estudio es reconocido como estudiante de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno (UNA-Puno), que lo acoge durante su formación profesional. En relación al método etnográfico permitió “comprender el sentido de la acción social en el contexto del mundo de la vida y desde la perspectiva de los participantes” (Vasilachis, 2006, p. 48), que se manifiesta a través de testimonios sobre la gratitud hacia sus familias. El diseño de investigación es no experimental y de corte transversal; es decir, se dio en un solo momento, en el contexto de la educación presencial durante el año 2019.
Como técnica se utilizó la entrevista semiestructutrada de dos preguntas: ¿A qué personas de tu entorno familiar admiras más y/o sientes gratitud por ellas?, ¿por qué?; estas fueron aplicadas a 339 estudiantes de la UNA-Puno, de las 35 Escuelas Profesionales; considerando las siguientes características: estudiantes del tercio superior, estudiantes de rendimiento regular y los que se encuentran en riesgo académico, quienes previo consentimiento informado decidieron participar de manera voluntaria. Mediante las entrevistas se recolectaron y registraron valiosas versiones, testimonios y opiniones de los estudiantes, relacionados con la gratitud como expresión del buen vivir. Para el procesamiento general de análisis de información, se tomó en cuenta el modelo de reducción de datos cualitativos que comprende tres etapas: edición, categorización y codificación; y, registro y disposición de datos cualitativos” (Katayama, 2014).
Primera etapa: Edición
Tras la ejecución de la entrevista a 339 estudiantes, la información ha sido transcrita y llevada a una base de datos (Excel) donde cada entrevistador revisó el sentido de la respuesta de los estudiantes entrevistados, dando fiabilidad y conformidad del sentido de las respuestas.
Segunda etapa: Categorización y codificación
Cada respuesta fue codificada de la siguiente manera: Primero con la letra P que significa pregunta, en seguida la letra E que significa entrevistado y finalmente la numeración secuencial del 1 al 339 que es el total de los estudiantes entrevistados de las 35 escuelas profesionales de la UNA Puno.
Ejemplo: Código PE339
Donde:
P = Pregunta
E = Estudiante universitario
1 -399 = número de estudiante entrevistado
Los múltiples testimonios contenían diferentes argumentos sobre gratitud y admiración a los miembros de sus familias y sus motivaciones fueron categorizados hallando coincidencias, similitudes y consensos en cada respuesta, identificándose las siguientes (T1,T2):
Tercera etapa: Registro y disposición de datos cualitativos
Los resultados se presentan por las coincidencias entre las respuestas, de las 339 entrevistas se sistematizaron a 132 versiones distintas de gratitud hacia los miembros de sus familias, ya que se identificaron numerosas coincidencias. Los testimonios, razones y motivos, son presentados en las tablas que a continuación se detallan.(T3)
4.Resultados
Existen estudiantes que provienen de una familia nuclear, que a pesar de muchas dificultades reconocen el esfuerzo de ambos padres, denotando un sentimiento afectivo y agradecimiento por tenerlos juntos, es una constante que no todos los papás tienen un trabajo estable, por ejemplo, cuando se afirma “mis padres no tienen plata, pero me incentivan a ser profesional, por eso debo ser buen estudiante teniendo buenas notas” (P6E253). Así mismo, se destaca el esfuerzo compartido de los padres, protección, liderazgo, motivación entre otras virtudes aprendidas en familia. Razón por la cual los estudiantes procuran no defraudarlos cuando señalan “mis padres me ayudan a cumplir mis sueños por eso no debo decepcionarlos, debo ser buen hijo y ser buen estudiante” (P1E93), este testimonio asume un compromiso de reciprocidad, cariño, amor e inmensa gratitud hacia sus padres enmarcado en el principio del buen vivir (T4).
Las respuestas de los estudiantes entrevistados dan a conocer una realidad marcada por el respeto y reconocimiento de la labor que cumple la madre, estos valores inculcados desde el seno familiar, expresan gratitud y agradecimiento a sus madres que pese a las dificultades de ser separadas, abandonadas o viudas son reconocidas como: “... padre y madre” (P6E229) a ello se suma condiciones como estado de salud deteriorado y sin trabajo estable; sin embargo, no descuidan a sus hijos ni su educación, lo que es valorado por ellos, cuando se afirma por ejemplo: “Admiro mucho a mi madre, ella trabaja en el campo, soy huérfano de padre hace 4 años y somos 4 hermanos, ellos aún son pequeños” (P6E254), que expresa un sentimiento muy profundo amor y gratitud a su mamá (T5).
En muchos casos el padre es el sostén de la familia, así los estudiantes valoran las diferentes formas de apoyo y respaldo hacia sus hijos: “Mi papá me apoya en todos los aspectos ya sea económico, moral, así me enseñó los valores y a respetar a los demás, quisiera ser como mi papá cuando sea mayor” (P6E220), esta forma de inculcar valores permite generar una gratitud en los hijos en vista a que ellos ahora que están fuera del seno familiar extrañan la vida en familia. Otra expresión es: “Mi papá supo luchar y enfrentar la vida, pese a su condición socioeconómica logró superarse, un ejemplo para mí” (P6E154), esta es una forma de reconocer al esfuerzo que hace el padre de familia, permite una vida en paz con su familia y en armonía con todo lo que le rodea, es decir un buen vivir o “allin kawsay” (T6).
Por múltiples motivos los integrantes de la familia no siempre están presentes o juntos, ante la ausencia de los padres y abuelos, bajo el principio del buen vivir, los hermanos mayores asumen dicha responsabilidad (a pesar que no les compete), o por condiciones económicas de pobreza de los padres, los hermanos mayores deciden hacerse cargo de sus hermanos menores, poniendo en práctica valores colectivos asumidos desde la niñez y en la comunidad como la reciprocidad, el “ayni”, el cuidado, la correspondencia, la unidad y el amor, que es valorado por sus hermanos menores universitarios que es expresado con testimonios como: “Siento gratitud hacia mi hermana mayor, ella me crió, por eso le estoy bien agradecido y tengo que devolverle todo ese apoyo, por eso tengo que ser profesional, con sacrificio y mucho esfuerzo” (P6E44), “Quiero mucho a mi hermano es un ejemplo a seguir, gracias él estoy aquí, me dice te voy a apoyar, es responsable, puntual y perseverante” (P6E63), estas son expresiones de bienestar subjetivo de contenido sentimental hacia sus hermanos mayores.
Las tablas 7 y 8 contienen testimonios, de gratitud hacia los abuelos y tíos respectivamente, en cuanto a los abuelos se encuentran expresiones como: “agradezco a mis abuelitos, que a pesar que mis padres me abandonaron, mis abuelos (por parte de mi mamá) me dan todo el cariño del mundo, valoro todo el esfuerzo que hacen por mí” (P6E250), esta es una respuesta de gratitud profunda, en vista que la responsabilidad de la crianza fue asumida por sus abuelos, evidenciando que el desamparo en las familias asentadas en la comunidad no tiene cabida. Con relación a la gratitud hacia los tíos se valora el apoyo incondicional de los mismos, se destaca por ejemplo el testimonio “mi tío me da consejos, me alienta en todo lo que debo hacer, me dice que es lo mejor para mí, es recto, es comprensivo, si cometo un error no duda en ayudarme” (P6E264), lo que muestra que el sentimiento colectivo de ayuda mutua dentro de la familia siempre está presente.
Desde la cosmovisión andina el ser padrino es de mucha responsabilidad y compromiso con su ahijado, debe gozar de respeto y admiración, el padrino posee un rol protagónico de liderazgo, cumple la función de orientar, apoyar y asistir a su ahijado para que sea un buen profesional.(T9)
De acuerdo a las respuestas de los estudiantes(T10) en su gran mayoría están relacionadas con la espiritualidad y trascendencia, que es una forma de vivir en constante gratitud, es decir, vivir en armonía con todo lo que les rodea y con “fortalezas que forjan conexiones con un gran universo y proveen significados” (Seligman et al., citado por Caycho Rodríguez, 2011, p. 107).
5.Conclusiones
La gratitud a la familia como expresión del buen vivir (“Sumak Kawsay” o “Allin Kawsay”) desde la vivencia de los estudiantes de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, está arraigada a la vida en familia, donde cada uno de sus integrantes cumple un rol importante, generando estados de satisfacción, felicidad, armonía, paz, no sólo con el entorno familiar, sino también con la comunidad, bajo principios de la cosmovisión andina. En ese contexto, la individualidad no existe, priman valores colectivos, siendo la gratitud y la reciprocidad la mayor virtud de espiritualidad y trascendencia, seguido del reconocimiento al esfuerzo y sacrificio (virtud de valor y coraje) de padres, madres y hermanos prioritariamente. La metodología cualitativa permitió comprender e interpretar las vivencias de los estudiantes en cuanto gratitud desde su cosmovisión, a través del modelo de reducción de datos se analizaron e interpretaron los diferentes testimonios. El no decepcionar a sus padres, es una motivación y compromiso de mutuo propio, asumido para salir adelante como reconocimiento al sacrificio y esfuerzo que reciben de su familia por brindarles mejores oportunidades de vida; que incluso a pesar de sus desaciertos reciben el apoyo incondicional, es por ello que expresan su admiración y agradecimiento, no sólo a sus padres, sino a toda su familia (hermanos, abuelos, tíos y hasta padrinos). Finalmente, el hecho de terminar sus estudios superiores para ser buenos profesionales es un acto de reciprocidad hacia sus seres queridos y comunidad.